¡Proletarios de todos los países, uníos!

ENTREVISTA AL PRESIDENTE GONZALO

Comité Central
Partido Comunista del Perú
1988

LA ENTREVISTA DEL PRESIDENTE GONZALO

OBJETIVOS

EL DIARIO: Bien. ¿Por qué el Presidente Gonzalo se anima a concretar esta entrevista, por qué se decide a hablar después de un prolongado silencio, por qué escogió a El Diario para lograr esta entrevista?

PRESIDENTE GONZALO: Quisiéramos decirles que el Partido Comunista del Perú, que dirige la guerra popular hace ya más de ocho años, se ha venido expresando a través de diferentes documentos que son de conocimiento público. Hemos considerado siempre que era mucho más importante el pronunciamiento del propio Partido para que así quede nítido y claro que es el PCP el que se ha atrevido a iniciar la guerra popular, a dirigirla y a llevarla adelante.

En cuanto a por qué hablamos en esta ocasión personalmente en una entrevista como ésta, que es la primera vez que tenemos el gusto de dar y precisamente a ustedes, tiene que ver con el Congreso. Nuestro Partido ha cumplido una tarea histórica pendiente: el concretar su Congreso. Durante décadas hemos bregado por conseguirlo pero sólo ha sido la guerra popular la que nos ha dado las condiciones para plasmarlo; así nos decimos, el Primer Congreso es hijo de dos grandes padres: del Partido y de la Guerra Popular. Este Congreso marca un hito, como dicen los documentos oficiales, un hito de victoria, pues, en él nuestro Partido ha hecho un balance del largo camino recorrido; ha establecido su base de unidad partidaria, en sus tres elementos: la ideología, esto es, el marxismo-leninismo-maoísmo, pensamiento Gonzalo, el programa y la línea política general; y, además, también este Congreso ha establecido sólidas bases para marchar a la conquista del Poder en perspectiva. El Congreso, pues, es una gran victoria y es ésta una principal razón por la cual damos esta entrevista. También tiene que ver la situación que vive nuestro país, la profunda crisis; tiene que ver con el desarrollo cada vez más creciente y poderoso de la lucha de clases de las masas; y, con la situación internacional, con cómo la revolución en el mundo es la tendencia principal.

En cuanto a por qué damos esta entrevista a El Diario; una simple y sencilla razón: porque es una trinchera de combate y hoy la única tribuna que realmente sirve al pueblo. Creemos que si bien hubiéramos podido entrevistarnos con otros, incluso extranjeros, más conveniente y acorde con los principios es entrevistarnos precisamente con un periódico como El Diario que realmente brega todos los días en condiciones difíciles para servir al pueblo, a la revolución. Esa es la razón.

EL DIARIO: Presidente Gonzalo, ¿Ud. ha sopesado la implicancia que puede tener esta entrevista? Yo le hago una pregunta, ¿no corre usted ningún riesgo al hablar públicamente en esta oportunidad?

PRESIDENTE GONZALO: Los comunistas siéndolo no tenemos miedo a nada; más, el Partido nos ha forjado en retar a la muerte y llevar la vida en la punta de los dedos para entregarla en el momento que la revolución nos lo demande. Entendemos que esta entrevista más bien tiene importancia, trascendencia: sirve a nuestro Partido, sirve a la revolución, sirve a nuestro pueblo, sirve a nuestra clase y sirve también, por qué no decirlo, al proletariado internacional y a los pueblos del mundo, a la revolución mundial. Cualquier riesgo así no es nada, máxime -reitero- si estamos formados como el Partido nos ha hecho.

I. CUESTIONES DE IDEOLOGIA

EL DIARIO: Presidente, ahora hablemos de uno de los sustentos ideológicos del PCP, el maoísmo. ¿Por qué considera que el maoísmo es la tercera etapa del marxismo?

PRESIDENTE GONZALO: Este es un punto de vista vital y de inmensa trascendencia. Para nosotros, el marxismo es un proceso de desarrollo y este grandioso proceso nos ha dado una nueva, tercera y superior etapa. ¿Por qué decimos que estamos frente a una nueva, tercera y superior etapa, que es el maoísmo? Decimos esto porque viendo las tres partes integrantes del marxismo es palmariamente evidente que el Presidente Mao Tsetung ha desarrollado cada una de estas tres partes. Así, simplemente para enumerar: en la filosofía marxista nadie puede negar su grandioso desarrollo en la dialéctica, centralmente en la ley de la contradicción estableciendo que es la única ley fundamental; si nos planteáramos el problema de la economía política, podemos decir que en este campo basta destacar dos cosas: una, para nosotros de importancia inmediata y concreta, el capitalismo burocrático, y, dos, el desarrollo de la economía política del socialismo, pues, en síntesis, podríamos decir que es él quien ha realmente establecido y desarrollado la economía política del socialismo; en cuanto al socialismo científico bastaría con destacar la guerra popular, pues, es con el Presidente Mao Tsetung que el proletariado internacional logra una teoría militar cabal, desarrollada y nos da así la teoría militar de la clase, del proletariado, con aplicación en todas partes. Creemos que estas tres cuestiones nos demuestran que hay un desarrollo de carácter universal. Visto el problema de esta manera, entonces estamos frente a una nueva etapa y la llamamos tercera porque el marxismo tiene dos etapas precedentes: la de Marx y la de Lenin, de ahí que hablemos de marxismo-leninismo. En lo pertinente a superior: en el maoísmo, la ideología del proletariado universal logra el más alto desarrollo adquirido hasta hoy, su más alta cumbre; pero en el entendimiento de que el marxismo es una -disculpen la reiteración- unidad dialéctica que da grandes saltos y esos grandes saltos son los que generan etapas. Así, para nosotros, lo que existe en el mundo hoy es marxismo-leninismo-maoísmo y principalmente maoísmo. Consideramos que en la actualidad ser marxistas, ser comunistas, nos demanda necesariamente ser marxista-leninista-maoístas y principalmente maoístas; de otra manera no podríamos ser comunistas verdaderos.

Quisiera destacar una situación que es poco tenida en cuenta y que bien merece estudiar a fondo en la actualidad; me refiero al desarrollo que ha hecho el Presidente Mao Tsetung de la gran tesis de Lenin sobre el imperialismo. Esto es de suma importancia hoy y en la perspectiva histórica en la cual nos desenvolvemos. En el mismo plan simplemente enumerativo podríamos destacar lo siguiente: ha establecido la ley del imperialismo cuando nos plantea que éste crea disturbios y fracasa para volverlos a generar y volver a fracasar y así hasta su ruina final; también nos ha especificado un momento dentro del proceso de desarrollo del imperialismo, lo que él llamó “los próximos 50 a 100 años”, años, como él dijera, sin igual en la Tierra y en los cuales, entendemos, hemos de barrer al imperialismo y a la reacción de la faz del globo; también nos ha precisado un período que no podemos soslayar hoy menos que nunca, él nos dijo “se ha abierto un período de lucha contra el imperialismo norteamericano y el socialimperialismo soviético”; además todos conocemos su gran tesis estratégica de que “el imperialismo y todos los reaccionarios son tigres de papel”, esta tesis es de extraordinaria importancia y debemos tener muy presente que esa misma tesis la aplicó el Presidente Mao al imperialismo norteamericano y al socialimperialismo soviético a quienes no hay que temerles. Pero también debemos insistir en que se tenga en cuenta cómo concibe el desarrollo de la guerra siguiendo precisamente lo que Lenin planteara sobre la era de guerras que se había abierto en el mundo; el Presidente nos ha enseñado que un país, una nación, un pueblo, aún pequeños, si así lo fueren, pueden vencer al más poderoso explotador y dominante de la Tierra si es que se atreven a tomar las armas; nos ha enseñado además cómo entender el proceso de la guerra y cómo no caer nunca bajo el chantaje nuclear. Creo que estas son algunas cuestiones que deberíamos tener en cuenta para comprender cómo el Presidente Mao Tsetung desarrolló la gran tesis de Lenin sobre el imperialismo. ¿Y por qué insisto en esto? Porque nosotros entendemos que así como Lenin se levanta sobre la gran obra de Marx, el desarrollo hecho por el Presidente Mao Tsetung se levanta sobre la grandiosa obra de Marx y de Lenin, sobre el marxismo-leninismo. No podríamos nunca entender maoísmo sin marxismo-leninismo.

Consideramos que estas cosas son de mucha importancia hoy y para nosotros ha sido decisivo llegar a comprender en la teoría y en la práctica el maoísmo como una tercera, nueva y superior etapa.

EL DIARIO: Presidente Gonzalo, ¿Ud, consideraría de que José Carlos Mariátegui si estuviera vivo asumiera los aportes y las tesis del Presidente Mao?

PRESIDENTE GONZALO: En síntesis, Mariátegui era marxista-leninista; más aún, en él, en Mariátegui, en el fundador del Partido, encontramos tesis similares a las que el Presidente Mao ha establecido a nivel universal. En consecuencia, para mí concretamente, Mariátegui sería hoy marxista-leninista-maoísta; y esto no es especulación, es simplemente producto de la compresión de la vida y obra de José Carlos Mariátegui.

EL DIARIO: Bueno, pasando a otra pregunta. ¿Qué es la ideología del proletariado y qué papel cumple en los procesos sociales del mundo actual? ¿Qué significado tienen los clásicos, Marx, Lenin y Mao, para el PCP?

PRESIDENTE GONZALO: Hoy, mañana y en estas tormentosas décadas que estamos viviendo, vemos la grandiosa importancia y trascendencia que tiene la ideología del proletariado. Primero -aunque recalemos en cosas conocidas- es la teoría y la práctica de la última clase de la historia, la ideología del proletariado es el producto de la lucha del proletariado internacional; también implica el estudio y la comprensión de todo el proceso histórico de la lucha de clases antes del proletariado, de la lucha del campesinado particularmente de éste por las grandes gestas que ha librado, la comprensión y el estudio de lo más alto que ha dado la ciencia. En síntesis, la ideología del proletariado, la gran creación de Marx, es la más alta concepción que ha visto y verá la Tierra; es la concepción, es la ideología científica que por vez primera dotó a los hombres, a la clase principalmente y a los pueblos, de un instrumento teórico y práctico para transformar el mundo. Y todo lo que él previera hemos visto cómo se ha ido cumpliendo. El marxismo se ha ido desarrollando, hemos devenido marxismo-leninismo y hoy marxismo-leninismo-maoísmo y vemos cómo esta ideología es la única capaz de transformar el mundo y hacer la revolución y de llevarnos a la meta inclaudicable: el comunismo. Su importancia es extraordinaria.

Quisiera resaltar de paso esto: es ideología pero científica. Sin embargo deberíamos comprender muy bien que no podemos hacer concesión alguna a las posiciones burguesas que quieren reducir la ideología del proletariado a un simple método, pues, de esa manera se la prostituye, se la niega. Para nosotros la ideología del proletariado y, disculpen la insistencia, pero el Presidente Mao dijo “no basta decir una vez sino cien veces, no basta decir a pocos sino a muchos”, acogiéndome a esto digo, la ideología del proletariado, el marxismo-leninismo-maoísmo y hoy principalmente el maoísmo, es la única ideología todopoderosa porque es verdadera y los hechos históricos lo están demostrando. Es producto, aparte de lo antedicho, de la extraordinaria labor de figuras históricas extraordinarias como Marx, Engels, Lenin, Stalin y el Presidente Mao Tsetung, para destacar notables cumbres; pero entre ellas resaltamos a tres: a Marx, a Lenin y al Presidente Mao Tsetung como las tres banderas que se concretan, una vez más, en marxismo-leninismo-maoísmo y principalmente maoísmo. Y nuestro problema hoy ¿cuál es precisamente?, es enarbolarlo, defenderlo y aplicarlo y bregar esforzadamente sirviendo a que sea mando y guía de la revolución mundial. Sin ideología del proletariado no hay revolución, sin ideología del proletariado no hay perspectiva para la clase y el pueblo, sin ideología del proletariado no hay comunismo.

EL DIARIO: Hablando de ideología, ¿por qué el Pensamiento Gonzalo?

PRESIDENTE GONZALO: El marxismo siempre nos ha enseñado que el problema está en la aplicación de la verdad universal. El Presidente Mao Tsetung fue sumamente insistente en este punto; si el marxismo-leninismo-maoísmo no se aplica a una realidad concreta no se puede dirigir una revolución, no se puede transformar el viejo orden, ni destruirlo ni crear un orden nuevo. Es la aplicación del marxismo-leninismo-maoísmo a la revolución peruana la que ha generado el pensamiento gonzalo, en la lucha de clases de nuestro pueblo, del proletariado principalmente, de las incesantes luchas del campesinado y en el gran marco estremecedor de la revolución mundial; es en medio de todo este fragor, aplicando de la manera más fiel posible la verdad universal a las condiciones concretas de nuestro país, como se ha plasmado el pensamiento gonzalo. Este fue antes nominado pensamiento guía; y si hoy el Partido en el Congreso ha sancionado pensamiento gonzalo es porque se ha producido un salto en ese pensamiento guía, precisamente en el desarrollo de la Guerra Popular. En síntesis, el pensamiento gonzalo no es sino la aplicación del marxismo-leninismo-maoísmo a nuestra realidad concreta; esto nos lleva a que específicamente es principal para nuestro Partido, para la guerra popular y para la revolución en nuestro país, subrayo específicamente principal. Pero, para nosotros, viendo la ideología en términos universales lo principal es el maoísmo reiterándolo una vez más.

EL DIARIO: ¿Cómo actúa el revisionismo y cómo lo combaten Uds.?

