Actualización: La lucha de clases del proletariado

(a propósito del artículo del periódico alemán Handelsblatt)

Nota: es una actualización corregida y aumentada.

La redacción de la AND

25 de agosto de 2023


El problema de la lucha económica de la clase, del proletariado y de los trabajadores en general es la base para elevarla a lucha por el Poder, la lucha económica es la preparación necesaria para las grandes luchas por venir, si la soslayáramos no podemos desarrollar el trabajo en el proletariado, máxime como está desenvolviéndose las cosas, la masa esta en movimiento y despliega mayor actividad, condiciones magnificas para avanzar en ese campo como se ve en la misma Europa.

En Alemania, el anuncio del sindicato de los metalúrgicos (IGM), que irá a la ronda tarifaría (discusión del pliego de reclamos) en NRW con la exigencia de una semana de cuatro días de trabajo y la agitación del sindicato de los conductores de locomotoras (GDL) de la exigencia de menos horas de trabajo semanal no han alborotado el cotarro o movido a debate.

La necesidad del desarrollo de la lucha de clases del proletariado y el artículo publicado en el periódico alemán Handelsblatt (HB), 11 al 13 de agosto,  Sinn und Unsinn der Viertagewoche (Sentido y sinsentido de la semana de cuatro días), por Frank Specht. Berlín, nos impulsa a comentar este artículo.  El cual, lo hemos traducido al español y cuya mayor parte publicamos entre comillas con nuestros comentarios sin  comillas y que se precisan con citas de Marx.

Abordamos el artículo desde la concepción científica del proletariado, el marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente maoísmo, según la cual:

La producción capitalista es producción de mercancía para la valorización del capital, la producción de plusvalía o plusvalor, mediante la explotación del trabajo asalariado, reduciendo constantemente el trabajo necesario; la parte pagada de la jornada de trabajo y ampliando la parte no pagada, es decir mediante la prolongación del plus trabajo.

– El proceso de valorización del capital o movimiento de la plusvalía.

Marx, establece sobre la reducción de la jornada de trabajo, que:

– Toda la fraseología tradicional contra la reducción de la jornada laboral supone que el fenómeno ocurre bajo las condiciones de las fuerza productiva e intensidad del trabajo incambiadas.

– En la realidad sucede todo lo contrario, los cambios en la productividad e intensidad del trabajo o preceden a la reducción de la jornada laboral o se producen inmediatamente después de la misma.

– Un ejemplo histórico, de los muchos después de más de 172 años de desarrollo de este modo de producción y de lucha de clases entre burguesía y proletariado:

“Existen circunstancias compensatorias… que la aplicación de la ley de las 10 horas ha esclarecido.” (“Reports… 31st October 1848”, p. 7.)

El Presidente Gonzalo, siguiendo a Marx, destaca:

– Que, la lucha reivindicativa por aumento de salarios es necesaria y preparación para las grandes luchas por venir.

– Esto es, que sobre la base de la lucha por derechos, libertades y beneficios y la defensa de lo conquistado por la clase en duras jornadas de lucha se desarrolla la lucha por el Poder.

– Que, la lucha por concretar en la realidad la jornada de trabajo de 8 horas reconocida en las leyes laborales burguesas, está íntimamente ligada y es inseparable de la lucha por aumento de salario y condiciones de trabajo.

Sobre el artículo, que luego comentaremos, previamente decimos:

– Que, en él se trata sobre los reclamos tarifarios referidos a la semana reducida o concentrada de cuatro días de trabajo, naturalmente desde el punto de vista burgués e informa sobre lo que sostienen al respecto economistas burgueses de los institutos de economía, aunque tratando de matizar con opiniones vertidas por los trabajadores en una encuesta y de economistas y sociólogos cercanos a los sindicatos, ligados a la burocracia sindical;

 -Que, Entonces el artículo trata de la presión que ejerce el capital para elevar la explotación de la clase y la resistencia que le opone el obrero en esta nueva edición de la lucha de clases;

-Que, dicha contienda de clases se da, sobre la base de los cambios producidos en las fuerzas productivas y la intensidad del trabajo, de décadas de crecimiento de la parte de la ganancia de los capitalistas en relación a la parte de los salarios; situación del salario nominal, agravada por la inflación y recesión (crisis cíclica recurrente); es decir de crecimiento del poder del capital sobre la clase obrera;

-Que, para los capitalistas,  se trata de reducir la parte pagada de la jornada laboral (trabajo necesario) y ampliar la parte no pagada (plustrabajo), aumentando de esta manera el grado de explotación del obrero;

– Que, para la clase obrera se trata de defender y ampliar los derechos conquistados para que no se degrade más su situación, no aumente la explotación del obrero y el poder del capital;

– El grado de la reducción, el límite mínimo, dependerá del peso relativo que arrojen en cada platillo de la balanza por un lado la presión del capital y por otro la resistencia de los obreros;

– El valor de la fuerza de trabajo está determinado por el valor de una cantidad determinada de medios de subsistencia. Lo que varía con la fuerza productiva del trabajo es el valor de esos medios de subsistencia, no su masa.

