El día 30 de junio de 2003, el diario "Correo" de Lima-Perú ha informado lo siguiente: "A través de su secretario general, Miguel Jugo, la Asociación Pro Derechos Humanos de Perú (Aprodeh) respaldó el pedido para que se hagan más rigurosas las condiciones carcelarias de Abimael Guzmán. Tras confirmar que Abimael Guzmán dirige cada uno de los pasos de sus seguidores en el exterior, el jefe de la Dircote, Benedicto Jiménez, advirtió que el líder senderista debe ser completamente aislado para abortar la recomposición de su organización subversiva desde prisión". A su vez el mismo diario en su edición del 12 de julio de 2003, informó: "El director de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH), Francisco Soberón, señaló ayer que es „legítimo“ de parte del Estado endurecer las condiciones carcelarias para impedir que los líderes terroristas presos den indicaciones a sus seguidores en libertad.„Es válido que la política penitenciaria sea modificada para impedir un mal accionar del terrorismo, siempre y cuando no se transgreda la ley ni los derechos humanos establecidos en los estándares internacionales, sostuvo”. Luego detalló que „lo importante“ es que no se produzcan directivas terroristas desde el interior de los penales..., la medida anunciada sí se justifica". (Nota: todos los subrayados son nuestros)
Estas desvergonzadas declaraciones de quienes dicen defender "los derechos humanos" contra su violación por parte del Estado motiva nuestra más profunda indignación y la presente denuncia contra estos representantes bien pagados por el imperialismo y la reacción. Estas gentes muestran con total descaro, una vez más, que los llamados "derechos humanos" y las “organizaciones no gubernamentales” (las ONGs) que a nivel mundial y en el Perú dicen dedicarse a su defensa pertenecen a una de las dos manos con que el imperialismo, principalmente yanqui, y la reacción peruana, su viejo y podrido Estado, actúan para mantener su sistema de opresión y explotación inmisericorde en contra de la inmensa mayoría ; así mientras con una mano esgrimen el palo con la otra muestran la zanahoria para desviar la ira de las masas y sembrar falsas ilusiones "humanitaristas". Estos miserables en nombre del chiste sangriento de la lucha contra el "terrorismo" están avalando el plan de exterminio de la reacción y el imperialismo ( sus amos) contra el Presidente Gonzalo y los miles de prisioneros de guerra, están pidiendo endurecer más el aislamiento absoluto contra él, actitud siniestra que justifica el mantenimiento de una de las formas más crueles de tortura, contraria a todo los estandares internacionales de tratamiento de prisioneros; claro, pues, porque en el fondo todos ellos están porque se combata la guerra popular aunque les violen sus "derechos humanos". Veamos cuál es su "vocación especial":

1. El papel asignado por el imperialismo y la reacción a los "derechos humanos" y sus "defensores".
Para nosotros, los "derechos humanos" son contradictorios con los derechos del pueblo, porque nos basamos en el hombre como producto social, no en el hombre abstracto con derechos innatos. Los “derechos humanos” no son sino los derechos del hombre de la burguesia, posición que fue avanzada en la lucha contra la feudalidad: Pero hoy en la nueva era, la de la revolución proletaria mundial, se ha probado históricamente que los “derechos humanos” sirven a las clases opresoras y explotadoras que dirigen los Estados imperialistas y terrateniente burocráticos. Estados burgueses en general. En tanto que los derechos del pueblo son los derechos que el proletariado y las inmensas masas populares conquistan con su propia lucha y sangre, son obligaciones y derechos de clase al servicio de las masas, pobres principalmente, del nuevo Estado, del socialismo y del futuro comunismo, derechos del pueblo que sólo la República Popular del Perú, en nuestro caso, podrá garantizar. El principal derecho es el supremo derecho del pueblo a conquistar el Poder y ejercerlo, a transformar el viejo orden existente opresor y explotador y a construir un Nuevo Estado y una Nueva Sociedad para el proletariado y el pueblo.