PRESIDENTE GONZALO: Primeramente quisiéramos recordar que el marxismo no ha dado un paso en la vida sino en medio de lucha; y en ese proceso de desarrollo del marxismo, surgió el viejo revisionismo que se hundió en la I Guerra Mundial. Pero luego los comunistas nos enfrentamos a un nuevo revisionismo, el revisionismo contemporáneo que comenzó a desenvolverse con Jruschov y sus secuaces y actualmente desata una nueva ofensiva contra el marxismo teniendo como centros más importantes la Unión Soviética y China.

El revisionismo insurgió pregonando una negación completa del marxismo, el revisionismo contemporáneo ha vuelto a hacer lo mismo, como siempre apuntando contra la filosofía marxista para sustituirla por una filosofía burguesa; yendo contra la economía política, particularmente para negar la pauperización creciente y la inevitabilidad del hundimiento del imperialismo; afanándose por falsear y torcer el socialismo científico para oponerse a la lucha de clases y la revolución, pregonar el cretinismo parlamentario y el pacifismo. Todas estas situaciones han sido desenvueltas por los revisionistas y así han apuntado y apuntan a la restauración del capitalismo, a impedir y socavar la revolución mundial, a negar la invicta concepción de la clase. Pero aquí merece precisar algunos puntos para concretar: el revisionismo actúa como cualquier imperialismo; por ejemplo la Unión Soviética, el socialimperialismo soviético predica y aplica el cretinismo parlamentario, monta y maneja acciones armadas en función de conquistar la hegemonía mundial, genera agresiones, contrapone pueblos contra pueblos, lanza masas contra masas, divide a la clase y al pueblo; el revisionismo soviético combate de mil y una maneras todo lo que es verdaderamente marxista y sirve a la revolución. Nosotros somos un ejemplo de eso. Así el socialimperialismo de la URSS en el mundo desarrolla un protervo plan para convertirse en superpotencia hegemónica usando todos los medios a su alcance: entre los cuales hay que destacar el mantenimiento de falsos partidos, comunistas de membrete, “partidos obreros burgueses” como decía Engels. Y de igual manera actúa el revisionismo chino y todo revisionismo según sus condiciones y bastón de mando que siguen.

Así, para nosotros, el problema es combatir al revisionismo y combatirlo implacablemente. Hay que recordar, se nos ha enseñado que no se puede combatir al imperialismo sin combatir al revisionismo, y nuestro Congreso dice hay que combatir al imperialismo, al revisionismo y a la reacción mundial indesligable e implacablemente.

¿Cómo combatirlo? En todos los planos, partiendo de los tres planos clásicos: en lo ideológico, en lo económico y en lo político; en los tres planos tenemos que combatirlos. Si nosotros no cumpliéramos con combatir al revisionismo no seríamos comunistas. Un comunista tiene la obligación de combatir al revisionismo, incansable e implacablemente.

Nosotros lo hemos combatido. Sí, lo hemos combatido y desde sus comienzos; hemos tenido la suerte de poder aportar aquí, en nuestro país, a expulsarlo del Partido en el año 1964, realidad que siempre quiere ocultarse. Debe quedar bien claro que la inmensa mayoría del Partido Comunista se unió tomando las banderas de la lucha contra el revisionismo que el Presidente Mao Tsetung había enarbolado; que se apuntó y se golpeó al revisionismo en las filas del Partido Comunista de entonces hasta expulsar a Del Prado y su pandilla. De ahí hasta hoy seguimos combatiendo al revisionismo y no solamente aquí sino también en el extranjero. Lo combatimos internacionalmente, combatimos al socialimperialismo soviético de Gorbachov, al revisionismo chino de ese protervo Teng Siao-ping, el revisionismo albanés de Ramiz Alía, ese seguidor del revisionista Hoxha; como combatimos a todos los revisionistas que siguen el bastón de mando del socialimperialismo o del revisionismo chino o albanés o de quien fuere.

EL DIARIO: Presidente. ¿En el caso peruano cuál sería la expresión más elevada del revisionismo? Me refiero a sus exponentes.

PRESIDENTE GONZALO: El llamado como etiqueta Partido Comunista Peruano, ése que publica o publicaba Unidad, quinta columna del revisionismo soviético, ése que encabeza el encallecido revisionista Jorge Del Prado, a quien algunos consideran un “consagrado revolucionario”. Y, en segundo lugar, Patria Roja, esa agencia del revisionismo chino con sus caudillos adoradores de Teng.

EL DIARIO: ¿Ud. cree que la influencia del revisionismo en las masas populares del país crea situaciones adversas para la revolución?

PRESIDENTE GONZALO: Si tomamos en cuenta lo que el propio Lenin nos enseñó y el Presidente Mao lo ha vuelto a reiterar desarrollándolo, el revisionismo es una avanzada de la burguesía en las filas del proletariado y de ahí deriva el que escinde, divide el movimiento comunista y los partidos comunistas, de ahí deriva el que escinde, divide el movimiento sindical, escinde, divide el movimiento popular.

El revisionismo obviamente es un cáncer, un cáncer que tiene que ser implacablemente barrido, de otra forma no podremos avanzar en la revolución; y recuérdese lo que dijo Lenin, sintéticamente, hay que forjar en dos cuestiones, forjar en la violencia revolucionaria y forjar en la lucha implacable contra el oportunismo, contra el revisionismo.

En nuestro país creo que hay que ver no solamente esta cuestión para considerar la situación de las masas. Hay que ver también el problema de lo que Engels llamó el “colosal montón de basura”; nos enseñó que un movimiento que tiene décadas, como lo tiene el movimiento del proletariado en nuestro país y más aún el del pueblo en general, genera basura que tiene que ir siendo barrida parte por parte. Esto también hay que considerar; pensamos que es una necesidad.

¿Cuánto puede influenciar en las masas? En las masas lo que hacen los revisionistas es servir a la capitulación ante la reacción interna, en concreto, ante la gran burguesía y los terratenientes, ante la dictadura terrateniente-burocrática que es el actual Estado Peruano. Internacionalmente, capitulan ante el imperialismo y sirven a la hegemonía del socialimperialismo o a los afanes de potencias entre las cuales hoy la actual China está desenvolviéndose. Creemos que conforme la revolución con la guerra popular se desarrolla, conforme la lucha de clases se agudiza el pueblo, el proletariado van comprendiendo más y más cada vez; y, por otro lado, necesariamente conforme ven actuar a los revisionistas y oportunistas de toda laya traicionando cada día y los verán más mañana, tendrán el proletariado y el pueblo que cumplir con su misión de barrerlos de todos los rincones lo más que se pueda, porque lamentablemente no se puede acabar de una sola vez según nos enseñara Engels, pues son parte del “colosal montón de basura”.

EL DIARIO: ¿Consideraría usted que el revisionismo está siendo derrotado en el país definitivamente?.

PRESIDENTE GONZALO: Reiterando lo enseñado por los fundadores del marxismo; conforme ellos actúan participando en el Estado reaccionario, las masas comprenderán su nefasta labor; conforme los ve actuar, conforme todo el pueblo y la clase los ve actuar no pueden menos que ir comprendiendo cada vez más su nocivo papel, su condición de traficantes, de vendeobreros, de oportunistas y traidores. El revisionismo ya comenzó a perder la partida hace buen tiempo atrás, no es sólo con la Guerra Popular; el revisionismo ya comenzó a perder la partida cuando fue expulsado de las filas del Partido, porque ahí comenzó a formarse otra hornada de consecuentes comunistas que son los que después han devenido en éstos que hoy, bajo el Partido Comunista del Perú, dirigen la Guerra Popular; y, pensamos que las masas con ese instinto de clase del cual hablaba Mariátegui, cada vez más pronto comprenderán como ya están comprendiendo.

El revisionismo ya perdió la partida, el resto es tiempo; el problema ya está definido la basura ha comenzado a ser barrida, incendiada; reitero, el problema es tiempo. La partida ya la comenzaron a perder hace muchos años. Y si fuéramos más allá, a los principios, la partida la perdieron desde que se convirtieron en revisionistas, pues la partida se pierde desde que se abandonan los principios, desde ahí. El resto es cómo la lucha de clases se desarrolla y cómo un Partido como el nuestro es capaz de cumplir su papel y cómo las masas lo sustentan, lo apoyan y llevan adelante, cómo van comprendiendo que es su Partido, que defiende sus intereses; y son las propias masas las que darán buena cuenta y justa sanción a quienes por decenios han traficado y siguen traficando y también condenarán, sancionarán a quienes quieran traficar o quienes comiencen a hacerlo.

EL DIARIO: ¿Qué opinión le merece la Nueva Evangelización planteada por el Papa?

PRESIDENTE GONZALO: Marx nos enseñó “la religión es el opio del pueblo”, es una tesis marxista plenamente válida hoy y mañana lo seguirá siendo; que la religión es un fenómeno social producto de la explotación y que se irá extinguiendo conforme la explotación vaya siendo barrida y una nueva sociedad surgiendo. Estos son principios que no podemos soslayar y que debemos tener siempre presentes. Ligado a lo anterior está recordar también que el pueblo tiene religiosidad, lo que jamás ha sido ni será óbice para que luche por sus profundos intereses de clase sirviendo a la revolución y en concreto a la guerra popular; debiendo quedar sumamente claro que esa religiosidad la respetamos como un problema de libertad de conciencia religiosa, como lo reconoce el programa sancionado por el Congreso.

Así que la cuestión planteada tiene que ver, a nuestro juicio, con la jerarquía eclesiástica, con el Papado, con esa vieja teocracia. Esa vieja teocracia supo organizarse y devenir en un poderoso instrumento ya en la época romana, luego ajustarse a las condiciones de la feudalidad y adquiere un inmenso poder, más grande aún; pero en cada circunstancia sofrenando la lucha popular y defendiendo los intereses de los opresores y explotadores, ideológicamente como un escudo reaccionario, para luego de cambiadas las condiciones adaptarse a la nueva situación.

Esto lo podemos ver claramente si pensamos en la relación entre la Iglesia y la revolución burguesa, la vieja revolución burguesa, me refiero a la de Francia por ejemplo; la iglesia defendió tenazmente a la feudalidad, luego a través de muchas contiendas y después de haber sido derrocada la feudalidad, -reitero a través de muchas contiendas-, se va ajustando al orden burgués y otra vez pasa a ser un instrumento al servicio de los nuevos explotadores y opresores. En la situación actual entonces qué vemos; hay una perspectiva histórica incontenible, la revolución proletaria mundial la nueva era iniciada en 1917, es el problema de cómo el proletariado dirige revoluciones para cambiar el orden caduco y generar una nueva y verdadera sociedad, el comunismo. Pues bien, ante esto ¿la Iglesia cómo actúa?, actúa con la experiencia anterior, quiere buscar sobrevivir, de ahí la celebración del Concilio Vaticano II donde la Iglesia busca condiciones que le permitan, primero, defender el orden viejo como siempre lo ha hecho y, luego, ajustarse y acomodarse para servir a nuevos explotadores, para seguir superviviendo, eso es lo que busca, eso es en esencia el Vaticano II.

El problema de la “nueva evangelización” se refiere expresamente a cómo ven los jerarcas eclesiásticos, el Papado en concreto, el papel de América Latina; como ellos mismos lo dicen, la mitad de los católicos del mundo están en América Latina -así decía ya el actual Papa en el año 84-. En consecuencia, están buscando utilizar el medio milenio del descubrimiento de América para llevar adelante un llamado movimiento de “nueva evangelización”. En síntesis lo que ellos piensan es esto: con el descubrimiento de América se inició la evangelización en el año 1494, oficialmente; pues bien, al cumplirse este nuevo centenario quieren desarrollar una “nueva evangelización” en función de defender el bastión, la mitad de su feligresía, la mitad del bastión que sustenta su poder, eso es lo que buscan. Así, los jerarcas, el Papado apuntan a defender sus posiciones en América y servir al imperialismo norteamericano que es quien domina principalmente en América Latina.

Pero hay que entender este plan dentro de una campaña y un plan mundiales, ligado a las relaciones con la Unión Soviética con motivo del milenio de su cristianización, o los vínculos con el revisionismo chino, las acciones de la Iglesia en Polonia, en Ucrania, etc; es un plan mundial, dentro de eso juega la “nueva evangelización”. Pretenden como siempre defender el orden social existente, ser su escudo ideológico porque la ideología de la reacción, la ideología del imperialismo ha caducado, y después acomodarse y seguir sobreviviendo, mas la perspectiva será diferente, no como fue antes, se seguirá la ley que Marx estableció: la religión se irá disolviendo conforme vaya destruyéndose y disolviéndose la explotación y la opresión; y como ellos sirven a clases explotadoras y la que viene no es una clase explotadora, el Papado no podrá sobrevivir; y la religiosidad tendrá que irse disolviendo, entretanto hay que reconocer la libertad de conciencia religiosa hasta que los hombres, avanzando en nuevas condiciones objetivas, puedan tener una conciencia clara, científica y transformadora del mundo. Para nosotros, en consecuencia, habría que ver, en síntesis, la “nueva evangelización” dentro de ese plan de la Iglesia por sobrevivir en las nuevas condiciones de una transformación que sabe que necesariamente se viene.

EL DIARIO: De acuerdo a la definición que hace Ud., Presidente, ¿se podría concluir -o Ud. podría indicar esto- de que las continuas visitas del Papa al país tienen alguna relación con la guerra popular y el apoyo que éste estaría dando al régimen de García Pérez?

PRESIDENTE GONZALO: Yo creo que es correcto, realmente es así. Generalizando, sus visitas a América tienen que ver con la importancia que América Latina tiene y sus visitas al Perú hasta con cómo incluso emplazarnos a deponer las armas a la vez que bendice las armas genocidas, como lo ha hecho en reiteradas ocasiones, en las dos veces que ha venido al Perú.