El precio de la fuerza de trabajo, de esta suerte y en el caso de una fuerza productiva del trabajo en ascenso, podría disminuir de manera constante, dándose al mismo tiempo un incremento continuo de la masa de medios de subsistencia consumidos por el obrero. Pero relativamente, esto es, en comparación con el plusvalor, el valor de la fuerza de trabajo disminuiría de manera constante y se ensancharía el abismo entre la situación vital del obrero y la del capitalista.

– El aumento de la fuerza productiva del trabajo y su intensificación operan uniformemente y en el mismo sentido. Ambos factores acrecientan la masa de productos obtenida en cada espacio de tiempo. Ambas, pues, reducen la parte de la jornada laboral que el obrero necesita para producir sus medios de subsistencia o el equivalente de éstos. El límite absoluto de la jornada laboral está formado, en general, por esa parte constitutiva necesaria, pero que se puede contraer.

Hasta cierto punto, puede compensarse ese mayor desgaste de fuerza de trabajo Pero por encima de ese punto el desgaste aumenta en progresión geométrica y, a la vez, se destruyen todas las condiciones normales de reproducción y activación de la fuerza de trabajo. El precio de ésta y su grado de explotación cesan de ser magnitudes recíprocamente conmensurables.

– Interpolando ver el efecto de los bienes agrícolas subvencionados por la UE (Unión Europea), el papel de los productos de las grandes empresas agro-exportadoras del capitalismo burocrático para el mercado imperialista, el papel de la pequeña y mediana producción agrícola que tiene el carácter de producción híbrida o semifeudal (Marx)  y, tener en cuenta muy bien, el papel que cumple las mercancías baratas que se exportan desde la China socialimperialista, sobre todo desde los 90 del siglo anterior al presente, para mantener bajo el salario en los países imperialistas y todo el resto del mundo. No olvidar, de paso, la precisión que hace Marx, cuando dice:

La jornada laboral más intensa de una nación se representa en una expresión dineraria más alta que la jornada menos intensa de otra .

De lo arriba expuesto, se puede entender mejor porque los países imperialistas desplazaron las actividades y empresas que requieren mano de obra barata a China. China el nivel de los salarios promedio llegaron a estar a finales de los 90 por debajo de México y al nivel de Viet Nam.

 Naturalmente, volviendo a hablar sobre el artículo de HB,  en cuanto al salario, la forma trasmutada del valor y precio de la fuerza de trabajo, el problema se aborda desde la posición burguesa de “remuneración por la jornada de trabajo”, es decir, como si se pagara por toda su duración, que borra toda diferencia entre la parte pagada y la parte impaga de la jornada de trabajo.

El Presidente Gonzalo, por eso, señala, que “salario justo” es posición burguesa, y dice:

–  En un artículo Engels nos dice que no es posición marxista, que salario justo dentro del orden capitalista y su justicia, es que rija su propia ley, que el salario satis­faga las necesidades elementales, reduciendo el tiempo de trabajo al mínimo, a fin de que deje al capital la mayor plusvalía posible.

– Marx decía que el problema era poner la consigna de la abolición del salariado, ese círculo de hierro en que lo ganado por la clase se pierde en cada crisis. El salario sigue una ley que se expresa en la tendencia a reducirlo más y más, no obstante esto el obrero debe combatir por aumento de salarios y prepararse para las grandes luchas por venir.

– El salario tiene límites y un límite físico, pero lo importante es que, en las condiciones históricas actuales, es que lo bajan hasta su límite físico, esta realidad de­manda que los trabajadores tengan más de una ocupación para mantener el salario sobre su limite físico.

–  Lo de los diferentes empleos, las horas extraordinarias y el despellejamiento para el trabajador, que significa la nueva forma de trabajo a domicilio (el “home office”), eso es también, lo que se quiere facilitar y justificar, como veremos en el artículo, con la “reducción” de los días semanales de trabajo.

– Las viejas formas de la explotación capitalista hasta sus formas híbridas, como las llama Marx en en El Capital, tanto en los países imperialistas como en los países de capitalismo burocrático, tienden a restablecerse, vuelven bajo nuevos nombres o se presentan con empaquetado moderno de la época de la ICT (para Tecnología de la Información y Comunicación, en inglés).

Por eso, cualquiera que sean los “modelos” que se apliquen y que se discuten sobre la “reducción”, la parte no pagada al obrero, la plusvalía, no solo se mantiene sino que sigue la tendencia a aumentar, con el aumento de la plusvalía relativa pese a la “reducción de los días de trabajo, ya sea manteniendo una jornada de trabajo constante redistribuida en cuatro días o con una jornada reducida pero aumentando la intensidad y productividad del trabajo contando ya con una intensidad acrecentada del trabajo y la productividad general.