Es muy aleccionador para comprender el rol de los llamados derechos humanos y de sus "defensores" hechar una mirada retrospectiva a la década anterior. Todas las guerras de agresión imperialistas durante los años noventa se han cubierto bajo las traposas y caducas banderas de sus derechos humanos y han sido justificadas por sus llamados defensores como acción necesaria, para "salvar de catástrofes humanitarias" a los pueblos agredidos, así han actuado en las guerras de los Balcanes por el reparto de la ex Yugoeslavia y así han mantenido las sanciones, ocupación y agresión contra Iraq, etc. Los imperialistas usan a sus "derechos humanos" por dos razones: 1) cubrir la agresión, la guerra injusta, su verdadero objetivo: el botín, con esa cortina, con ese manto; 2) Para revestir su desenfrenada agresión contra los países oprimidos de una cierta "legalidad", violando las normas establecidas y reconocidas del derecho internacional con el cuento de que hay una norma superior, el respeto a los "derechos humanos". Han trastocado el contenido y función del derecho internacional, pasando los derechos fundamentales de ser instituciones del derecho constitucional por tanto nacional a ser instituciones del derecho internacional, interestatal,”supraestatal”. Así han impuesto como norma superior de derecho internacional la violación del principio de no intervención, mediante la llamada universalidad de los derechos humanos, que va contra los tratados y normas internacionales. Contra el derecho de los países oprimidos, se constriñe su soberania, se viola, se desconoce la misma, y se amplia la soberanía de las superpotencias y de los países imperialistas. No es que mediante el cuento de la "globalización" tiende a desaparecer el Estado, muy por el contrario, lo que pasa es que se amplía la soberanía de los Estados imperialistas en detrimento de la soberanía de los países oprimidos. Por ello las contradicciones de los países imperialistas entre sí y, la contradicción principal, entre las naciones oprimidas y el imperialismo, se hacen más agudas. No puede ser de otra forma, es el choque antagónico a veces violento, otras veces pacífico, del plan hegemonista y de gendarme mundial del imperialismo yanqui con el plan y los intereses de sus rivales, y, de todos ellos, contra los intereses, las aspiraciones de la inmensa mayoría de los pueblos, naciones y países de la Tierra. En el plano del derecho internacional se presenta esto como violación abierta, descarada y cínica de la soberanía nacional de los países oprimidos y del derecho a la no intervención en los asuntos internos de los mismos.

Los incontables crímenes de guerra cometidos durante la guerra de los Balcanes directa o indirectamente por los imperialistas están impunes, sin embargo ellos mismos han establecido un Tribunal Internacional para Juzgar los Crímenes de Guerra en la Ex-Yugoslavia, donde están siendo conducidos los caudillejos y políticos locales como principales encausados; pero no aparecen ninguno de los representantes de la política, lo militar y la economía de los imperialistas yanquis, rusos, alemanes, etc. que los han instigado, financiado, armado, entrenado y los han dirigido y, que por tanto, son los principales responsables y beneficiarios de lo que allí viene aconteciendo. Como ya hemos señalado esto lo han presentado como defensa de "los derechos humanos". Si dirigimos la mirada hacia África, allí las guerras para disputarse las esferas de influencia y el predominio en este Continente, que no cesa, principalmente entre Estados Unidos y Francia, sin olvidar que todos los demás son parte de este fandango sangriento, han dejado mas de tres millones de muertos, cientos de miles de heridos y mutilados y destrucción. Pero, estos mismos imperialistas, sus intelectuales y los grandes medios masivos de comunicación a su servicio y, cuando no, los "defensores" de los "derechos humanos" y las ONGs presentan estas carnicerias como guerras tribales, como crímenes de guerra de los mercenarios y lacayos nativos, ocultando que estos han actuado para servir los intereses del imperialismo yanqui o de los imperialistas franceses, son ellos quienes los han instigado, financiado, armado, entrenado, dirigido, etc. son ellos pues los verdaderos responsable de esas carnicerías gigantescas. Los mas grandes genocidas y criminales de guerra en todos estos casos no son solo,pues, la mano directa que aprieta el gatillo, contra algunos de los cuales los imperialistas a través de la ONU están promoviendo sus famosos Tribunales, sino también y principalmente la gran burguesía imperialista, sus representantes, los gobiernos de los países imperialistas, y sus estados mayores, etc. A ellos encubren y les sirven estos "defensores" cuando muy "radicalmente" han denunciado y logrado la persecusión y juzgamiento de algunos de los caudillejos genocidas al servicio de los más poderosos del planeta, pero no han denunciado a los verdaderos responsables de esa "hecatombe humanitaria", es decir de esas carnicerias imperialistas por esferas de influencia. Estas gentes son pues cómplices del delito de genocidio contra millones de muertos de hambre de África, Asia y de la misma Europa y promotores de la impunidad de los más grandes criminales de guerra. Ese período de la historia mundial reciente ha sido el de la preparación de la guerra mundial imperialista. Hoy el imperialismo yanqui desarrolla la guerra imperialista, por lo que es de esperarse que la carnicería y destrucción de los imperialistas será mayor, el papel de estos "defensores" se augura más negro todavía.