EL DIARIO: Ahora, Presidente, ¿cuál sería la actitud del PCP en torno a la teocracia religiosa cuando este Partido asuma el Poder del Estado en el país?

PRESIDENTE GONZALO: El marxismo nos ha enseñado separar Iglesia de Estado, es lo primero que hacemos; y en segundo lugar, reitero, lo que hacemos es respetar la libertad de conciencia religiosa de las personas aplicando el principio plenamente: la libertad de creer como también la libertad de no creer, la de ser ateo. De esa manera.

II. SOBRE EL PARTIDO

EL DIARIO: Y pasando a otro tema tan importante en esta entrevista que es el Partido, ¿cuáles considera Ud. que son las lecciones más importantes del proceso del PCP?

PRESIDENTE GONZALO: Sobre el proceso del Partido y sus lecciones. Nosotros comprendemos la historia del Partido en tres partes correlativas con los tres momentos de la sociedad peruana contemporánea. El primer momento, la primera parte, la Constitución del Partido. En ella hemos tenido la suerte de contar con José Carlos Mariátegui, un marxista-leninista a carta cabal, pero Mariátegui, como tenía que ser, fue combatido en vida, fue negado, se abandonó su línea y nunca se cumplió con el Congreso de Constitución que él dejara como tarea pendiente pues el congreso que le llaman de constitución aprobó -como bien sabemos

_ la llamada línea de “unidad nacional” totalmente opuesta a las tesis de Mariátegui; así el Partido va a ir despeñándose en el oportunismo, sufre la influencia del browderismo al cual está ligado Del Prado y luego la del revisionismo contemporáneo. Todo este proceso va a llevarnos a un segundo momento, el de la Reconstitución del Partido: ésta es una lucha en síntesis contra el revisionismo, es un período que comienza a desenvolverse desde los comienzos de los 60 en forma ya más clara y más intensa; este proceso va a llevar a las bases del Partido a unirse contra esa dirección revisionista y, como dijera antes, a expulsarla en la IV Conferencia de enero del 64. El proceso de Reconstitución va a desenvolverse en el Partido hasta el año 78-79, en torno a esos años va a terminar este período y se va a entrar a un tercer momento, el momento de la Dirección de la guerra popular que es en el cual estamos viviendo.

¿Qué lecciones podríamos sacar? La primera lección, la importancia de la base de unidad partidaria y su relación con la lucha de dos líneas; sin esta base y sus tres elementos [1) marxismo-leninismo-maoísmo, pensamiento gonzalo, 2) programa y 3) línea política general] no hay sustento para la construcción ideológico-política del Partido; pero sin lucha de dos líneas no hay base de unidad partidaria. Sin una firme y sagaz lucha de dos líneas en el Partido no puede cogerse firmemente la ideología, no puede establecerse el programa ni la línea política general así como tampoco defenderlos, aplicarlos y menos desarrollarlos. La lucha de dos líneas para nosotros es fundamental y tiene que ver con concebir el Partido como una contradicción en concordancia con el carácter universal de la ley de la contradicción. Una segunda lección, la importancia de la guerra popular; un Partido Comunista tiene como tarea central la conquista del Poder para la clase y el pueblo; un Partido una vez constituido y considerando las condiciones concretas tiene que bregar por plasmar esa conquista y solamente puede hacerlo mediante la guerra popular. Tercera lección importante es la forja de una dirección, la dirección es clave; y, una dirección no se improvisa, requiere de largo tiempo, dura brega, ardua lucha para forjar una dirección, particularmente para que sea una dirección de la guerra popular. Una cuarta lección que podríamos sacar es la necesidad de construir la conquista del Poder, porque así como se hace la guerra popular para conquistar el Poder, hay que también construir esa conquista del Poder; ¿qué queremos decir?, que hay que generar organismos superiores a los de la reacción. Creemos que éstas son importantes lecciones. Una final es el internacionalismo proletario, en siempre desenvolverse como parte del proletariado internacional, siempre concebir la revolución como parte de la revolución mundial, desarrollar la guerra popular -como dice la consigna partidaria- sirviendo a la revolución mundial; ¿por qué?, porque un Partido Comunista al fin y al cabo tiene una meta final insustituíble: el comunismo, y a él, como ha sido establecido, ingresamos todos o no ingresa nadie. Creemos que éstas son las más saltantes lecciones que podríamos plantear.

EL DIARIO: Presidente, ¿qué significado tiene José Carlos Mariátegui para el Partido Comunista del Perú?

PRESIDENTE GONZALO: Para el PCP Mariátegui es su fundador, construyó el Partido sobre claras bases marxista-leninistas, lo dotó en consecuencia de una posición ideológica clara, para él el marxismo-leninismo era el marxismo de su época, de su momento; dotó al Partido de una línea política general; Mariátegui, el más grande marxista que ha dado América hasta hoy, nos dejó su más grande obra en la conformación del Partido Comunista del Perú. Nosotros comprendemos muy bien lo que implicó para el Partido su pérdida, pero debe quedar claro que él dio su vida misma por plasmar su gran obra; fundar el Partido le llevó la vida, es lo que queremos decir; pero no tuvo tiempo para cuajar y desarrollar el Partido -piénsese que él murió a menos de 2 años de constituirlo- y un Partido requiere tiempo para cuajar, desarrollar y para poder cumplir su tarea histórica.

Quisiéramos precisar algo, ya el año 66 planteamos que nunca se debió abandonar el camino de Mariátegui y que el problema era retomar su camino y desarrollarlo, subrayo, desarrollarlo. ¿Por qué?, por cuanto a nivel mundial el marxismo ya había entrado a una nueva etapa, la del hoy maoísmo, y en nuestro propio país se había desarrollado particularmente el capitalismo burocrático, esto al margen de la inagotable lucha del proletariado y del pueblo peruano que nunca han dejado de luchar; por eso planteamos retomar a Mariátegui y desarrollarlo. Hemos servido a redescubrir a Mariátegui y su vigencia en cuanto a leyes generales porque son las mismas leyes sólo que especificadas en una nueva circunstancia nacional e internacional, como acabo de decir; hemos servido a eso.

Pudiéramos decir muchas cosas pero más vale resaltar, creo, algunas. En el año 75 se publicó “Retomar a Mariátegui y reconstituir su Partido”; en ese breve documento demostramos, frente a la negación de muchos que hoy se dicen mariateguistas, que Mariátegui era marxista-leninista “convicto y confeso” como él mismo, con justeza y razón, dijera; hemos planteado los cinco elementos constitutivos de su línea política general. Hemos hecho ver que en Mariátegui se encuentran tesis similares a las del Presidente Mao, basta recordar cuestiones referentes al frente único o al importante problema de la violencia. Mariátegui dice “el Poder se conquista con la violencia y se defiende con la dictadura”, “la revolución es el parto sangriento del presente” y a lo largo de muchos años de su gloriosa vida reiteró persistentemente el papel de la violencia revolucionaria y de la dictadura; también decía que por más mayoría que se pudiera tener en un parlamento podría servir para licenciar un gabinete pero nunca a la clase burguesa, sumamente claro; asimismo debemos destacar porque es clave en su pensamiento: Mariátegui era antirrevisionista.

Pues bien, hemos lidiado en síntesis por retomar y desarrollar el camino de Mariátegui. Pero permítanme decir algo más: sería bueno preguntar a algunos que hoy se dicen mariateguistas qué pensaban de Mariátegui, lo negaban, clara y concretamente; me refiero a los del hoy PUM, sí, a esos que han provenido de la llamada “nueva izquierda”, que pregonaban la caducidad de Mariátegui pues era cosa del pasado, así era de simple su argumentación en esencia. Pero más importante es aún; éstos y otros ¿son realmente mariateguistas?; supongamos Barrantes Lingán ¿qué tiene de mariateguista si es la negación completa de las claras tesis marxista-leninistas que en su momento sostuvo Mariátegui con firmeza y decisión?. Mariátegui nunca fue electorero, planteaba utilizar las elecciones como campaña de propaganda y agitación; fueron revisionistas como Acosta quienes sostuvieron el 45 que esa tesis ya había caducado y que el problema era ganar curules; y eso es lo que hacen hoy los falsos mariateguistas, redomados impenitentes del cretinismo parlamentario.

Nosotros, en síntesis, pensamos así: Mariátegui es el fundador del Partido, su papel está definido en la historia, nadie lo podrá negar jamás y su obra es imperecedera; pero era una necesidad continuarla, desarrollarla precisamente prosiguiendo su camino; la prosecución de un fundador marxista-leninista como era Mariátegui en cuyo pensamiento hay tesis -reitero- similares a las del Presidente Mao, es lógicamente ser marxista-leninista-maoístas como somos nosotros, los miembros del Partido Comunista del Perú. Nosotros pensamos que la figura del fundador es un grandioso ejemplo y tenemos a timbre de orgullo haber sido fundados por él.

EL DIARIO: Presidente, ¿qué influencia tuvo José Carlos Mariátegui en el desarrollo clasista de los trabajadores peruanos?

PRESIDENTE GONZALO: Mariátegui cumplió una gran tarea en medio de una intensa lucha y disculpen que abuse de su pregunta para agregar otras cosas. El ya era marxista antes de ir a Europa, primera cosa que quisiéramos nos permitan insistir pues siempre se dice que allí devino marxista; que allí se desarrollara, eso es otra cosa, obviamente la experiencia europea le fue sumamente importante. Mariátegui libró una lucha muy importante en el plano ideológico; una lucha por lo que él llamaba socialismo, término que el usaba, según explicó, porque aquí no estaba manido ni prostituido como en Europa, pero lo que él difundía y sostenía era el marxismo-leninismo.

Libró una lucha política de gran trascendencia por la conformación del Partido y esto tiene que ver con un problema que hoy día está siendo llevado y traído y torcido artera y burdamente, el problema del debate entre Mariátegui y Haya de la Torre; la cuestión, en síntesis, es bien clara: Mariátegui planteó la formación de un Partido Comunista, de un Partido del proletariado; Haya de la Torre la formación de un frente similar al Kuomintang pues alegaba que el proletariado en el Perú era minúsculo e inmaduro para poder generar un Partido Comunista, ésas eran argucias nada más; es bueno tenerlo en cuenta, pero además el Apra cuando se funda en el Perú lo hace a semejanza del Kuomintang de Chiang Kai-shek, esto es, del verdugo de la revolución china que dio el golpe contrarrevolucionario del año 27, esto debemos tenerlo muy presente. ¿Por qué resalto este problema?, porque ahora se nos está hablando de un haya-mariateguismo, hasta de un haya-leninismo, ¡absurdo!; Mariátegui sí fue marxista-leninista, Haya nunca ha sido ni marxista ni leninista, ¡nunca!, se ha opuesto siempre a las tesis de Lenin. Esto es necesario destacar porque no se puede consentir estas infamias que al fin y al cabo no son sino un frangollo, un engendro para fomentar una alianza de la IU con el Apra en la actualidad, ése es el fondo, el resto supercherías bastardas.

Bien, pero voy a su pregunta. Todo esto lo hizo Mariátegui ligado a la masa, al proletariado, al campesinado; él está teórica y prácticamente ligado a la conformación de la CGTP que es producto de su trabajo, principalmente, pero de la CGTP que él fundó, de ésa de la parte final de los años 20, no de la actual cgtp que es la negación completa de lo que Mariátegui planteara. Desarrolló también trabajo con el campesinado; el problema campesino en él es sustantivo, es el problema de la tierra y en esencia el del indio como muy bien lo dijera. Asimismo desarrolló trabajo con intelectuales, como con mujeres y jóvenes. Mariátegui ha desarrollado pues su labor ligado a las masas dándoles camino, estableciendo sus formas orgánicas y actuando decisivamente para el desarrollo orgánico del proletariado y del pueblo en el Perú.

EL DIARIO: Seguimos con el mismo tema. ¿Por qué el PCP le da tanta importancia a la fracción, aquella fracción que reconstituyó el Partido?

PRESIDENTE GONZALO: Es un tema importante y poco conocido fuera de las filas del Partido. Comencemos por esto, Lenin nos planteó el problema de la fracción concibiéndola como el conjunto de hombres sólidamente cohesionados para actuar aplicando los principios en su forma más pura, y que una fracción debería plantear abiertamente sus posiciones políticas para llevar la lucha y desarrollar el Partido; es este concepto leninista que hemos tomado para formar la fracción. La fracción comienza a formarse en los inicios de los años 60 y está ligada a la lucha entre marxismo y revisionismo a nivel mundial que obviamente repercutió en nuestro país. La fracción comienza a plantearse el problema de cómo desenvolver la revolución en el Perú y va a encontrar estas cuestiones en las obras del Presidente Mao Tsetung que por entonces comenzaban a llegar. ¿Qué cuestiones nos planteamos?, nos planteamos que la revolución en el Perú necesitaba de un Partido bien sustentado ideológica y políticamente, que el campesinado era la fuerza principal en nuestra sociedad en tanto que el proletariado era la clase dirigente y que el camino que teníamos que seguir era del campo a la ciudad; así nos hemos desenvuelto. La fracción ha servido a la lucha contra el revisionismo de Del Prado y hemos sido parte de todos aquellos que nos unimos para barrer de las filas del Partido y expulsar a la camarilla de Del Prado.