 Las dos posibilidades o “modelos” se consideran, en el artículo que comentaremos, por el desarrollo desigual de las empresas en una misma rama de producción y de las distintas ramas de producción global de un país y con mayor razón a nivel mundial. Son tres cuestiones, que no hay que perder de vista para entender el artículo: valor de la fuerza de trabajo, duración de la jornada de trabajo y el grado de explotación del trabajo.

La cuestión de fondo que trata el artículo de HB, no es nueva, ya ha sido tratada y resuelta, desde la posición del proletariado, por Marx.

 Marx establece, que la nueva configuración de la jornada de trabajo es un producto del desarrollo del capitalismo, modo de producción cuya finalidad es el acrecentamiento del plusvalor o plusvalía. Proceso de valorización del capital o  de movimiento de la plusvalía. Por eso, el aumento de la explotación del proletario como clase por la clase  capitalista se da a través del incremento de la plusvalía absoluta o relativa.

Las magnitudes relativas del plusvalor y del precio de la fuerza de trabajo están condicionadas por tres circunstancias: 1) la duración de la jornada laboral o la magnitud del trabajo en cuanto a su extensión; 2) la intensidad normal del trabajo, o su magnitud en cuanto a la intensidad, de manera que determinada cantidad de trabajo se gasta en un tiempo determinado; 3), y finalmente, la fuerza productiva del trabajo, con arreglo a la cual, y según el grado de desarrollo alcanzado por las condiciones de producción, la misma cantidad de trabajo suministra en el mismo tiempo una cantidad mayor o menor de producto.

 Todo lo anterior, partiendo de los supuestos que las mercancías se venden a su valor y que el precio de la fuerza de trabajo, aunque ocasionalmente suba por encima de su valor, nunca desciende por debajo del mismo.

Que, por tanto, la lucha económica del proletariado es por salario, jornada y condiciones de trabajo .

Que, no es casual la aparición de artículos como el que comentamos a continuación pues asistimos a la agudización de la contradicción burguesía-proletariado Que hoy, se agudiza más, porque el imperialismo esta en el momentos de su mayor descomposición y de crisis general, en medio de la cual se da su actual crisis cíclica.

Nos ayudará a comprender mejor, la posición burguesa del artículo, la crítica de Marx a Ricardo:

“Ricardo nunca se interesa por el origen del plusvalor. Lo trata como cosa inherente al modo capitalista de producción, el cual es a sus ojos la forma natural de la producción social. Cuando se refiere a la productividad, del trabajo, no busca en ella la causa de que exista el plusvalor, sino únicamente la causa que determina la magnitud de éste. Por el contrario, su escuela ha proclamado claramente que la causa de que surja la ganancia (léase: el plusvalor) es la fuerza productiva del trabajo. En todo caso, ello significa un progreso con respecto a los mercantilistas, quienes, por su parte, al excedente del precio de los productos por encima de sus costos de producción lo hacían derivar del intercambio, de la venta de aquéllos por encima de su valor. Pero también la escuela ricardiana se limitó, no obstante, a eludir el problema en lugar de resolverlo. En realidad, estos economistas burgueses advertían instintiva y certeramente que era muy peligroso investigar con excesiva profundidad el problema candente del origen del plusvalor.

Toda la parte teórica marxista que antecede constituye nuestra crítica de conjunto sobre el artículo y toma de posición sobre lo que allí se expone. Por eso nuestros comentarios siguientes serán bastante precisos.

El artículo comentado:

Sentido y sinsentido de la semana de cuatro días, por Frank Specht. Berlín”

Tiene como sumilla: “Los economistas ven económico potencia en la semana de corto tiempo de trabajo – pero el cambio no trae ventajas para todos los ramos de la producción”

El articulista se hace la pregunta: ¿ Qué tienen en común la panadería de Allgau, la fábrica de baterías Powerco de VW, la Cruz Roja Alemana (DRK) en Sachasen y la ciudad Wedel de Holsten?”

Y él responde: “Como empleadores ofrecen a sus empleados la posibilidad de realizar su asignación de trabajo de cinco días en cuatro días (a la semana)”.

“En Alemania, el anuncio del sindicato de los metalúrgicos (IGM), que irá a la ronda tarifaria en NRW con la exigencia de una semana de cuatro días de trabajo y la agitación del sindicato de los conductores de locomotoras (GDL) de la exigencia de menos horas de trabajo semanal no han despertado el debate”.

 Aquí, comentamos, al respecto, el artículo publicado en el periódico alemán Handelsblatt (HB), 11 al 13 de agosto,  Sinn und Unsinn der Viertagewoche (Sentido y sinsentido de la semana de cuatro días), por Frank Specht. Berlín y nos confrontamos con las posiciones citadas de economistas y sociólogos burgueses sobre el tema. Veamos las partes pertinentes del artículo:

“En un estudio del Instituto de Economía Alemana (Institut der deutsche Wirtschaft -IW), cercano a la patronal (según el propio artículo de HB), cerca de dos tercios de los trabajadores ocupados están contentos con la situación de sus tiempos de trabajos acordados. Pero para cerca del 28 %de los trabajadores a tiempo completo se podrían imaginar de repartir en menos días su actual horario semanal de trabajo – de forma muy similar a la semana concentrada de trabajo como se ha establecido en Bélgica el pasado año”.