Los imperialistas usan la doble política de los "derechos humanos" para sus guerras de agresión, para sus guerras contrarrevolucionarias. Esta doble política les sirve para contender entre ellos por la hegemonía mundial y para su lucha por áreas de influencia, ahí se ubica la actual disputa interimperialista en relación al Tribunal Penal Internacional.

2. En el Perú, el imperialismo, principalmente yanqui, usa esta doble política de los "derechos humanos" en su guerra de baja intensidad que dirige contra la guerra popular. La usan junto a la otra doble política que emplean, que es la guerra contra la droga, contra la coca. En Perú, por eso, el papel de estos "defensores" y de las ONGs no es menos negro ni menos criminal, siempre han tratado de relativizar los crímenes de Estado, del viejo y podrido Estado peruano, presentándolos como reacción ante el "terrorismo", no como crimen o genocidio organizado, planificado dentro de la estrategia contrasubversiva, hablando de "excesos en la represión" y ocultando la responsabilidad del imperialismo yanqui. Bien pagados por estos imperialistas buscan velar el hecho que la guerra que dirigen sigue el principio contrarrevolucionario de "quemar todo, robarlo todo y matar a todos"; sirven para ocultar que las prácticas de genocidio, de desaparición forzosa de personas, asesinatos clandestinos, torturas, etc. forman parte del adiestramiento de la oficialidad y tropa antisubversiva que realizan los yanquis en su Escuela de las Américas (hoy con otro menbrete), en otras instalaciones en territorio de Estados Unidos y en el propio terreno de conflicto, prácticas que están prescritas en los manuales de sus operaciones encubiertas, de la CIA y en otros.; estos "defensores" buscan ocultar que estas prácticas se enseñan a las tropas antisubversivas del Perú, en el caso concreto, junto al curso de "respeto a los derechos humanos".

Los informes, que durante más de 23 años de guerra popular han presentado estos "defensores", repiten la cantaleta que tanto "las fuerzas del orden como los subversivos" son violadores de los derechos humanos; "imparcialidad" siniestra, pues así buscan presentar a las miles de víctimas de la represión planificada por las Fuerzas Armadas bajo mando yanqui como responsables de haber provocado su propio genocidio, así buscan condenar a quienes se rebelan contra tanta explotación y opresión. Ellos dicen que la rebelión es la que ha provocado ello, y que los rebeldes también cometen violación de los "derechos humanos" de los militares, autoridades y civiles. Buscan presentar las acciones de la guerra popular, acciones de combate, como masacres; a la respuesta justa y necesaria de los revolucionarios para sofrenar el genocidio y la barbarie reaccionaria como genocidio, con esa lógica se habría condenado tanto a los nazis como a quienes les resistieron en los países ocupados, a los patriotas vietnamitas como a los yanquis ¿ a quién favorece todo esto ?, a los verdaderos genocidas, a la guerra de agresión, a la guerra contrasubversiva, luego no son imparciales como quieren presentarse; están parcializados, son parte necesaria de la acción reaccionaria para "legitimarla", para frenar y desviar la ira de la inmensa mayoría contra los crímenes de guerra reaccionarios, para que estos puedan burlar sus propias leyes y la legislación internacional de la materia, para buscar vanamente que la gente crea en su "justicia", para lograr la impunidad de estos genocidas mientras gritan :”¡contra la impunidad.!”
Por eso levantan los casos de algunos presos para ocultar el de la mayoría, para ocultar la acción criminal contra el Presidente Gonzalo, el prisionero de guera más importante y que representa a todos los demás, para propiciarla. Así, las desvergonzadas declaraciones de los "defensores" de los "derechos humanos", arriba citadas, tienen como objetivo central justificar los planes criminales del imperialismo y la reacción contra el Presidente Gonzalo.

