Un día como hoy, el 24 de setiembre de 1992, el Presidente Gonzalo, nuestra Jefatura, devenido en el más importante prisionero de guerra del viejo Estado peruano, pronunció su magistral Discurso; en el cual sintetizó el III Pleno del Comité Central del Partido Comunista del Perú, glorioso y trascendental, segundo hito del Partido, que aprobó los planes de victoria, y nos llama a continuar con nuestras tareas, a proseguir la guerra popular hasta el fin en servicio de la revolución mundial, para imponer el maoísmo como su único mando y guía, como su única garantía de desarrollo victorioso hasta el comunismo.

El Partido Comunista del Perú cerró filas con lo establecido por la Jefatura y prosigue desarrollando nuestra victoriosa e invencible guerra popular, firmemente aferrado al marxismo—leninismo—maoísmo, pensamiento gonzalo, principalmente pensamiento gonzalo y toda la Base de Unidad Partidaria, en dura brega soluciona todos los problemas que se le presentan a la dirección, todo el Partido se sujeta al camarada responsable del Comité Central, dirección probada y reconocida. Con guerra popular el Partido defiende su Jefatura contra todo ataque venga de dónde venga.

Como consecuencia del desarrollo de la lucha de clases, en el país y en el mundo, la defensa del Presidente Gonzalo y del pensamiento gonzalo ha devenido la cuestión principal para la guerra popular y la revolución mundial. Cuando se desarrolla por un lado, la ofensiva contrarrevolucionaria general del imperialismo, del revisionismo y de la reacción mundial, encabezada por el imperialismo yanqui en su condición de potencia hegemónica única, en colusión y pugna por un nuevo reparto del mundo, recurriendo a la guerra de rapiña contra los países oprimidos, agudizando todas las contradicciones y, por lo tanto, acicateando a la revolución. Contra esta ofensiva contrarrevolucionaria general, por nuestro lado, con guerra popular, el Partido Comunista del Perú encabeza la contraofensiva revolucionaria marxista—leninista—maoísta, pensamiento gonzalo. Así, la guerra popular en el Perú junto a las guerras populares en Nepal, Turquía y a las guerras revolucionarias que dirigen los comunistas en la India y otros lugares muestra al proletariado internacional y a los pueblos del mundo el camino a seguir para prevenir, enfrentar y derrotar la agresión imperialista, la guerra imperialista y hacer la revolución.

La guerra popular en el Perú, a más de 25 años de su inicio (ILA 80), no sólo se mantiene sino que se desarrolla más, en condiciones más difíciles y complejas, viene superando el recodo al que entró con la detención del Presidente Gonzalo y saliendo de la inflexión, concretado en el incremento cuantitativo y cualitativo del Partido, del Ejército Popular de Liberación y del nuevo Poder, recuperando lo perdido y expandiéndolo, concretado en acciones de gran repercusión nacional e internacional, con el apoyo del mar embravecido de las masas populares, barriendo paso a paso el viejo y podrido Estado terrateniente—burocrático y a la vieja sociedad peruana de opresión y explotación, que representa y defiende, en crisis general y última. La guerra popular es por ello el problema principal del viejo Estado peruano y en perspectiva del imperialismo, principalmente yanqui. Y contra todos los detractores de la guerra popular, que tratan de negarla de mil maneras, está la realidad material de su propia existencia y desarrollo indetenible, que el propio enemigo reconoce. Así el Primer Ministro del gobierno de Toledo (el yanqui, Pedro Pablo Kusinski) ha declarado:“El terrorismo ha avanzado más durante los últimos cuatro años“ (declaraciones del 17 y 20 de septiembre de 2005). Luego el ministro de Defensa, Rengifo ha confirmado esto, diciendo: “La lucha contra la subversión también le costará al país“ (Diario Correo de Lima, 21 de septiembre de 2005). En la misma nota periodística se informa que, el Primer Ministro, en conferencia de prensa realizada luego de la sesión del Consejo de Ministros ha declarado que: “Si yo digo algo, está basado en una información. No es una cosa que es pura imaginación. Yo me he basado en información que está aquí muy detallada“ dijo mientras mostraba un documento y explicó, que quizás quienes han negado la posibilidad de un rebrote terrorista “no han tenido las mismas evidencias que he tenido yo“. Según también informa la nota del diario, para plantearse una “nueva estrategia“ van ha reunirse el próximo lunes en sesión del Consejo de Defensa Nacional.