La fracción va a seguirse desenvolviendo en una circunstancia en que en el Partido se dan varias fracciones, una fracción encabezada por Paredes y otras dos fracciones que actuaban encubiertamente, no aplicando los criterios leninistas de fracción sino actuando como un partido dentro de otro, me refiero a Patria Roja, con su llamado “grupo Ching-kang”, y al autodenominado “grupo bolchevique”; y la fracción nuestra cuyo centro era la región de Ayacucho. La fracción se abocó a plantear cómo -ya habiendo definido línea en la V Conferencia del año 65- debería verse el problema de los tres instrumentos de la revolución; esto va a atizar una lucha interna y mal conducida, huérfanos de suficiente cohesión el Partido va a explosionar. Así, primero va a salir Patria Roja; pero salió expulsada del Partido por seguir una línea oportunista de derecha, por negar al Presidente Mao Tsetung, por negar a Mariátegui, por negar la existencia de situación revolucionaria en el Perú. Quedaron tres fracciones.

Luego, en la VI Conferencia del año 69, se acordó la base de unidad partidaria y la Reconstitución del Partido, dos problemas que había planteado la fracción, así como el año 67 había planteado cuestiones fundamentales en una reunión de la comisión política ampliada de entonces; Paredes y su grupo no estaban de acuerdo con la Reconstitución del Partido ni con la base de unidad partidaria y montaron un plan para volar el Partido pues no podían controlarlo, ése fue su plan siniestro. Se libró una dura lucha contra ese liquidacionismo de derecha; de esta forma vamos a quedar dos fracciones: la nuestra y la del autodenominado “grupo bolchevique”, éste va a desenvolver un liquidacionismo de izquierda, planteaban posiciones tales como que había estabilidad y en consecuencia no había situación revolucionaria, que el fascismo lo destruía todo, que no se podía hacer trabajo de masas, que había que formar militancia en seminarios, etcétera.

Esta lucha llevó a que la fracción asuma sola la Reconstitución del Partido. Lenin dice que llegado un momento una fracción que es consecuente tiene que reconstruir el Partido; ésa fue la tarea que asumió la fracción. Aquí cabría preguntarse: por qué la fracción asumió la Reconstitución del Partido, por qué no se fundó otro como era la moda y lo sigue siendo hoy. La primera razón, porque el Partido fue fundado el 28 sobre claras bases marxista-leninistas y tenía entonces una gran experiencia, experiencia que está hecha de lecciones positivas y negativas, de ambas; pero hay algo más, Lenin nos dice que cuando uno está en un Partido que se desvía, se desenrumba o despeña en el oportunismo, tiene la obligación de bregar por reenrumbarlo y no hacerlo es un crimen político. Así, la fracción tiene la importancia de haber cumplido ese papel, de haber servido a la Reconstitución del Partido a partir de su construcción ideológico-política, basándose en el maoísmo, que entonces llamábamos pensamiento maotsetung y en el establecimiento de una línea política general. La fracción tiene el gran mérito de haber reconstituido el Partido y teniéndolo había ya el instrumento, el “heroico combatiente”, el Partido Comunista de nuevo tipo, marxista-leninista-maoísta, la vanguardia política organizada, y no la “organización político-militar” como erroneamente suelen decir, el Partido necesario para lanzarse a la conquista del Poder con las armas en la mano a través de la guerra popular.

EL DIARIO: ¿Qué cambios se han producido en el Partido con la guerra popular?

PRESIDENTE GONZALO: Lo primero, lo principal, en base al trabajo anterior la guerra popular nos ha servido para llegar a comprender el maoísmo como una nueva, tercera y superior etapa del marxismo; nos ha servido para desarrollar la militarización del Partido y su construcción concéntrica; la Guerra Popular ha servido para forjar un ejército guerrillero popular pues éste se forjó, se formó recién en el año 1983.

El Ejército Guerrillero Popular es importante, es la forma principal de organización correspondiente a que la guerra popular es la forma principal de lucha; el ejército guerrillero popular que hemos fundado, y se desarrolla pujante, está hecho a la luz de las tesis del Presidente Mao Tsetung y de una muy importante de Lenin sobre la milicia popular: nos dice que el ejército puede ser usurpado y manejársele para generar una restauración, por eso él planteó la milicia popular la que debía asumir funciones de ejército, de policía y de administración, una gran tesis que si bien no la llegó a plasmar por circunstancias históricas no quiere decir que no sea importante y válida, y tan válida es que el propio Presidente Mao se preocupó bastante por el problema de desarrollar la milicia popular. Entonces nuestro ejército sale con esos caracteres, está hecho teniendo en cuenta esas experiencias pero tiene su peculiaridad; nosotros tenemos una conformación de tres fuerzas: una fuerza principal, una fuerza local y una fuerza de base, no tenemos una milicia independiente sino que ella está en la base misma del ejército, está hecho con ese criterio; también podríamos decir que no podía hacerse el Ejército Guerrillero Popular de otra manera en nuestras condiciones concretas, pero realmente fueron los principios los que nos guiaron. Este ejército, no obstante esos caracteres, ha podido actuar en toda situación y puede tener los reajustes y reorganizaciones que sean necesarios.

Otra cuestión derivada de la guerra popular, su principal logro, es el Nuevo Poder. El problema del Nuevo Poder lo vemos ligado al problema del frente, basándonos en lo que el Presidente Mao dice en su obra Sobre la Nueva Democracia; hemos tenido en cuenta además la larga y podrida experiencia del frentismo en el Perú donde se traficó y sigue traficándose con el frente único, ayer con el llamado “Frente de Liberación Nacional” y hoy principalmente con la autodenominada Izquierda Unida y otros engendros en formación como la cacareada “Convergencia Socialista”. O sea, siempre tenemos en cuenta los principios y las condiciones concretas de nuestra realidad; por eso no entendemos por qué se nos dice dogmáticos, en fin, el papel aguanta todo. Esto nos ha llevado a formar el Frente Revolucionario de Defensa del Pueblo; acá hay otra cosa: fuimos nosotros quienes creamos el primer frente de defensa del pueblo en Ayacucho, ejemplo que después, como creación heroica, deformándolo, se apropió Patria Roja para hacer sus “FEDIP” hasta cuyo nombre es erróneo, pues si es un frente de defensa del pueblo ¿cómo no va a defender los intereses del pueblo?. El Frente Revolucionario de Defensa del Pueblo solamente lo construimos en el campo y lo concretamos como Poder, como comité popular y esos comités populares en un área conforman una base de apoyo y el conjunto de las bases es lo que llamamos la República Popular de Nueva Democracia en formación. El problema para las ciudades lo planteamos mediante la conformación del Movimiento Revolucionario de Defensa del Pueblo que también sirve a librar la guerra popular en la ciudad, a nuclear fuerzas, a socavar el orden reaccionario y a desenvolverse la aglutinación de las clases en función de la futura insurrección.

Otros cambios tienen que ver con la forja de la militancia; obviamente la guerra forja de otra manera, templa, nos permite encarnar más profundamente la ideología, generar una militancia más férrea con el criterio de reto a la muerte o con el de arrancar a la muerte laureles de victoria. También podríamos decir que otro cambio en el Partido, ya en otro plano u otra repercusión, mejor diré, tiene que ver con la revolución mundial; la guerra popular ha permitido al Partido mostrar palmariamente cómo cogiendo el marxismo-leninismo-maoísmo podemos desenvolver una guerra popular sin estar sujetos a ningún bastón de mando, a ninguna superpotencia ni potencia alguna; a cómo es factible apoyándonos en nuestros propios esfuerzos llevar adelante la guerra popular. Todo esto ha dado al Partido un prestigio a nivel internacional como nunca antes ha tenido y no es ninguna orgullosa afirmación, lejos de nosotros la fatuidad, es un simple hecho; y nos permite también servir como nunca antes al desarrollo de la revolución mundial. De esa manera el Partido mediante la guerra popular está cumpliendo su papel de Partido Comunista del Perú.

EL DIARIO: ¿Cómo participan los obreros y campesinos en el Ejército Guerrillero Popular?

PRESIDENTE GONZALO: Participa principalmente el campesinado, pobre en especial, como combatientes y mandos en los diferentes niveles, de esa manera participan. Los obreros de igual forma aunque el porcentaje que ahora tenemos es insuficiente.

EL DIARIO: Presidente, ¿dónde se desarrolla mós el nuevo Poder, en el campo o en la ciudad?

PRESIDENTE GONZALO: El Nuevo Poder solamente lo desarrollamos en el campo, en las ciudades se dará en la parte final de la revolución. Es problema del proceso de la guerra popular; creo que si viéramos guerra popular ahí se puede tratar un poco más este punto.

EL DIARIO: Presidente, cambiando un poco, en los documentos del Partido Comunista se plantea que Ud. es el Jefe del Partido y de la revolución. ¿Qué implicancia tiene y cómo se opone a la tesis revisionista del culto de la personalidad?

PRESIDENTE GONZALO: Aquí tenemos que recordar la tesis de Lenin sobre el problema de la relación masas-clases-Partidos-jefes. Consideramos que la revolución, el Partido, la clase generan jefes, generan un grupo de jefes; en toda revolución ha sido así. Si pensamos, por ejemplo, en la Revolución de Octubre, tenemos a Lenin, Stalin, Sverdlov y unos cuantos nombres más, un pequeño grupo; lo mismo en la revolución China, también tenemos un pequeño grupo de jefes: el Presidente Mao Tsetung, y los camaradas Kang Sheng, Chiang Ching, Chan Chung-chao entre otros. Toda revolución es así, entonces esto también se da en la nuestra; no podríamos ser excepción, acá no vale que toda regla tiene excepción, acá se trata del cumplimiento de leyes. Todo proceso, pues, tiene jefes pero tiene un jefe que sobresale sobre los demás o que encabeza a los demás, según las condiciones porque no podríamos ver a todos los jefes con igual dimensión: Marx es Marx, Lenin es Lenin, el Presidente Mao es el Presidente Mao, y cada uno es irrepetible y nadie es igual a ellos.

En nuestro Partido, revolución y guerra popular, el proletariado ha generado también un conjunto de jefes por necesidad y casualidad históricas, en el sentido de Engels; es una necesidad que se generen jefes y un jefe, pero quiénes lo sean en concreto lo define la casualidad, o sea el conjunto de condiciones específicas que se concretan en un lugar y momento determinados. Así también en nuestro caso se ha generado una Jefatura; primero fue reconocida en el Partido, en la Conferencia Nacional Ampliada de 1979; pero esta cuestión encierra una cuestión básica insoslayable que merece destacar: no hay Jefatura que no se sustente en un pensamiento, cualquiera sea el grado de desarrollo que el mismo tenga. El que haya devenido quien habla en jefe del Partido y de la revolución, como dicen los acuerdos, tiene que ver con la necesidad y la casualidad histórica y, obviamente, con el pensamiento gonzalo; nadie sabe qué es lo que la revolución y el Partido pueden hacer con cada uno de nosotros, y cuando tal cosa se especifica lo único que cabe es asumir la responsabilidad.

Nos hemos movido dentro de la tesis de Lenin que es justa y correcta; el problema del culto a la personalidad es una posición revisionista. Ya Lenin nos advirtió contra el problema de la negación de los jefes, así como destacó la necesidad de que la clase, el Partido, la revolución promuevan a sus propios dirigentes, más dirigentes a jefes y a Jefatura. Hay una diferencia que vale resaltar, dirigente es un cargo orgánico en tanto que jefes y Jefatura los entendemos como reconocimiento de autoridad partidaria y revolucionaria, adquirida y probada en larga brega, de quienes en la teoría y la práctica demuestran que son capaces de encabezarnos y guiarnos hacia el avance y la victoria en la consecución de nuestros ideales de clase.

Jruschov levantó el problema del culto a la personalidad para combatir al camarada Stalin, pero ése fue un pretexto como sabemos todos, en el fondo era para combatir la dictadura del proletariado. Hoy mismo Gorbachov vuelve a enarbolar el culto a la personalidad, como también lo hicieron los revisionistas chinos Liu Shao-chi y Teng Siao-ping. Es en consecuencia una tesis revisionista que apunta en esencia contra la dictadura del proletariado y contra las jefaturas y jefes del proceso revolucionario general para descabezarlo. En nuestro caso a dónde apuntaría en concreto, a descabezar la guerra popular; nosotros no tenemos aún dictadura del proletariado sino un Nuevo Poder que se desenvuelve según normas de nueva democracia, o de dictadura conjunta de obreros, campesinos y progresistas. En nuestro caso apunta pues, principalmente, a descabezar; y bien sabe la reacción y sus sirvientes por qué lo hacen, porque no es fácil generar jefes y jefatura. Y una guerra popular, así como se desarrolla en el país, necesita de jefes y de una Jefatura, de alguien que la represente y la encabece y de un grupo capaz de comandarla indoblegablemente. En síntesis, el culto a la personalidad es una siniestra tesis revisionista, que no tiene nada que ver con nuestra concepción sobre jefes que se ciñe al leninismo.

EL DIARIO: ¿Qué significado tiene para Ud. y su Partido la celebración del I Congreso del Partido Comunista del Perú?

PRESIDENTE GONZALO: Volviendo a esto quisiéramos decir algunas cuestiones. Reiteramos es un hito de victoria; es cumplir con una deuda pendiente que incluso el propio fundador estableciera. Hemos celebrado el Primer Congreso del Partido Comunista del Perú. ¿Qué implica esto? Reafirmamos que ninguno de los 4 congresos habidos hasta el 62, época en la cual nos desenvolvíamos dentro del Partido de entonces, ninguno de ellos es un congreso marxista, ninguno de ellos se ha ceñido estrictamente a la concepción del proletariado. Por eso nuestro Congreso es marxista para resaltar lo que acabo de decir; pero desenvolviéndonos en el momento histórico en que estamos, el Congreso es marxista-leninista-maoísta, porque el maoísmo es la tercera, nueva y superior etapa, y es, al fin y al cabo, la principal de las tres. Pero también es pensamiento gonzalo porque el Congreso se sustenta en ese pensamiento que ha sido generado en el proceso de aplicación de la verdad universal, del marxismo-leninismo-maoísmo, a la situación concreta de nuestra realidad. Por todo esto es un “Congreso marxista, Congreso marxista-leninista-maoísta, pensamiento gonzalo”.