3. Estos defensores de los derechos humanos y las ONGs estan sirviendo pues a avalar el plan de exterminio contra el Presidente Gonzalo. El imperialismo y la reacción peruana, contando con la complicidad de las ratas de la línea oportunista de derecha, revisionista y capitulacionista (LOD), están montando un "nuevo juicio" contra el Presidente Gonzalo violando todos sus derechos, manteniéndolo en aislamiento absoluto para condenarlo por "genocidio", para luego asesinarlo. Las desvergonzadas declaraciones de Miguel Jugo y Francisco Soberón para "que se hagan más rigurosas o endurecer las condiciones carcelarias", en concierto y acuerdo con las del segundo hombre de la policía antiterrorista del Perú (Dircote), Benedicto Jiménez, que el Presidente Gonzalo "debe ser completamente aislado", sólo tienen sentido exacto dentro de ese plan de exterminio, a eso sirven, pues no pueden haber condiciones más duras de prisión que las que ya padece el Presidente Gonzalo, ni puede ser más aislado, quien se encuentra desde su detención (setiembre de 1992) en aislamiento absoluto y perpetuo. Que nada de eso ha variado con los gobiernos de Paniagua y el actual de Toledo (engendros del imperialismo yanqui), lo prueba las declaraciones de Diego García Sayán, ex ministro de ambos gobiernos y miembro connotado de la Corporación Andina de Juristas, otra ONG, que prestó asesoramiento al SIN de Montesinos en la patraña de las "cartas de paz" y posteriormente impulso con el gobierno de Paniagua la continuación de ella como "solución política...", que en carta dirigida al diario Correo, Lima, 27 de junio de 2003, dice: "... Primero, durante el gobierno de transición la dirección del centro de reclusión de máxima seguridad de la Base Naval del Callao estaba en manos del Consejo Supremo de Justicia Militar. La administración correspondía a la Marina de Guerra del Perú. El Ministerio de Justicia no tenía injerencia en las decisiones que allí se tomaron Sólo durante el gobierno del presidente Toledo se dictó un reglamento de dicho centro naval, normas que eran necesarias precisamente para cubrir un vacío normativo producido durante el gobierno de Fujimori. Segundo, durante el gobierno de transición no se efectuaron modificaciones en las condiciones penitenciarias vigentes en la Base Naval. Si algunas modificaciones menores se produjeron, ellas fueron consecuencia de coordinaciones realizadas por el Consejo Supremo de Justicia Militar, la Defensoría del Pueblo y el Comité Internacional de la Cruz Roja... que ninguna de esas modificaciones afectaron la seguridad del penal ni facilitaron de modo alguno la comunicación con el exterior". Estas declaraciones provienen de dentro del monstruo, tienen por tanto el valor de "confesión de parte". Ahí queda muy en claro lo que estamos diciendo sobre la situación real de aislamiento absoluto y perpetuo de nuestro Presidente Gonzalo. Es prueba contundente contra todas las patrañas del imperialismo, la reacción y sus sirvientes como las ratas de la LOD y las ONGs. Aún más, muestra la complicidad de la Cruz Roja, su papel en todo esto , así como, el papel de la llamada "Defensoría del Pueblo". Por ello esta denuncia la dirigimos contra todos ellos.

Estas declaraciones de Jugo y Soberón, son parte de la nueva patraña del imperialismo y la reacción, con la complicidad y acuerdo de las ratas de la LOD, de que el Presidente Gonzalo dirige a sus seguidores a través de "correa de trasmisión", para lo cual Pantoja, Morote y el abogadillo Fajardo les han brindado esos cuadernillos aprocrífos de "directivas del Presidente Gonzalo" (otro invento ridículo). Jugo y Soberón son además, como vemos, patrañeros al servicio de sus amos. Todos ellos, al igual que sus amos, para "legalizar" estos "nuevos juicios" contra el Presidente Gonzalo y los miles de prisioneros de guerra, parten de reconocer el golpe de Estado de Fujimori, sus decretos leyes y la Constitución que dictó como legítimos, violando su propio orden jurídico. Pese a que todos ellos, según su propio ordenamiento legal que se han comprometido defender y respetar, están obligados a restablecer la vigencia de la Constitución de 1979(artículo 307 de la misma), la misma que establece en su artículo 82. la nulidad de los actos de toda autoridad usurpada. ¿Pero qué dice su Tribunal Constitucional (TC), en su resolución del 03 de enero de 2003? El TC dice en resumén que siempre se ha violado la Constitución en el Perú y que por tanto cabe reconocer los actos del gobierno de facto, entre ellos, claro en primer lugar, la llamada legislación antiterrorista la que resuelven debe adecuarse a lo señalado por los organismos internacionales, esto es a la necesidad de la "legitimación" para su guerra contrarrevolucionaria de "baja intensidad". Esto confirma que ellos no pueden combatir nuestra guerra popular como dicen "con la ley en la mano" o desde la "superioridad democrática", no pueden tener "legitimidad" de ninguna clase.