Sobre las encuentra que hablan de la satisfacción de los trabajadores merecen poco crédito no solo para nosotros, sino que es opinión generalizada. Pero, en el párrafo anterior, subrayamos, que ese modelo no solo se está aplicando en los lugares mencionados de Alemania, sino que también ya se está aplicando en Bélgica.

Prosigue el HB:

“Pero, ¿cuánto de realista y de significación tiene una semana de cuatro días en Alemania? ¿Cómo se compagina con la falta de mano de obra calificada y con la actual debilidad de la economía? ¿Quedan como excepciones Härle, Powerco y la ciudad Wedel o pasan a ser prototipos para un nuevo mundo del trabajo más hermoso? Economistas e investigadores sociales responden a esas interrogantes.

¿De qué se trata con la semana de cuatro días?

Se debe diferenciar entre dos modelos. En el cual en uno se trata de que el tiempo de trabajo permanece el mismo repartido en forma nueva en la semana. “ El cual casi no tiene impedimentos legales en su camino”, dice el economista del IW Holger Schäfer.

La ley sobre tiempo de trabajo permite un máximo de diez horas diarias de trabajo, en tanto el tiempo diario de trabajo – contado el sábado – en promedio no sobrepase las ocho horas. “Una semana de 40 horas – con cuatro días de diez horas sería realizable”, dice Schäfer – en tanto el Empleador esté de acuerdo.

Este modelo para los sindicatos es poco aceptable. “Una semana de cuatro días representa una mejora de la situación de los empleados, sí representa una disminución del tiempo de trabajo”, dice Bettina Kohlrausch, directora del Instituto de Investigación WSI Hans-Böckler-Stiftung (Fundación Hans-Böckler) cercano a los sindicatos . En caso contrario aumentan la tensión y la presión del tiempo, porque se tendría que realizar claramente más trabajo en menos tiempo. Trabajadores con bajos ingresos solo podrían soportar un recorte del tiempo de trabajo, sí para eso habría una compensación salarial, remarca Kohlrausch”.

Comentario:

La finalidad para los capitalistas y que sus economistas defienden, es el acrecentamiento del plusvalor o plusvalía por medio de la reducción del tiempo de trabajo necesario, Independientemente de los límites de la jornada laboral. El objetivo se alcanza mediante el desarrollo de las fuerzas productivas del trabajo y su intensificación (circunstancias compensatorias). Como dice Marx, ello trae aparejada, empero, una revolución del proceso laboral mismo. Ya no alcanza con prolongarlo: es necesario darle una nueva configuración. Esta nueva configuración, como dice Marx, empieza por las empresas más avanzada y por algunas ramas industriales donde operan estas empresas y luego se extiende a la mayor parte de empresas y ramas industriales hasta abarcar el país y luego se extiende por los diferentes países.

Como se puede deducir, por la situación de que trata el artículo, ya se dan las “circunstancias compensatorias” para la lucha de la clase obrera por una jornada de trabajo de menos horas de trabajo con aumento de salarios.

Desde las jornadas heroicas de la clase la lucha de la clase y demás trabajadores del mundo por la jornada de 8 horas, en la misma Europa, es un tema pendiente de concreción, no basta con el reconocimiento formal del derecho; pues, en la realidad histórica de la lucha de clases entre el proletariado y la burguesía en estas conquista se avanza y luego se pierde, es el circulo de hierro de la esclavitud asalariada que hay que romper con la revolución proletaria. Sino, cabe preguntarse: ¿Por qué se tiene que hacer sobretiempos? ¿Por qué se tiene que tener dos o más jobs (empleos) después de la jornada diaria de trabajo o en los días de descanso?

Continuemos con el artículo de HB.

“¿Solo redistribución del tiempo de trabajo o su disminución – cuál modelo es realizable?

‘Supongo, que ambas formas de la semana de cuatro días – tanto la redistribución del tiempo de trabajo o el recorte del tiempo de trabajo con compensación salarial – van a darse uno junto al otro`, según el director del Instituto de Investigación de Social-Economía (Iso) de Saarbrücken, Volker Hielscher.

Con seguridad será, que no toma las ramas y empresas estarán en la situación de realizar en corte tiempo una compensación salarial del 20%, la cual recaería en caso de un recorte de cinco a cuatro días. En todo caso  también habría ocurrido en el pasado que recortes en el tiempo de trabajo `con completa compensación salarial’ fueron co-financiados por los empleados- propiamente con una renuncia a aumentos salariales. Pero, potencialmente el recorte real del tiempo de trabajo también se podría hacer a través de nuevas formas de los procesos de trabajo o nuevas estructuras de dirección y comunicación, dice el Sociólogo del Trabajo  Eike Windscheid de la Fundación Hans-Böckler: ‘Así se podrían identificar, por ejemplo, en vista a un recorte de tiempo de trabajo esas reuniones innecesarias devoradoras de tiempo’”.