Este Congreso nos ha permitido hacer un balance de todo el proceso seguido y sacar las lecciones positivas y negativas. Este Congreso nos ha permitido sancionar la base de unidad partidaria conformada con sus tres elementos: 1) la ideología, el marxismo-leninismo-maoísmo, pensamiento gonzalo, 2) el programa y 3) la línea política general, con su centro la línea militar. El Congreso también ha logrado sentar sólidas bases para la conquista del poder en perspectiva, reitero en perspectiva.

El Congreso solamente lo hemos podido cumplir en medio de la guerra popular, y decimos esto porque ya en 1967 nos planteamos realizar el quinto congreso y el 76 nos planteamos hacer el Congreso de la reconstitución. Durante varios años hicimos intentos, sin embargo no los pudimos plasmar, ¿por qué?; expresa lo que se ha visto en muchos partidos, que cuando se preparan para ingresar a la lucha armada, a tomar las armas, se enzarzan en grandes luchas intestinas que llevan a divisiones, a voladuras. Y así se frustra el desarrollar la conquista del Poder con las armas en las manos. Esto nos llevó en el año 78 a posponer el congreso para realizarlo cuando estuviéramos en plena guerra popular; hicimos un razonamiento sencillo y simple, estando en guerra quién se iba a oponer a la guerra popular; un congreso y un partido con las armas en las manos, con una guerra popular pujante, cómo podría haber quienes se opusieran a desarrollar la guerra popular, ya no podrían generarnos ningún daño.

El Congreso ha desarrollado otras situaciones, ha hecho ver y comprender más profundamente el proceso de la guerra popular, y particularmente la necesidad de construir la conquista del Poder. También el Congreso ha dado un salto en la lucha y eso es bueno; y es necesario decirlo con claridad, aunque algunos lo quieran mal entender, pero en fin, estamos curados de malas interpretaciones, de elementos extraños y no revolucionarios. En el Congreso se ha definido que la lucha de dos líneas en el Partido se desenvuelve contra el revisionismo como peligro principal.

Esto merece una pequeña explicación. En el Partido no hay una línea oportunista de derecha; en estos momentos se dan solamente actitudes, ideas, criterios y hasta posiciones de derecha aislados. Pero precisamente profundizando el problema, el Congreso ha concluido que plantearnos combatir el revisionismo como peligro principal es la mejor forma como el Partido puede prevenirse y conjurar y que en él pueda expresarse una línea oportunista de derecha que sería revisionista.

El Presidente Mao demandó preocuparse siempre por el revisionismo, porque ése es el peligro principal que tiene la revolución en el mundo. De esta manera también nos compaginamos con la situación fuera de nuestras filas, pues toda expresión que pueda darse en el Partido de actitudes, ideas, criterios y posiciones de corte derechista tienen que ver con la dinámica ideológica; con la repercusión de la lucha de clases, de las campañas del Estado reaccionario, con la propia acción del revisionismo en el país, con las contrarrevolucionarias actividades del imperialismo, especialmente con la contienda entre las dos superpotencias y la siniestra labor del revisionismo a nivel mundial. De esta manera el Partido, nos vacuna, nos prepara y elevamos la guardia; y así, aplicando una firme y sagaz lucha de dos líneas en el seno del pueblo, porque reitero no hay línea oportunista de derecha, podemos evitar que pudiera presentarse una línea revisionista. Lo dicho puede ser mal interpretado, pero hay que decir las cosas y enseñar al pueblo; a nosotros el Congreso nos arma y manda ¡Cuidarse del revisionismo! y ¡Combatirlo implacablemente! doquiera se presente, comenzando por conjurar y combatir cualquier expresión que se pudiera dar del mismo en el propio Partido. Y así estamos mejor armados para combatir el revisionismo fuera de nuestras filas y a nivel mundial. Este es uno de los puntos más importantes del Congreso.

El Congreso nos ha dado una gran unanimidad; sí unanimidad, pues nos ceñimos a lo que demandaba Lenin: un partido para enfrentar situaciones complejas y difíciles, como las que enfrentamos diariamente, más en momentos decisivos en los cuales nos estamos desenvolviendo y nos desenvolveremos, debe tener unanimidad. Hay que desplegar lucha para tener una línea clara, definida, e igual comprensión, para tener unidad férrea y golpear contundentemente. Eso nos ha dado el Congreso también, unanimidad pero lograda, insisto, a través de la lucha de dos líneas. Así es como actuamos; y ¿por qué es así?, reitero una vez más, el Partido es una contradicción y la contradicción tiene dos aspectos en lucha, así es y de eso nadie puede escapar.

Nuestro Partido entonces está hoy más unido que nunca, y más unido por las altas tareas que tiene que acometer con resolución y firmeza. En otro plano, el Congreso, obviamente, seleccionó el Comité Central, y si es Primer Congreso tenemos el Primer Comité Central. El Congreso nos ha dado todas estas cosas y, finalmente, como bien sabemos todos, es el nivel supremo de un partido, lo que ahí se ha sancionado ha quedado convalidado al nivel orgánico más elevado. Hoy día todo nos hace más fuertes, más unidos, más decididos, más resueltos; pero hay algo que vale destacar nuevamente: el Congreso es hijo del Partido y de la guerra, sin la guerra popular no se hubiera cumplido esa tarea histórica pendiente casi 60 años desde la fundación en el 28, pero lo importante está en que el Congreso potencia el desarrollo de la guerra popular, le devuelve a la guerra popular con creces lo que ha hecho por su plasmación. La guerra popular ahora es más fuerte y se potenciará mucho más que ayer.

Por todo esto el Congreso para nosotros, miembros del Partido Comunista del Perú, es un hito imperecedero de victoria y estamos seguros que quedará estampado en nuestra historia partidaria. Esperamos de él grandes resultados que sirvan al proletariado del Perú y al pueblo peruano, que sirvan al proletariado internacional, a las naciones oprimidas y a los pueblos del mundo.

EL DIARIO: Algunos señalan que la realización del Primer Congreso del PCP, por las mismas condiciones en que se realizó, de intensa guerra popular, significó un duro golpe para las fuerzas reaccionarias, ¿qué nos dice de esto?

PRESIDENTE GONZALO: Nos parece que ésa es una certera opinión que demuestra como hay en este país una clase y un pueblo que entienden lo que estamos haciendo, lo que el Partido está haciendo; para nosotros es un gran reconocimiento que nos lleva a esforzarnos más por ser merecedores de esa confianza, de esa esperanza.

EL DIARIO: ¿El Partido Comunista del Perú se habría depurado antes de la realización del Congreso?

PRESIDENTE GONZALO: No, en nuestro caso la fuerte depuración que hemos tenido ha sido para iniciar la guerra popular, en el IX Pleno del año 79; ahí dimos dura lucha contra una línea oportunista de derecha que se oponía a iniciar la guerra popular, fue ahí que se produjeron expulsiones y una depuración del Partido; pero como está bien establecido la depuración fortalece y nos fortalecimos, la prueba es que ingresamos a la guerra popular y ya estamos llevándola ocho años. En el Congreso no ha habido tal depuración.

EL DIARIO: Muchos se preguntan y no entienden ¿dónde radica la fortaleza y decisión del militante del PCP? ¿Será acaso su sólida formación ideológica?. ¿Cómo se da este proceso en la militancia?

PRESIDENTE GONZALO: La fortaleza de los militantes del Partido realmente se sustenta en la formación ideológica y política; se sustenta en que los militantes abrazan la ideología del proletariado y su especificación, el marxismo-leninismo-maoísmo, pensamiento gonzalo, el programa y la línea política general y su centro la línea militar. A partir de esto se desarrolla la fortaleza de la militancia. Una cosa que nos preocupó bastante para el inicio de la guerra popular fue la militancia; en la preparación de la guerra popular nos planteamos cómo templar la militancia y nos impusimos altas exigencias: romper con la vieja sociedad, dedicación cabal y completa a la revolución y dar nuestra vida; es muy expresivo recordar la Plenaria del Comité Central del año 80 y la escuela militar, al término de estos eventos toda la militancia hizo un compromiso, todos asumimos ser iniciadores de la guerra popular, fue un compromiso solemne que luego se hizo en todo el Partido.

¿Cómo se da este proceso? Parte primero de cómo se va forjando cada uno de los futuros militantes, antes de serlo, en la lucha de clases; cada uno va participando en la lucha de clases, va avanzando, va trabajando más cercanamente a nosotros, hasta que llega el momento en que uno individualmente toma la gran resolución de pedir su ingreso al Partido, éste analiza sus condiciones, sus méritos, también sus limitaciones porque todos las tenemos, y le otorga la militancia si la merece. En el Partido comienza ya la formación ideológica sistemática; es en él que nos vamos haciendo comunistas, es él que nos va haciendo comunistas. La circunstancia de los últimos años tiene como característica que la militancia se templa en la guerra; y más quienes ingresan lo hacen a un Partido que dirige la guerra, por tanto, si ingresan es para desenvolverse como comunistas primero y principalmente, como combatientes del Ejército Guerrillero Popular y como administrador en el caso que corresponda en los niveles del Nuevo Estado que organizamos.

Entonces la guerra popular es otro elemento de mucha importancia que coadyuva a la forja de la militancia. Sintetizando, si bien partimos de lo ideológico-político, la guerra misma va forjando al militante, en esa ardorosa fragua, según el Partido nos va modelando; y así vamos avanzando todos nosotros y sirviendo. Sin embargo, siempre tenemos una contradicción entre la línea roja que prima en nuestra cabeza y la línea contraria, se dan las dos pues no hay comunista ciento por ciento; y en nuestra mente se libra la lucha de dos líneas y esta lucha es clave también para la forja de la militancia, apuntando a que siempre prime en nosotros la línea roja. Eso es lo que buscamos.

Así se está forjando la militancia; y los hechos muestran el grado de heroísmo revolucionario al que son capaces de llegar los militantes, así como otros hijos del pueblo.

EL DIARIO: ¿Ud. considera que una de las expresiones más elevadas del heroísmo de la militancia del PCP se haya dado en los penales el 19 de Junio de 1986?

PRESIDENTE GONZALO: Es una alta expresión, sí; pero consideramos que el más alto heroísmo revolucionario derrochado a raudales se expresó al enfrentar el genocidio de los años 83 y 84, cuando enfrentamos a las fuerzas armadas que recién entraban; ése ha sido hasta hoy el mayor genocidio masivo, y en él se han dado grandiosos ejemplos de combatividad popular lo que es vital y principal y, además, se da una expresión masiva de heroísmo, de entrega, de dar la vida y no solamente de los comunistas, sino de campesinos, de obreros, de intelectuales, de hijos del pueblo; ahí se dio la más grande muestra de heroísmo revolucionario masivo y nuestra más grande forja también.

Entonces podrían decirnos por qué toman el 19 de junio como “Día de la Heroicidad”. El 19 es una fecha que muestra ante nuestro pueblo y el mundo lo que son capaces de hacer comunistas firmes y revolucionarios consecuentes, porque no solamente han muerto comunistas, la mayor parte han sido revolucionarios. De ahí que deriva como símbolo porque hay una fecha específica, en tanto que el genocidio general son dos años, son muchos hechos dispersos; el 19 es un solo hecho de gran repercusión y ejemplo que estremeció el Perú y el mundo. Por eso hemos tomado el 19 de junio como “Día de la Heroicidad”.

EL DIARIO: Presidente, ¿cómo el PCP puede sostener materialmente el gigantesco aparato partidario, incluyendo el Ejército Guerrillero Popular?

PRESIDENTE GONZALO: Creo que esto merece algunas precisiones. Sobre el Partido, el Presidente Mao nos enseña, como lo han enseñado siempre Marx, Lenin y los grandes marxistas, que el partido no es partido de masas, que el partido tiene carácter de masas; carácter de masas en tanto que siendo el partido una organización selecta, una selección de los mejores, de los probados, de los que tienen madera como decía Stalin, siendo pocos numéricamente en proporción a la inmensa masa, el partido defiende los intereses del proletariado, asume el interés de clase del proletariado en tanto asume la emancipación del proletariado que solamente llegará con el comunismo. Pero como en la revolución actúan otras clases que conforman el pueblo, el partido también defiende sus intereses en consonancia con que el proletariado solamente puede emanciparse emancipando a los demás oprimidos, de otra forma no puede emanciparse.

Por eso el partido tiene carácter de masas pero el partido no es de masas; el partido de masas del cual tanto se está hablando hoy no es sino expresión, una vez más, de podridas posiciones revisionistas; son esos partidos de adherentes, de funcionarios, esas máquinas organizativas. Nuestro Partido es un partido de militantes, de dirigentes, una máquina de guerra tal como demandara el propio Lenin. Bien, creo que en refuerzo de esto podemos pensar cuántos bolcheviques había cuando triunfó la revolución de Octubre: 80 mil en un país de 150 millones de habitantes.