Para mostrar su inconsecuencia, la violación consciente de su orden legal los contrastamos con lo que señala la propia doctrina burguesa del derecho al respecto. A la pregunta: ¿Dónde esta el secreto del “Estado de derecho”? Ésta responde: El reside en la actuación de acuerdo a la ley del Poder del Estado, de la administración y de la justicia. La ley le confiera a sus actos la legitimación democrática, y su actuación conforme a la ley garantiza la protección de la libertad y propiedad. Ella en el “Estado de derecho” conforma la más amplia garantía de la libertad frente al Poder del Estado. Pero, la Constitución prevalece sobre toda otra norma legal. Con ello forma no la ley sino la Constitución la supralegalidad (norma superior), que es la verdadera base del “Estado de Derecho” en el sentido de ley fundamental. La ley legitima el Poder del Estado sólo bajo la condición de su conformidad con esta supralegalidad. Su legitimación como expresión de la soberanía popular llega a ser relativizada a través de la duplicidad de la legalidad. Sobre la soberania del pueblo, que se expresa en el predominio de la ley, establece la ley fundamental el predominio de la Constitución. Hasta acá la doctrina burguesa y del “Estado de derecho” para la vigencia de sus "derechos humanos". ¿Qué nos muestra esta simple contrastación de su doctrina que dicen defender con su práctica? Que todos ellos ( el viejo Estado, sus instituciones, organismos, sus autoridades, comenzando por quien lo encabeza -el yanqui con chulllo, Toledo-, funcionarios y autoridades) violan sus propios dispositivos legales, su propio derecho de clase reaccionario, negando sus propios compromisos internacionales; que las ONGs son parte del orden imperante de opresión y explotación y actúan como ideólogos contrarrevolucionarios, como en este caso, aunque, pretenden aparecer por encima de la guerra, de ahí algunas posiciones ambiguas, como que "ambos violan los derechos humanos"; estas ONGs y sus representantes, como los "defensores" de marras están avalando el crimén mayor que se comete contra el Presidente Gonzalo, el plan de exterminio contra él, porque es la Jefatura del Partido Comunista del Perú y de la revolución peruana. Los hechos que denunciamos muestran simple y llanamente que todos ellos están por avalar toda clase de crímenes para defender el viejo y podrido orden de explotación; demuestra que todos ellos, pese a sus matices, están de acuerdo en justificar la violación de sus "derechos humanos" y de su orden legal, que dicen defender, para aniquilar la guerra popular, tarea reaccionaria cuya realización es un imposible histórico y político. Hoy se muestran estos defensores tanto más descarados por su desesperación ante la invencibilidad de la guerra popular que avanza fundiendose cada vez más con el mar embravecido de la lucha popular, demostrando al mundo su invencibilidad.
Para terminar, no hemos encontrado hasta hoy, entre las ONGs, un organismo que abierta y valientemente defienda los derechos de los más pobres, menos aún posiciones revolucionarias avanzadas; a lo más se encuentran posiciones humanitaristas burguesas, pero la gran mayoría son lacayos conscientes o inconscientes del imperialismo. La devoción de sus amos y ellos mismos por los "derechos humanos" es para clamar por la "ayuda" internacional para su guerra contrarrevolucionaria "de baja intensidad" y para sus propios bolsillos.

¡Viva el Presidente Gonzalo!
¡Viva el marxismo-leninismo-maoísmo, pensamiento gonzalo!
¡Viva el Partido Comunista del Perú!
¡Viva la guerra popular! .
¡Exigimos la presentación pública y directa del Presidente Gonzalo ante la prensa nacional e internacional, y que se pronuncie!
¡Aplastar el aislamiento y el plan de exterminio contra el Presidente Gonzalo!

Movimiento Popular Perú
Julio de 2003