Comentario:

Como se puede ver de lo anterior, en el artículos esta planteando el problema del precio de la fuerza de trabajo, de la remuneración salarial es decir de la parte pagada del empleo de la fuerza de trabajo (tiempo de trabajo necesario), pero que para ellos es por la jornada entera, porque los capitalistas y sus economistas nunca reconocen el tiempo de trabajo en que el obrero trabaja gratuitamente para el capitalista, el plustrabajo que genera el plusvalor (plusvalía).

 Los economistas burgueses, como los del Iso, solo hablan sin fundamento, pura “fraseología tradicional” contra la reducción de la jornada laboral con `’compensación salarial, al suponer que el fenómeno ocurre bajo las condiciones de las fuerza productiva e intensidad del trabajo incambiadas”.

Por eso, el que esas nuevas configuraciones, se habrían dado en el pasado con “renuncia a aumentos salariales” por parte de los obreros, no es otra cosa que un botón de muestra de la traición de las burocracias sindicales, de la aristocracia obrera, de los representantes de la burguesía en las filas del proletariado como los socialdemócratas. Quienes no cumplieron con representar los intereses de los obreros en las negociaciones colectivas de trabajo, sino que sirvieron a los intereses de la patronal. Negando la historia de la producción y de la lucha de clases, porque, como lo fundamenta Marx, “en la realidad sucede todo lo contrario, los cambios en la productividad e intensidad del trabajo o preceden a la reducción de la jornada laboral o se producen inmediatamente después de la misma”.

 Al renunciar a la lucha por aumento de salarios, estos vendeobreros, han servido a incrementar el poder de los capitalistas sobre la clase obrera, a que la clase relativamente caiga más abajo pese a todo ese llamado “bienestar”.

Defender e imponer la línea de clase en el movimiento obrero y de los trabajadores es tarea de los maoístas, denunciando y aplastando a los vendeobreros. En el párrafo anterior se trata solo de un ejemplo al respecto de una historia de más de 100 años de traiciones a las luchas del proletariado. Además, estos falsos representantes de los obreros no defendieron, que: La intensidad creciente del trabajo supone un gasto aumentado de trabajo en el mismo espacio de tiempo.

Además, en la lucha presente no olvidar la importancia de la movilización y la organización de los obreros y la necesidad de movilizar una amplia solidaridad de clase, porque:

El grado de la reducción, su límite mínimo, depende del peso relativo que arrojen en cada platillo de la  balanza por un lado la presión del capital y por otro la resistencia de los obreros”. Esto está en discusión según el propio artículo de HB y la lucha de las dos fuerzas que se enfrentan en la negociación tarifaria está para inclinar la balanza a uno u otro lado.

No olvidar tampoco a propósito de la lucha por aumento de salarios, que si no se persiste en la lucha por aumento de salarios, sí se renuncia a ella, “relativamente, esto es, en comparación con el plusvalor, el valor de la fuerza de trabajo disminuiría de manera constante y se ensancharía el abismo entre la situación vital del obrero y la del capitalista.

El abismo entre la clase obrera y los capitalistas se acrecienta constantemente en los países imperialistas, donde el aumento de la plusvalía que se roban los capitalistas al obrero, representado en las estadísticas burguesas, como el incremento del ingreso de los capitalistas ha crecido inmensamente en comparación a la parte correspondiente a la retribución del trabajo (fuerza de trabajo), que ha disminuido relativamente en forma constante. Lo que se llenan la boca los sociólogos burgueses y pequeños burgueses de el crecimiento de la inequidad social.

Por lo anteriormente expuesto, pese a todo lo que siga, pese a la conciencia invertida que se tenga de este hecho, en estos países imperialistas de la llamada “libertad y democracia”, se ha incrementado la explotación y opresión de la mayoría de la población por un puñado de imperialistas, de los grandes magnates del capital financiero. Por eso la dictadura burguesa se hace cada vez más insoportable para la mayoría de la población.

 El salario tiene límites y un límite físico, pero lo importante es que las condiciones históricas es que bajan por debajo de su límite físico como pasa hoy, lo cual de­manda que los trabajadores tengan mas de una ocupación para mantener el salario sobre su limite fisico, que hay que considerarlo aunado a la recesión-inflación y el inmenso contingente de desocupación o sub-ocupación, ésa es la cuestión. Alemania se ha convertido en el país de los mini-jobs (mini-empleo). Es muy bueno estudiar “Salario, precio y ganancia” y los textos de Engels.

Tener muy presente: La intensidad creciente del trabajo supone un gasto aumentado de trabajo en el mismo espacio de tiempo.