El partido es un sistema de organizaciones y obviamente tiene necesidades. La formación de un ejército que es numéricamente mucho más grande, más amplio, también tiene necesidades. Cómo resolver el problema, también el marxismo nos ha enseñado y el Presidente Mao en especial. El PCCh por instrucción del Presidente Mao Tsetung concluyó que el apoyo económico que se daba a los partidos era un corrosivo y que era un criterio revisionista porque un partido debe apoyarse en las propias fuerzas; esto es lo que hemos seguido, apoyarnos en las propias fuerzas. Apoyarnos en las propias fuerzas tiene que ver con las necesidades económicas pero principalmente, a nuestro entender, tiene que ver con cómo orientarse ideológica y políticamente, y partiendo de eso es que podemos ver cómo asumir las necesidades económicas que siempre se presentan; sería erróneo decir que no existen.

Pues bien, basándonos en estos criterios hemos resuelto el problema y lo seguiremos resolviendo apoyándonos en las masas; son las masas de nuestro pueblo, es el proletariado, nuestra clase, porque ésa es nuestra clase, a ella nos debemos, a ella le servimos, es nuestro campesinado principalmente pobre, es la intelectualidad, la pequeña burguesía, los avanzados, los revolucionarios, los que quieren la transformación radical, la revolución en un término, quienes sustentan al Partido, principalmente el campesinado y el proletariado, ellos son los que sustentan. Y si más allá vamos, el campesinado pobre principalmente es el que se quita un mendrugo de la boca para darnos, el que nos da un pedazo de su manta, el que nos da un lugarcito en su choza, es ése el que nos sostiene, nos apoya y nos da hasta su propia sangre, como también la da el proletariado, como también la dan los intelectuales; así es como nos estamos desenvolviendo. Nos basamos en eso.

Este problema nos lleva a las siguientes cuestiones. Partir de este fundamento nos permite tener independencia, no depender de bastón de mando alguno porque en el comunismo internacional se acostumbró a bastón de mando, Jruschov era un campeón del bastón de mando, como lo es hoy Gorbachov o como lo es Teng, ese siniestro personaje; independencia porque cada Partido Comunista tiene que decidir él mismo porque es responsable de su revolución, lo cual no implica desligarse de la revolución mundial sino precisamente para servirla. Esto nos permite autodecisión, el decidir por nosotros mismos. El presidente Mao decía así: muchos consejos se nos dieron, algunos buenos y algunos malos, los buenos los aceptábamos, los malos los rechazábamos; pero si hubiéramos aceptado un principio erróneo la responsabilidad no hubiera sido de quien nos lo dio sino de nosotros mismos. ¿Por qué?, porque tenemos autodecisión, se compagina con la independencia y eso nos lleva al autosostenimiento, a tener que basarnos en nuestras propias fuerzas.

¿Quiere decir esto que desconocemos el internacionalismo proletario?, no, al contrario, somos practicantes fervientes y consecuentes del internacionalismo proletario; y, estamos convencidos del apoyo que nos brindan el proletariado internacional, las naciones oprimidas, los pueblos del mundo, los propios partidos u organizaciones que se mantienen fieles al marxismo cualquiera sea su grado de desarrollo, y reconocemos que lo primero que nos dan, su primer apoyo es su propia lucha; la propaganda o las celebraciones que hacen es un apoyo que va ganando opinión pública y así se va expresando el internacionalismo proletario; también está en los consejos que nos dan, en las opiniones que vierten pero, insisto, nosotros somos los que tenemos que decidir si los aceptamos o no, si son justos bienvenidos, obviamente, porque entre partidos tenemos obligación de ayudarnos más en estos tiempos difíciles y complejos.

Entonces, reiterando, toda la lucha que libran el proletariado, las naciones oprimidas, los pueblos del mundo, los partidos y organizaciones firmes y fieles al marxismo, toda esa lucha es la primera gran ayuda concreta del internacionalismo proletario. Sin embargo, la más grandiosa ayuda que tenemos es el inmarcesible marxismo-leninismo-maoísmo, la ideología del proletariado internacional, lo que ha generado la clase obrera en largos decenios y miles de combates en todo el mundo; ésa es la más grandiosa ayuda que recibimos porque es la luz, sin esa luz nuestros ojos no verían nada, pero con esa luz nuestros ojos pueden ver y nuestras manos actuar. Así vemos este problema y así avanzamos.

EL DIARIO: Presidente, podría estar de más hacerle esta pregunta, pero quisiéramos saber su opinión respecto a qué piensa Ud. de los partidos revisionistas que viven de las fundaciones internacionales y de las grandes potencias imperialistas y del socialimperialismo.

PRESIDENTE GONZALO: Que han traicionado la revolución mundial y traicionan la revolución en cada país, a la clase y el pueblo, porque servir a superpotencias o potencias imperialistas, servir al revisionismo especialmente al socialimperialismo, ir tras bastón de mando, ser fichas de ajedrez en el juego por el dominio del mundo es traicionar a la revolución.

III. GUERRA POPULAR

EL DIARIO: Presidente, ahora hablemos de la guerra popular. ¿Qué significa la violencia para el Presidente Gonzalo?

PRESIDENTE GONZALO: En cuanto a la violencia partimos de un principio establecido por el Presidente Mao Tsetung: la violencia es una ley universal sin excepción alguna, quiero decir la violencia revolucionaria; esa violencia es la que nos permite resolver las contradicciones fundamentales con un ejército y a través de la guerra popular. ¿Por qué partimos de la tesis del Presidente Mao? porque creemos que con él el marxismo se ha reafirmado y ha llegado a establecer que no hay excepción alguna; Marx ya nos planteó la violencia como partera de la historia que sigue siendo plenamente válida y grandiosa; Lenin nos planteó la violencia, y nos habló del panegírico de la violencia revolucionaria hecho por Engels; pero ha sido el Presidente quien nos ha dicho que es una ley universal sin excepción alguna, por eso partimos de esa tesis. Es una cuestión sustantiva del marxismo porque sin violencia revolucionaria no se puede sustituir una clase por otra, no se puede derrumbar un viejo orden para crear uno nuevo, hoy un nuevo orden dirigido por el proletariado a través de partidos comunistas.

El problema de la violencia revolucionaria es una cuestión que cada vez más se pone sobre el tapete, así los comunistas y revolucionarios tenemos que reafirmarnos en nuestros principios. El problema de la violencia revolucionaria es cómo concretamos la guerra popular; para nosotros la cuestión es que el Presidente Mao Tsetung al establecer la guerra popular ha dotado al proletariado de su línea militar, de su teoría y práctica militar de validez universal, por tanto, aplicable en todas partes según las condiciones concretas.

El problema de la guerra lo vemos así: la guerra tiene dos aspectos, uno de destrucción y otro de construcción, principal es el de construcción, y no ver de esa manera es socavar la revolución, debilitarla. Por otro lado, desde que el pueblo toma las armas para derrumbar el viejo orden, desde ese momento la reacción busca aplastarlo, destruirlo, aniquilarlo y usa todos los medios disponibles en sus manos, llegando al genocidio; en nuestro país lo hemos y estamos viendo y veremos aún más hasta demoler el caduco Estado Peruano.

En cuanto a la llamada guerra sucia preferiría simplemente plantear que se nos imputa que la fuerza armada reaccionaria ha aprendido de nosotros la tal guerra sucia; esa imputación es una clara expresión de no entender lo que es una revolución, es no entender qué es una guerra popular. La reacción aplica a través de sus fuerzas armadas y represivas en general el querer barrernos y desaparecernos. ¿Y por qué razón?, porque nosotros queremos lo mismo para ellos, barrerlos y desaparecerlos como clase; ya Mariátegui decía que solamente destruyendo, demoliendo el viejo orden se podía generar un nuevo orden social. Nosotros enjuiciamos, en último término, estos problemas a la luz del principio básico de la guerra establecido por el Presidente Mao: el principio de aniquilar las fuerzas del enemigo y preservar las propias; y sabemos muy bien que la reacción ha aplicado, aplica y aplicará el genocidio, de eso estamos sumamente claros. Y, en consecuencia se nos plantea el problema de la cuota; la cuestión de que para aniquilar al enemigo y preservar las propias fuerzas y más aún desarrollarlas hay que pagar un costo de guerra, un costo de sangre, la necesidad del sacrificio de una parte para el triunfo de la guerra popular.

En cuanto al terrorismo. Se nos imputa que somos terroristas; solamente quisiera responder de esta manera para que todos reflexionemos. ¿Ha sido o no el imperialismo yanqui y particularmente Reagan quien ha tildado de terrorismo a todo movimiento revolucionario, sí o no?. Así se pretende desprestigiar y aislar para aplastar, es lo que sueñan; pero no sólo el imperialismo yanqui y las demás potencias imperialistas combaten el llamado terrorismo, también lo hacen el socialimperialismo, el revisionismo y hoy el propio Gorbachov plantea unirse para luchar contra el terrorismo. Y no es simple coincidencia que en el VIII Congreso del Partido del Trabajo de Albania, Ramiz Alía se dedique también a combatirlo.

Pero será muy útil que todos recordemos lo que Lenin escribiera: “¡Vivan los iniciadores del Ejército Popular revolucionario! Esto no es ya un complot contra un personaje cualquiera odiado, no es un acto de venganza, no es una salida provocada por la desesperación, no es un simple acto de ‘amedrentamiento’, no: esto es el comienzo, bien meditado y preparado, calculado desde el punto de vista de la correlación de fuerzas, es el comienzo de las acciones de los destacamentos del ejército revolucionario”. “Afortunadamente, han pasado los tiempos en que por falta de un pueblo revolucionario ‘hacían’ la revolución terroristas revolucionarios aislados. La bomba ha dejado de ser el arma del ‘petardista’ individual y ha pasado a ser elemento necesario del armamento del pueblo”.

Ya Lenin nos enseñaba que los tiempos habían cambiado, que la bomba pasó a ser arma de combate de la clase, del pueblo; que ya no era una conjura, una acción individual aislada, sino la acción de un Partido, con un plan, con un sistema, con un ejército. Así las cosas, ¿dónde está el imputado terrorismo?; infamia pura.

Finalmente, debe tenerse muy presente que en la guerra contemporánea, en especial, es precisamente la reacción quien usa el terrorismo como uno de sus medios de lucha y lo es, como está probado hasta la saciedad, una cotidiana forma de lucha de las fuerzas armadas del Estado peruano. Visto lo anterior podemos concluir que quienes juzgan con desesperación porque la tierra tiembla bajo sus pies, quieren imputar terrorismo para ocultar la guerra popular, pero ésta es tan estremecedora que ellos mismos reconocen que tiene dimensión nacional y que ha devenido en el problema principal que enfrenta el Estado Peruano, y qué terrorismo es así, ninguno; y más aún ya no pueden negar que un Partido Comunista dirige la guerra popular. Pero en estos momentos hay quienes comienzan a recapacitar; no hay que poner cruces anticipadas a nadie, hay quienes pueden avanzar. Otros, como Del Prado, jamás.

EL DIARIO: ¿Cuáles son las particularidades de la guerra popular en el Perú y cómo se diferencia de otras luchas del mundo, en América Latina y el MRTA?

PRESIDENTE GONZALO: Es una buena pregunta. Les agradezco porque sirve para ver una vez más el supuesto “dogmatismo”. Hay incluso quienes dicen que mal aplicamos al Presidente Mao en una época que ya no corresponde; en fin, tanto parlotean que cabe preguntar si sabrán de qué hablan entre otros el condecorado senador especialista en violencia.

La Guerra Popular se aplica universalmente, según el carácter de la revolución y se especifica en cada país, de otra manera no puede hacerse. En nuestro caso, las particularidades son muy claras. Es una lucha que se libra en campo y ciudad así fue establecido ya el año 68, en el esquema para la guerra popular. Allí ya tenemos una diferencia, una particularidad, es en campo y en ciudad. Creemos que tiene que ver con específicas situaciones nuestras, América Latina por ejemplo tiene ciudades proporcionalmente más grandes que las que tienen otros continentes. Es una realidad de América Latina que no se puede desconocer, basta ver la capital del Perú que tiene un alto porcentaje poblacional. Así para nosotros la ciudad no podía ser dejada de lado y también tenía que desenvolverse la guerra en ella, pero lo principal es la lucha en el campo, la de la ciudad es complemento necesario. Ahí tenemos ya una particularidad, hay otra.

Nosotros al ingresar a la guerra popular nos vamos a enfrentar a las fuerzas policiales ésa fue la realidad, porque recién el año 82, en diciembre, ingresan las fuerzas armadas; no quiere decir que antes no hayan estado cumpliendo un papel de apoyo, lo han estado haciendo, aparte de estudiar el proceso que desenvolvíamos. Es una particularidad, porque generamos vacío en el campo y tuvimos que crear Nuevo Poder sin haber derrotado grandes fuerzas armadas porque éstas no habían ingresado y si lo hicieron, si ingresaron, fue porque creamos Poder Popular. Esa fue la situación política concreta que se dio en el país. Si no lo hubiéramos hecho aplicando a rajatabla lo que dice el Presidente Mao Tsetung estaríamos sentados esperando que las fuerzas armadas ingresaran. Nos hubiéramos empantanado. Otra particularidad fue la conformación del ejército al cual ya me referí.

Todas éstas son particularidades; nos hemos referido ya a campo y ciudad, a cómo hacer la guerra, al ejército, a cómo se da el Nuevo Poder y el propio Partido militarizado es otra particularidad. Son situaciones específicas que corresponden a nuestra realidad, a la aplicación del marxismo-leninismo-maoísmo, de la teoría del Presidente Mao sobre la guerra popular a las condiciones de nuestro país. Esto nos diferencia de otras luchas, sí.