Convergiendo con los planes de la contrarrevolución en el país y en el extranjero, algunos dentro del Movimiento Revolucionario Internacionalista, atacan a nuestra Jefatura repitiendo todo lo que sale de las cloacas de la reacción, pero el Partido con guerra popular los mantiene arrinconado y los aplasta, impidiendo así sus planes de aislar la guerra popular en el Perú e imponer su línea revisionista al MRI.

Visto así, en el enfrentamiento armado entre revolución y contrarrevolución a nivel nacional y mundial, la contrarrevolución —imperialismo, reacción y revisionismo de todo pelaje (incluidas las ratas de la LOD revisionista y capitulacionista), para aniquilar la guerra popular buscan suprimir su dirección, el Partido Comunista del Perú, para aniquilar al Partido tienen que atacar su centro, nuestra Jefatura y su sólido fundamento, el pensamiento gonzalo, por ello lo establecido por el Partido, que la defensa del Presidente Gonzalo y del pensamiento gonzalo ha devenido en la cuestión principal para la guerra popular y la revolución mundial, resume de manera magistral el desarrollo actual de la lucha de clases en el país y en el mundo y nos arma ideológica y políticamente para el mejor cumplimiento de nuestras tareas.

¡Defender la vida del Presidente Gonzalo!

Por ello defender la vida del Presidente Gonzalo es defender el derecho del pueblo peruano a hacer la revolución mediante la guerra popular sirviendo a la revolución mundial; es defender el derecho de los oprimidos de rebelarse contra los reaccionarios. La reacción tiene al Presidente Gonzalo en sus manos, quieren aniquilarlo al mismo tiempo pretenden hacer uso político de la situación; en esto cuenta con el pleno apoyo de las malditas ratas de la lod revisionista y capitulacionista, traidores sangrientos, quienes buscan amnistía y alistamiento dentro el podrido y viejo Estado a cambio de sus nefastos servicios contrarrevolucionarios. El imperialismo, la reacción y el revisionismo, en medio de su colusión y pugna, pretenden llevar acabo el llamado “nuevo juicio“ contra el Presidente Gonzalo, están diciendo que será el 26 de septiembre, pero al igual que todo lo que han intentando anteriormente será una nueva derrota para ellos. El 24 septiembre 1992 el Presidente Gonzalo dio su magistral discurso que resplandece victorioso y pujante ante el mundo como arma de combate, en la cual nos llama a tensar todas nuestros fuerzas para cumplir con las tareas y planes del Partido, estableciendo que su detención solamente es un recodo en el largo camino y que la guerra popular vencerá inevitablemente. En noviembre del año pasado la reacción quedó seca “como palo de gallinero“ porque ni el Presidente Gonzalo ni la camarada Miriam dijeron ni una sola palabra sobre el nefasto "acuerdo de paz", demostrando por enésima vez que esto es solamente una patraña volada en mil pedazos por la guerra popular. Ahora ante este “nuevo juicio“ nos reafirmamos una vez mas en la demanda del Partido y de nuestro pueblo: ¡Exigimos la presentación pública del Presidente Gonzalo ante la prensa televisada nacional e internacional, en vivo y en directo y que pueda pronunciarse! Rechazamos de plano todas y cada una de las patrañas de la contrarrevolución y llamamos al proletariado internacional y a los pueblos del mundo a tensar todas las fuerzas para defender la vida del Presidente Gonzalo.

¡EL MAGISTRAL DISCURSO DEL PRESIDENTE GONZALO RESPLANDECE VICTORIOSO Y PUJANTE ANTE EL MUNDO, COMO ARMA DE COMBATE!
¡VIVA EL PRESIDENTE GONZALO Y SU TODOPODEROSO PENSAMIENTO!
¡GLORIA AL MARXISMO-LENINISMO-MAOÍSMO!
¡VIVA EL PARTIDO COMUNISTA DEL PERÚ!
¡VIVA LA INVENCIBLE GUERRA POPULAR EN EL PERÚ!

Movimiento Popular Perú
Septiembre de 2005