En otro acápite, se pregunta el articulista:

“¿Conduce la semana de cuatro días a un sociedad de dos clases en el mundo del trabajo?

Lo más practicable parece la semana de cuatro días en el terreno del trabajo del conocimiento y de actividades creativas, donde la productividad está menos ligada al tiempo de trabajo formal y donde el horario diario empresarial se puede conformar de manera más flexible”, dice Simón Jäger que dirige el Instituto Para el Futuro del Trabajo (IZA) de Bonn . Más difícil será allí, donde las prestaciones de servicios deben realizarse en tiempos fijos o lugares de producción que deben funcionar permanentemente. También sin el r del tiempo de trabajo sería difícil, la gran parte de los empleados de repente solo hasta el jueves desean trabajar. Alguien debe también el viernes vender panes o atender a las máquinas”.

Hablando sobre la madre del cordero para los capitalistas, se pregunta: “Como se concilia la semana de cuatro días con la escasez de fuerza de trabajo calificada?”. Y responde:

“El economista Alexander Spermann, el cual ensena en la FOM de Colonia y en la Universidad de Freiburg, ve la semana de cuatro días como un medio contra la escasez de personal en muchas empresas: `Ella puede ventajosa para la economía de la empresa – y esto es si tiene que ganarse fuerza de trabajo especializada, la cual sin esta oferta no se podría obtener`. Y ella podría llevar a elevar las ganancias de la empresa, porque se podría cubrir los puestos de trabajo sin atender y la gestión y los empleados podrían organizar su trabajo más efectiva para cumplir la tarea en más corto tiempo, dice Spermann”.

Comentario:

En otras palabras intensificar más el trabajo en jornada concentrada para que estos trabajadores calificados puedan ser exprimidos más en la propia empresa y por los capitalistas en general. Para que tengan la posibilidad de tener otro empleo adicional para poder vivir sobre el límite mínimo. Esa es la libertad que le ofrecen al trabajador, es decir la esclavitud asalariada empeorada, es decir la libertad del burgués para acrecentar la explotación. Lo demás es cuento.

Es importante todo lo que hemos visto y comentado hasta aquí y lo que sigue, pues queda claro la esencia de la explotación del trabajo por el capital, esto es el tiempo de trabajo gratuito y las dos formas de incrementarlo (Marx, El Capital, t. I y III) y muestra como su expresión jurídica, el derecho laboral, es derecho burgués. Muestra también que los progresos alcanzados en la producción social no sirven a la mayoría sino a unos cuantos que se apropian de la mayor parte de lo producido por ser los propietarios de los medios de producción y de vida. El artículo, a continuación, dice:

“El que la productividad pese al recorte real del tiempo de trabajo por lo menos podría permanecer estable, se comprueba con grandes ensayos piloto como en los EEUU e Irlanda, dice el sociologo Windscheid. En todo caso no hay hasta la fecha ninguna prueba, que una semana de cuatro días funcione a nivel de toda la sociedad, dice el investigador del IW Schäfer. Pues para comenzar el retroceso de la producción, que resultaría de la disminución en un quinto del tiempo de trabajo, debería aumentar un 25 por ciento efectiva la productividad  por hora por cada trabajador. Ese aumento corresponde al aumento de la productividad general desde 1998”.

Comentario:

En otras palabras, contra la historia y la realidad, estos representantes del capital, niegan según lo consigna esta parte del artículo, que las condiciones están dadas, por eso, todo lo que dicen al respecto solo  es cháchara de economistas burgueses.

 Y, como está ya visto en los diferentes problemas que se aborda en la lucha de clases del proletariado -ante la crisis general del padre agonizante, capitalismo monopolista o imperialismo, y de su hijo el capitalismo burocrático, también en el lecho de muerte-, está la cuestión femenina.

En este artículo, se discute en cómo incorporar más la fuerza de trabajo de la mujer a la explotación capitalista. A la vez que, buscan impulsar una mayor producción y reproducción,de la fuerza de trabajo, disminuyendo la compensación salarial para ello.

Tener en cuenta, que cunado hablan del trabajo sin discriminación alguna y la “igualdad de la mujer”, tiene que ver con el trabajo femenino, que se va a acrecentarse más, esquilmando a sus fuerzas más jóvenes, salarios hasta la mitad de los varones y contraponer a hombre y mujeres.

Ver el trabajo de la mujer y cómo proteger su especial condición.

 No ol­videmos que la protección a trabajo de niños y mujeres se extiende a toda la clase.

Así continua el artículo, dice:

“¿Llevaría la semana de cuatro días a una mayor participación laboral de las mujeres?

Una semana de cuatro días llevaría a aliviar la carga de los padres y les abriría una mayor disposición de tiempo, espera la directora del  WSI Kohlrausch. `Puedo concluir de ello, que esta disposición de tiempo también sería utilizada para una más justa distribución del tiempo de cuidados’. Eso ha mostrado la pandemia, que los papás el tiempo ganado por el tiempo de trabajo más corto, lo han usado para cuidar a sus hijos.