¿Por qué nos diferenciamos de otros?, porque hacemos la guerra popular, eso nos diferencia de otras luchas de América Latina. En Cuba no se hizo guerra popular, pero también tuvo sus particularidades que se las han olvidado adrede; antes dijeron que fue un caso excepcional -dijo Guevara- el no ingreso del imperialismo norteamericano y luego lo olvidaron. Aparte de que ahí no hubo Partido Comunista que dirigiera; son cuestiones del cubanismo y sus cinco caracteres de: insuficiente diferenciación de clases que demandaba de redentores para redimir a los oprimidos, revolución socialista o caricatura de revolución, frente único pero sin burguesía nacional, no necesidad de base de apoyo y la ya anotada no necesidad de Partido; lo que hoy estamos viendo en América Latina no es sino un desarrollo de esas mismas posiciones, sólo que cada vez más al servicio del socialimperialismo y su contienda con el imperialismo yanqui por la hegemonía mundial, Centroamérica lo demuestra palmariamente. El MRTA, de lo poco que conocemos, está dentro de esos criterios.

Finalmente otra cuestión que nos diferencia, y disculpen que insista, es que independencia, autodecisión y autosostenimiento; otros no lo tienen por eso son fichas de ajedrez, nosotros no. Y una trascendental diferencia, nos sujetamos al marxismo-leninismo-maoísmo, otros no. En síntesis, la gran diferencia, la diferencia fundamental está en el punto de partida, en la ideología de la cual partimos, nosotros del marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente maoísmo aplicado a las condiciones específicas de nuestro país, e insisto he ahí una vez más, con claras particularidades que demuestran la falsedad del supuesto dogmatismo que nos imputan y que incluso lo hacen por mandato de sus amos.

EL DIARIO: Presidente, ¿entonces el MRTA estaría jugando un papel contrarrevolucionario en el país?

PRESIDENTE GONZALO: El MRTA tiene posiciones que deben hacer pensar; por ejemplo, la tregua que le dio al Apra, según dijeron hasta que golpeara al pueblo, pero todos sabemos que el mismo día que García Pérez asumió la presidencia reprimía a las masas en la propia capital de la república. En octubre del 85, genocidio en Lurigancho. ¿Era el pueblo golpeado o no? y ¿cuánto tiempo esperaron para terminar su tregua? Son cosas que uno tiene que preguntarse.

EL DIARIO: Siendo tan importante la Base de Apoyo, ¿cómo ésta se construye en el país?. ¿Qué piensa Ud. de la insurrección y cómo preparan a las ciudades?

PRESIDENTE GONZALO: La base de apoyo es lo medular de la guerra popular, sin ella no se la puede desenvolver. Me he referido antes a cuál fue la circunstancia específica que se nos presentó en la segunda mitad del año 82. Desarrollamos la parte final de la campaña de desplegar, apuntamos a destruir relaciones semifeudales de explotación, apuntamos contra el gamonalismo que es la base del poder del Estado y lo será en tanto no lo barramos; seguimos golpeando y le dimos contundentes y humillantes derrotas a las fuerzas policiales, no lo digo yo, lo han dicho periodistas del Expreso por ejemplo, creo que impecables de posición revolucionaria. Entonces, habiendo generado vacío de Poder en el campo, se nos planteó el problema, de ¿qué hacer? y resolvimos crear comités populares, o sea dictaduras conjuntas, un Nuevo Poder; nos planteamos hacerlos clandestinos, porque luego tendría necesariamente que ingresar la fuerza armada, eso lo sabíamos. Esos Comités Populares se han centuplicado, los que están en un área forman una base de apoyo y el conjunto de éstas la República Popular de Nueva Democracia en formación. De esta manera es como surgieron los comités, las bases y está en formación la RPND.

Cuando ingresó la fuerza armada, tuvimos que desarrollar una dura lucha: ellos aplicaron el restablecimiento del viejo poder, nosotros aplicamos el contrarrestablecimiento para volver a levantar el Nuevo Poder.

Se produjo un genocidio altamente cruento e inmisericorde; hemos peleado ardorosamente. La reacción y las fuerzas armadas en concreto, creyeron que el 84 ya nos habían derrotado, me remito a documentos que ellos conocen muy bien porque son suyos y donde se decía incluso que ya no éramos peligro, sino que el peligro era el MRTA; pero el resultado cuál ha sido, que los comités populares y las bases de apoyo se multiplicaron, eso nos ha llevado posteriormente ya a desarrollar las bases, eso es en lo que estamos hoy.

En cuanto a la insurrección, creo que es un problema sumamente importante. En el caso de un país como el nuestro, la situación revolucionaria en desarrollo permitió iniciar la guerra popular, teniendo ya Partido reconstituido y una ideología clara; el propio desarrollo de las bases, el desarrollo del Ejército Guerrillero Popular y el de la guerra popular, van generando el impulso y desenvolvimiento mayor de la situación revolucionaria.

Así, teniendo en cuenta lo que dice el Presidente Mao todo esto lleva a lo que él denomina auge, lo que en términos de Lenin es crisis revolucionaria. Llegados a ese momento es que se produce la insurrección; ésa es la teoría de la guerra popular y es en la que estamos incursos y desenvolviéndonos. Pues bien, entonces, nuestro proceso de la guerra popular tiene que llevarnos al auge, en consecuencia tenemos que preparar la insurrección que viene a ser, en síntesis, la toma de las ciudades. Nosotros pensamos y preparamos la insurrección porque es una necesidad, sino no podríamos triunfar en todo el país.

El problema de la ciudad qué nos plantea. Hemos desarrollado trabajo en las ciudades y en el campo, sí, hace muchos años lo hemos hecho. Ha tenido un giro y un cambio con la guerra popular, cierto. La situación nuestra ahora nos lleva a cómo ir preparando la ciudad o las ciudades para generalizar. Esto tiene que ver con desarrollar el trabajo de masas, pero en y para la guerra popular; lo hemos hecho y lo seguimos haciendo, el problema está en que hemos empezado a desenvolverlo más. Pensamos que nuestra acción en las ciudades es indispensable y tiene que impulsarse cada vez más y más porque ahí está concentrado el proletariado y no podemos dejarlo en manos del revisionismo ni del oportunismo.

En las ciudades, existen las barriadas, las inmensas masas barriales. Nosotros desde el año 76 tenemos una directriz para el trabajo en las ciudades. Tomar barrios y barriadas como base y proletariado como dirigente, ésa es nuestra directriz y la seguiremos practicando, ahora en condiciones de guerra popular.

A qué masas apuntamos, claramente se ve. De lo antedicho se deriva nítidamente que las inmensas masas de barrios y barriadas son como cinturones de hierro que van a encerrar al enemigo y que retienen a las fuerzas reaccionarias.

La clase obrera tenemos que irla ganando más y más hasta que ella y el pueblo nos reconozcan. Tenemos una clara idea, la de que se requiere tiempo y reiterados hechos para que la clase vea, comprenda y se reafirme en que tal es su vanguardia, en que el pueblo vea que tiene un centro que lo dirige. Tienen ese derecho ¡por todo cuánto han estafado a las masas!, al proletariado, a las barriales, a la pequeña burguesía, a la intelectualidad, ¡cuánta esperanza frustrada! Hay que pensar que tienen derecho a exigir, claro que lo tienen y nosotros la obligación de trabajar y hacerles ver y demostrarles que somos realmente su vanguardia y que la reconozcan.

Nosotros diferenciamos entre ser vanguardia y ser vanguardia reconocida. La clase tiene ese derecho y nadie puede negárselo, el pueblo tiene ese derecho y nadie puede negárselo. Así pensamos. No creemos que de la noche a la mañana el proletariado y el pueblo nos van a reconocer como su vanguardia y único centro, porque eso es lo que tenemos que ser para poder cumplir la revolución como corresponde. Entonces tenemos que hacer un trabajo tesonero e imprimir en el trabajo de masas formas diferentes, formas distintas que aprendan de la propia guerra popular, que aprendan el valor del arma, la importancia del fusil. El Presidente Mao nos dice que el campesinado tiene que aprender la importancia del fusil, es una realidad; entonces trabajamos de esa manera, cumplimos nuevas formas y así vamos desenvolviendo el trabajo de masas en y para la guerra popular.

Tiene que ver también con otra circunstancia, otra situación, con el Movimiento Revolucionario de Defensa del Pueblo, porque la clave del mismo es el Centro de Resistencia, lo decimos con toda claridad; son otras formas orgánicas , otras formas de lucha las que corresponden a una guerra popular, no pueden ser las usuales, no pueden ser, son de otra manera, eso es lo concreto. Desarrollamos en consecuencia Partido, Ejército Guerrillero Popular y Movimiento Revolucionario de Defensa del Pueblo, así como organismos generados para los diversos frentes del trabajo.

Necesitamos acicatear la combatividad, que se exprese la potencialidad de la masa, la potencialidad de la clase. Veamos una cuestión: Hoy tenemos grandes alzas, por qué es que no hay una protesta popular, quién ata a las masas; Lenin nos decía, la marcha hace temblar a la reacción, cuando la clase marcha en las calles la reacción tiembla, eso es lo que nosotros queremos aplicar, lo que nos enseña el marxismo-leninismo-maoísmo. La clase nace y se desarrolla combatiendo y el pueblo igual; lo que necesitamos es ir sintetizando las propias experiencias de la masa, del pueblo, ir estableciendo sus formas orgánicas, sus formas de lucha y que vayan cogiendo en sus manos formas cada vez más desenvueltas y crecientes de lucha en ciudad, así se van formando.

Qué pensamos; la cosa es clara, el centro está en el campo pero para la insurrección se cambia el centro, el centro pasa a ser la ciudad y para eso incluso así como al comienzo se desplaza combatientes y comunistas de las ciudades al campo, después hay que desplazar del campo a la ciudad; también se da y así vamos traspasando el peso y preparando la insurrección. Tenemos que ir viendo condiciones para que converjan la acción del Ejército Guerrillero Popular con la acción insurreccional en las ciudades, o en una o en varias. Eso es lo que necesitamos.

La insurrección apunta a la captura de las ciudades para rematar la guerra popular en todo el país; pero tiene que buscar la preservación de los medios productivos que la reacción querrá destruir, proteger a los revolucionarios prisioneros de guerra o revolucionarios conocidos que ellos quieran aniquilar, así como también cazar a los enemigos para ponerlos a buen recaudo, y eso es lo que se nos enseñó y es una insurrección; Lenin nos enseñó cómo se armaba una insurrección y el Presidente Mao nos ha enseñado cómo es la insurrección en la guerra popular, así es como la vemos y la preparamos. Es el camino que tenemos que seguir y que estamos siguiendo.

Una cosa hay que tener bien claro, la insurrección no es una simple explosión espontánea, no, eso sería peligroso, sin embargo puede darse, por eso es que tenemos que preocuparnos desde ahora por la insurrección y lo hacemos. Pensamos que hay quienes puedan querer usar la guerra popular en su beneficio. Hemos analizado ya en un evento del Comité Central, hace buen tiempo, posibilidades y una de ellas es que el revisionismo u otros generen “insurrecciones” o para hacer abortar el proceso de desarrollo o para ganar posiciones y servir a su amo socialimperialista o a cualquier potencia que los mande porque muchos centros pudieran querer utilizarnos.

EL DIARIO: Presidente, ¿qué haría el Partido en esas circunstancias?

PRESIDENTE GONZALO: En esas circunstancias lo que hizo Lenin, decir a las masas que no es el momento, pero si las masas se lanzan pelear con ellas, para juntos poder hacerlas replegarse adecuadamente y sufran lo menos posible y si morimos con ellas soldamos más nuestras sangres. Eso fue lo que Lenin nos enseñó en las famosas luchas de julio del 17; porque no podemos decir a las masas que están mal y que los hechos las hagan entender; no, no podemos decir eso, la masa es la masa, la clase es la clase y si no están bien enrumbadas y las condiciones las desesperan y las lanzan a situaciones o incluso hay quienes las lanzan adrede, tenemos que estar con ellas para juntos hacerles ver la inoportunidad pero combatiendo con ellas, ayudarles a replegarse en la mejor forma posible, y entonces verán que estamos con ellas en las buenas y en las malas y será la mejor manera de que entiendan, comprendan y se convenzan más que somos su Partido. Así actuaríamos.

EL DIARIO: Presidente, una pregunta, y cuando Ud. habla de las formas de lucha en la ciudad, ¿qué papel le asigna a los sindicatos?

PRESIDENTE GONZALO: El que le asignó Marx en “Pasado, presente y futuro de los sindicatos”. Marx nos decía en el siglo pasado, los sindicatos al comienzo han sido simple agremiación para defenderse económicamente, ése es su pasado; su presente es ya organizarse más y desarrollarse políticamente y su futuro servir a la conquista del Poder. Eso ya nos dijo Marx; entonces el problema cuál es, cómo combinamos las dos luchas, la lucha por la reivindicación que es una guerra de guerrillas como nos dijo el propio Marx: la lucha por el salario, por la jornada, las condiciones de trabajo y otros derechos que desarrolla la clase, el proletariado y el pueblo y se lanza a una huelga es una guerra de guerrillas en la cual no solamente lucha por una cuestión concreta económica o política, si es de interés general, sino que se está preparando para los grandes momentos por venir y ésa es su esencia histórica fundamental; entonces nuestro problema cuál es, compaginar la lucha reivindicativa con la conquista del Poder, a eso le llamamos desarrollar el trabajo de masas en y para la guerra popular.

EL DIARIO: Presidente, Ud. habló de la crisis revolucionaria, ¿Ud. cree que a corto plazo se vislumbra esta situación?