La mujeres no trabajan menos que los hombres, solo que ellas para el cuidado de los hijos o para el cuidado de los mayores no serían pagadas. Por eso, podría una mayor participación laboral de las mujeres, como el ministro de Trabajo Hubertus Hil (SPD) como medio contra la escasez de fuerza de trabajo especializada o calificada propaga, si en el campo de trabajo de cuidados no pagado trabajan menos.

`Una semana de cuatro días es para ello una importante condición’, dice Kohlrausch. El deseo a un tiempo de trabajo estructurado en forma más flexible no solo se da en la muy mencionada generación “z”, subraya también el jefe del IZA Jäger”.

Comentario: 

Como se ve de los anterior, este ministro de Trabajo, como todos los representantes de la reacción es cínico y taimado, no habla de retribuir el trabajo no pagado a la mujer en la producción de la fuerza de trabajo, sino en que trabaje más en las fábricas para que tenga menos trabajo no pagado. Además, como si toda la jornada de trabajo en la fabrica fuera pagada.

Antes de continuar, del párrafo citado anterior al último comentario y lo que sigue, hay que advertir, que que están hablando sobre el trabajo personal, van a querer replantearlo y ampliarlo. Los representantes burgueses y sus leyes dicen, que no hay trabajo obligatorio ni gratuito, aunque se puede contribuir voluntariamente a trabajos, ya hubo el trabajo “por un Euro. Siempre están planteando como ampliarlo. Leamos:

“Entre los trabajadores de mayor edad hay en todo caso una creciente necesidad, de poner en armonía la ocupación con trabajo honorifico, el cuidado de niños o nietos o más tiempo libre. ‘En cuanto a esto, es la semana de cuatro días un modelo para el futuro entre muchos otros, como los modelos híbridos o flexibles de cuentas de tiempo de trabajo’, dice Jäger.

En el futuro será también para trabajadores con difíciles condiciones de trabajo, como en el sector salud, en la logística o en el comercio, mucho más significativo, modelos de tiempo de  trabajo mas atractivos ofrecer. Subraya el director del Iso Hielscher. Sino será más difícil encontrar fuerza de trabajo y mantenerla. `En cuanto a eso  pertenecen los temas recorte en el tiempo de trabajo y semana de cuatro días no solo para las empresas avanzadas, sino también está en la agenda (…)en lo ancho de la política tarifaria’”.

Comentario;

Esto que dice el artículo, de forma ladina e hipócrita, para nosotros es una necesidad de lucha porla reducción de la jornada de trabajo en las labores más peligrosas y estresantes, etc. Y mejores condiciones de trabajo adecuadas a esas ocupaciones, junto a menos años de trabajo para la jubilación, que debe ser por años trabajados y no por límites de edad o mixtos.

Hemos mencionado solo algunas de las reinvindicaciones que tenemos que levantar y luchar como parte de enarbolar, defender y aplicar  la línea de clase en el movimiento obrero y de los trabajadores en general para elevar su conciencia, su organización y sus luchas a lucha por el Poder concretada en guerra popular por la revolución socialista y la dictadura del proletariado. 

Algunas citas puntuales de Marx:

 El Capital, tomo I, Libro primero, cap. 14, LA PRODUCCIÓN DEL PLUSVALOR ABSOLUTO Y DEL RELATIVO. Citamos  lo siguiente:

– La producción capitalista no solo es producción de mercancía; es, en esencia, producción de plusvalor (en la traducción que estamos empleando para plusvalía, nota nuestra).

– El obrero no produce para sí, sino para el capital. Por tanto, ya no basta con que produzca en general. Tiene que producir plusvalor.

– Solo es productivo el trabajador que produce plusvalor para el capitalista o que sirve para la autovalorización del capital.

– El concepto de trabajador productivo, por ende, en modo alguno implica meramente una relación entre actividad y efecto útil, entre trabajador y producto del trabajo, sino además una relación de producción específicamente social, que pone en el trabajador la impronta de medio directo de valorización del capital.

– En un primer momento, la producción de plusvalor absoluto y la producción de plusvalor relativo se nos presentaban como dos tipos de producción diferentes, pertenecientes a diferentes épocas de desarrollo del capital.

– La producción de plusvalor absoluto trae aparejado que las condiciones de trabajo, propias de cosas, se transformen en capital y los trabajadores en obreros asalariados; que los productos sean producidos en cuanto mercancías, esto es, producidos para la venta; que el proceso de producción sea al propio tiempo proceso en que el capital consume la fuerza de trabajo, y por tanto esté sometido al control directo de los capitalistas; finalmente, que se prolongue el proceso de trabajo, y por tanto la jornada laboral, más allá del punto en que el obrero solo ha producido un equivalente por el valor de su fuerza de trabajo.

– Una vez supuestas las condiciones generales de la producción de mercancías, la producción del plusvalor absoluto consiste simplemente, por un lado, en la prolongación de la jornada laboral más allá de los límites del tiempo de trabajo necesario para la subsistencia del propio obrero, y por otro en la apropiación del plustrabajo por el capital.

– La producción del plusvalor absoluto únicamente presupone la subsunción formal del trabajo en el capital.

– La producción del plusvalor relativo presupone la producción del plusvalor absoluto, y por ende también la forma general adecuada de la producción capitalista. Su finalidad es el acrecentamiento del plusvalor por medio de la reducción del tiempo de trabajo necesario, Independientemente de los límites de la jornada laboral. El objetivo se alcanza mediante el desarrollo de las fuerzas productivas del trabajo. Ello trae aparejada, empero, una revolución del proceso laboral mismo. Ya no alcanza con prolongarlo: es necesario darle una nueva configuración.

– Prolongación de la jornada laboral más allá del punto en que el obrero solo ha producido un equivalente por el valor de su fuerza de trabajo y apropiación de ese plustrabajo por el capital; en esto consiste la producción del plusvalor absoluto. Constituye la misma el fundamento general del sistema capitalista y el punto de partida para la producción del plusvalor relativo.

– En esta última, la jornada laboral se divide de antemano en dos fracciones: trabajo necesario y plustrabajo. Con vistas a prolongar el plustrabajo, el trabajo necesario se abrevia mediante diversos métodos, gracias a los cuales se produce en menos tiempo el equivalente del salario.

– La producción del plusvalor absoluto gira únicamente en torno a la extensión de la jornada laboral; la producción del plusvalor relativo revoluciona cabal y radicalmente los procesos técnicos del trabajo y los agrupamientos sociales.

– La producción del plusvalor relativo, pues, supone un modo de producción específicamente capitalista, que con sus métodos, medios y condiciones solo surge y se desenvuelve, de manera espontánea, sobre el fundamento de la subsunción formal del trabajo en el capital. En lugar de la subsunción formal, hace su entrada en escena la subsunción real del trabajo en el capital. los métodos para la producción del plusvalor relativo son, al propio tiempo, métodos para la producción del plusvalor absoluto.

 –Es más, la prolongación desmesurada de la jornada laboral se presenta como el producto más genuino de la gran industria. En general, no bien se apodera totalmente de un ramo de la producción, y aun más cuando se ha adueñado de todos los ramos de producción decisivos, el modo de producción específicamente capitalista deja de ser un simple medio para la producción del plusvalor relativo. Se convierte ahora en la forma general, socialmente dominante del proceso de producción.

-Como método particular para la producción de plusvalor relativo únicamente opera: primero, en tanto se apodera de industrias que hasta entonces solo estaban subordinadas formalmente al capital, esto es, en su propagación; segundo, en tanto los cambios en los métodos de producción revolucionan continuamente las industrias que ya habían caído en su órbita.

– Desde cierto punto de vista, la diferencia entre el plusvalor absoluto y el relativo parece ser enteramente ilusoria. El plusvalor relativo es absoluto, pues trae aparejada una prolongación absoluta de la jornada laboral, por encima del tiempo de trabajo necesario para la existencia del obrero mismo. El plusvalor absoluto es relativo, pues condiciona un desarrollo de la productividad laboral que permite confinar el tiempo de trabajo necesario a una parte de la jornada laboral.

– Pero si tenemos en cuenta el movimiento del plusvalor, esa apariencia de identidad se desvanece [g]. Dados la fuerza productiva del trabajo y su grado normal de intensidad, solo es posible aumentar la tasa del plusvalor por medio de la prolongación absoluta de la jornada laboral; por otra parte, dados los límites de la jornada laboral, solo es posible aumentar la tasa del plusvalor por medio del cambio relativo de las magnitudes de sus componentes, el trabajo necesario y el plustrabajo, lo que a su vez, si el salario no ha de descender por debajo del valor de la fuerza de trabajo, presupone un cambio en la productividad o intensidad del trabajo.

– Si el trabajador necesita todo su tiempo para producir los medios de subsistencia imprescindibles para el sustento de sí mismo y de su prole, no le quedará ningún tiempo para trabajar gratuitamente en beneficio de terceros.

– Sin que se haya alcanzado cierto grado de productividad en el trabajo no habrá tal tiempo disponible para el trabajador; sin ese tiempo sobrante no habrá plustrabajo ni, por tanto, clase capitalista alguna.

– Cierto elevado nivel de la productividad del trabajo, pues, es en general una condición para la existencia de la producción capitalista, así como de todos los modos de producción anteriores en los que una parte de la sociedad no trabajaba solamente para sí misma, sino también para los demás.

– No bien el modo capitalista de producción ha quedado establecido, convirtiéndose en el modo de producción general, la diferencia entre el plusvalor absoluto y el relativo se hace tangible tan pronto como se procura acrecentar la tasa del plusvalor. Si partimos del supuesto de que la fuerza de trabajo se paga a su valor, nos encontramos entonces ante esta alternativa.

Continuará…