PRESIDENTE GONZALO: La cuestión es el triunfo de la guerra popular y tiene que ver, principalmente, con cuanto más y mejor luchemos; y la insurrección, como ya dijera, es el remate que debemos preparar y estamos haciéndolo seriamente, prever posibilidades de que otros quieran traficar con ella, es algo que tenemos que pensar; pero el problema principal es la oportunidad de la insurrección, calcular el momento oportuno.

EL DIARIO: ¿Por qué el Partido Comunista del Perú inició la guerra popular el 80?, ¿cuál es la explicación militar e histórica de este hecho?, ¿cuál fue el análisis social, económico y político que hizo el PCP para iniciar esta guerra?

PRESIDENTE GONZALO: Hemos investigado el país, y lo hemos estudiado particularmente de la II guerra mundial en adelante y vimos que el proceso de la sociedad peruana entraba a situaciones complejas. Los propios análisis estatales mostraban que la década del 80 tenía cuestiones críticas. En el Perú se ve que cada 10 años se da una crisis en la segunda mitad de la década y cada crisis es peor que la anterior. Luego hemos analizado el capitalismo burocrático, éste madura la revolución, las condiciones de la revolución. El año 80 tenía que entregarse el gobierno a través de elecciones, eso iba a requerir más o menos entre año y medio a dos años para que el nuevo gobierno pudiera armar el manejo del Estado. Así concluimos: el capitalismo burocrático había madurado la revolución, se presentaba la difícil década del 80, la crisis, un gobierno por elecciones, etc; y todo daba una coyuntura muy favorable para iniciar la guerra popular y que desmiente el criterio de que no se puede iniciar lucha armada o en nuestro caso guerra popular cuando hay un nuevo gobierno; los hechos han demostrado la falsedad de esa posición. Eso fue lo que calculamos, así como la situación en que entraba el nuevo gobierno, que los militares salían después de 12 años y fácilmente no podrían asumir una lucha inmediata contra nosotros, ni podrían de inmediato retomar el timón del Estado, porque se habían desgastado políticamente y desprestigiado; eran hechos concretos, una realidad.

Nosotros ya habíamos planteado desde antes que la participación en la Constituyente era incorrecta; que sólo cabía el boicot, porque participar en la Constituyente era simplemente servir a la reestructuración del Estado Peruano y a que se diera una constitución como la que tenemos; y todo eso era previsible, no había nada que no se pudiera prever en este caso; por tanto nos planteamos ya desde antes sentar bases para el inicio, arrancar antes de que comenzara el nuevo gobierno y así lo hemos hecho puesto que comenzamos el 17 de mayo, un día antes de las elecciones.

Como lo hemos hecho, pensamos que en esas condiciones podríamos desenvolver nuestra acción y llegar hasta desplegarla y avanzar lo más que pudiéramos pensando en que en la segunda parte del decenio tenía que darse una crisis más grave que la anterior y, por tanto, mejores condiciones para avanzar. Sobre estas consideraciones se planificó el inicio de la guerra popular, pero dicen que no hemos pensado sino aplicado dogmáticamente, ¿en qué?; hay quienes hablan de dogmas siendo beatos que comulgan con ruedas de molino.

Por eso escogimos ese momento, los hechos nos han confirmado; era obvio que Belaúnde, y también lo ventilamos, tendría un temor: el golpe de Estado y por tanto restringiría a la fuerza armada; ¿era difícil de prever?, no, por la experiencia que tuvo el año 68; eran cosas calculables y se nos ha enseñado a calcular, a analizar, a sopesar, así nos han enseñado, el Presidente ha sido muy exigente en esos problemas sobre todo en cuanto se refiere a preparación. Creemos que los hechos nos han confirmado, dos años y no pudieron entrar las fuerzas armadas; ¿fue así o no?. Hoy día nos están diciendo que habían quemado la información de Inteligencia que tenían; en fin, el nuevo gobierno tendría problemas para armar su administración y los hechos lo han demostrado; luego ha venido la crisis; han entrado los militares con contingentes mayores cada vez y lidiando con ellos varios años estamos más pujantes, vigorosos y en desarrollo. Esas fueron las razones de iniciar el 80 y los hechos demuestran que no erramos o, por lo menos, no erramos en los grandes lineamientos que es en lo que no hay que errar.

EL DIARIO: Teniendo en cuenta que en la guerra son dos las estrategias que se enfrentan, ¿podría Ud. explicar cómo se ha especificado el proceso de desarrollo de sus planes militares, logros y qué problemas han tenido?

PRESIDENTE GONZALO: Nosotros partimos de una situación. Cada clase genera su forma específica de guerra y por tanto su estrategia; el proletariado ha creado la suya: la guerra popular y es una estrategia superior, la burguesía nunca podrá tener una estrategia superior a ésa, más, no habrá estrategia más desarrollada que la del proletariado; es un problema de comprobación del proceso militar del mundo, cada clase siempre generó su forma de hacer la guerra y su estrategia, y siempre la estrategia superior ha vencido a la inferior y la nueva clase siempre tiene la estrategia superior y la guerra popular lo es, las pruebas lo demuestran. Hay tratadistas militares que dicen así: los comunistas cuando han aplicado sus principios nunca han perdido una guerra, solamente la han perdido cuando no han aplicado sus principios.

Por tanto, partimos de eso, que tenemos una estrategia superior como teoría probada universalmente, nuestro problema era cómo hacer la nuestra, ahí está el problema, entonces se da el margen al yerro. Lo primero que nos planteamos fue eso, la no aplicación mecánica de la guerra popular porque el Presidente Mao Tsetung nos ha advertido que la aplicación mecánica lleva al oportunismo y lleva a la derrota. En el año 80 que fue cuando decidimos iniciar, nos planteamos en el Comité Central del Partido tener muy presente la aplicación específica, no al dogmatismo, no al mecanicismo, esos fueron los planteamientos, de eso partimos. Bien, aquí podemos resaltar el primer problema que tuvimos; el primer problema que hemos tenido ha sido la lucha antagónica contra una línea oportunista de derecha que se oponía a iniciar la guerra popular, ése es el primer problema que hemos tenido; lo finiquitamos en su parte fundamental en el IX Pleno y sus saldos los barrimos cabalmente en el Pleno de febrero del 80; ése ha sido el primer problema que hemos tenido, de ahí pues que se dio esta depuración de la cual hablábamos antes, y hemos tenido que podar fuertemente al propio Comité Central, así es, pero fue como nos fortalecimos y pudimos ingresar a iniciar. Ya teníamos el esquema para librar una guerra en campo y ciudad.

El primer plan que nos vamos a proponer fue el del Inicio. El Buró Político fue encomendado de definir cómo desarrollar las acciones armadas y fue el organismo que presentó el plan partiendo de destacamentos en cuanto a forma militar; ese plan lo cumplimos el 80, pero debemos decir que a las dos semanas de iniciar hubo una reunión del Buró Político ampliado para analizar cómo habíamos comenzado y se concluyó que lo nuevo había nacido y lo nuevo era la guerra popular, eran las acciones armadas, eran los destacamentos. Luego desenvolvimos el plan de Desplegar, este plan fue más largo, abarcó dos años pero se cumplió en varias campañas, es al término del mismo que se concretan las nuevas formas de Poder, surgen los Comités Populares.

A fines del 82 ingresan las fuerzas armadas; ya con anticipación de más de un año, el Comité Central había estudiado el ingreso de las fuerzas armadas y definió que sería progresivo hasta sustituir a las fuerzas policiales que pasarían a segundo plano y así ha sido, de otra manera no podía ser en esa situación. Nos habíamos preparado y, no obstante esto, vamos a tener un segundo problema, repercutió el ingreso de la fuerza armada; ellos entraron aplicando genocidio desde el comienzo, formando mesnadas y usando masas presionadas poniéndolas delante, como parapeto; esto debe decirse con claridad, ahí se ve no solamente la política de usar masas contra masas, una vieja política reaccionaria ya vista por Marx, sino el cobarde uso de las masas: ponerlas delante de ellos; las fuerzas armadas no tienen de qué gloriarse, por eso con razón les hemos dicho experta en derrotas y diestra en cebarse en masa desarmada, ésas son las fuerzas armadas del Perú. Frente a esto tuvimos una sesión ampliada del CC, muy amplia en concurrencia y tiempo, ha sido una de las más largas, en ella se establece el Plan de Conquistar Bases, se creó el Ejército Guerrillero Popular para responder a una fuerza que obviamente tenía más nivel que la policial; ahí fue que nos planteamos también el problema del Frente-Estado, entre ótros.

Así surge un segundo problema, el problema de enfrentar el genocidio, es el genocidio de los años 83 y 84, está en los documentos del Partido; no será necesario abundar, pero sí queremos resaltar que fue un genocidio bárbaro e inmisericorde; creyeron que así “nos iban a barrer del mapa” y tan cierto es que a finales del 84 comenzaron a distribuir, entre sus oficiales, su documentación sobre aniquilamiento. La lucha ha sido intensa, dura, han sido momentos complejos y difíciles.

Frente al uso de mesnadas y la acción militar reaccionaria respondimos contundentemente con una acción: Lucanamarca, ni ellos ni nosotros la olvidamos, claro, porque ahí vieron una respuesta que no se imaginaron, ahí fueron aniquilados más de 80, eso es lo real; y lo decimos, ahí hubo exceso, como se analizara en el año 83, pero toda cosa en la vida tiene dos aspectos: nuestro problema era un golpe contundente para sofrenarlos, para hacerles comprender que la cosa no era tan fácil; en algunas ocasiones, como en ésa, fue la propia Dirección Central la que planificó la acción y dispuso las cosas, así ha sido. Ahí lo principal es que les dimos un golpe contundente y los sofrenamos y entendieron que estaban con otro tipo de combatientes del pueblo, que no éramos los que ellos antes habían combatido, eso es lo que entendieron; el exceso es el aspecto negativo. Entendiendo la guerra y basándonos en lo que dice Lenin, teniendo en cuenta a Clausewitz, en la guerra la masa en el combate puede rebasar y expresar todo su odio, el profundo sentimiento de odio de clase, de repudio, de condena que tiene, ésa fue la raíz; esto ha sido explicado por Lenin, bien claramente explicado. Pueden cometerse excesos, el problema es llegar hasta un punto y no pasarlo porque si lo sobrepasas te desvías; es como un ángulo, hasta cierto grado puede abrirse, más allá no. Si a las masas les vamos a dar un conjunto de restricciones, exigencias y prohibiciones, en el fondo no queremos que las aguas se desborden; y lo que necesitábamos era que las aguas se desbordaran, que el huayco entrara, seguros de que cuando entra arrasa pero luego vuelve a su cauce. Reitero, esto está explicado por Lenin perfectamente; y así es cómo entendemos ese exceso. Pero, insisto, ahí lo principal fue hacerles entender que éramos un hueso duro de roer, y que estábamos dispuestos a todo, a todo.

Marx nos ha enseñado: no se juega a la insurrección, no se juega a la revolución; pero cuando uno enarbola la insurrección, cuando uno toma las armas, no arría la bandera, la mantiene victoriosa hasta el triunfo, sin arriarla jamás; así nos enseñó y ¡no importa cuánto nos cueste!. Bien, Marx pues nos ha armado, así como Lenin y, principalmente, el Presidente Mao Tsetung nos enseña lo que es cuota, lo que es aniquilar para preservar, lo que es mantener la bandera en alto, pase lo que pase. Y, decimos, así, con esa decisión, hemos sobrepasado ese siniestro, vil, cobarde y bárbaro genocidio; porque alguien -ese que funge de presidente- habla de barbarie sin sonrojarse, cuando es un aspirante a Atila, jugando con sangre ajena.

¿Hemos pasado momentos difíciles?, sí; pero, ¿qué ha demostrado la realidad?: que si se persiste, se mantiene la política al mando, se mantiene la estrategia política, se mantiene la estrategia militar, se tiene un plan claro, definido, entonces se avanza, y se es capaz de enfrentar cualquier baño de sangre (para el baño de sangre nos comenzamos a preparar desde el año 81, porque tenía que venir; así que ya estábamos preparados ideológicamente, eso es lo principal). Todo esto llevó a que crecieran nuestras fuerzas y se multiplicaran. Ese ha sido el resultado; se cumple lo que dijo el Presidente: Sueña la reacción cuando quiere ahogar en sangre la revolución, sepa que la riega, y es una ley inexorable. Entonces esto mismo nos reafirma en cómo tenemos que ser cada vez más fieles, firmes, resueltos en los principios y tener siempre confianza inalterable en las masas.

Así, salimos fortalecidos con un Ejército mayor, con más Comités Populares y Bases de Apoyo y con más Partido; todo lo contrario de lo que imaginaron. Ya hemos hablado, creo, de los sueños de sangre de la reacción, no son sino eso, sueños de sangre que al fin y al cabo terminan siendo pesadillas. Pero insisto, persistiendo en los principios y combatiendo con el apoyo de las masas, principalmente del campesinado pobre, es que hemos podido afrontar esa situación; es ahí cuando se ha expresado ese heroísmo del cual hablé antes, ese heroísmo masivo.

Posteriormente vamos a desenvolver un nuevo plan, el Plan de Desarrollar Bases, en el cual estamos. ¿Qué podemos decir? Si uno ve estos problemas, creo que debemos tener en cuenta una lección: todo plan se aprueba, se aplica y se hace su balance en medio de lucha de dos líneas y esa lucha es más intensa cuando tiene que aprobarse un nuevo plan; ésa es una realidad, es una lección, la tenemos muy en cuenta y nos ha adoctrinado bastante y nos ha enseñado mucho, así es. Al fin y al cabo, la guerra popular genera un altísimo grado de unidad pero en medio de intensa lucha; sí, porque pese a enfrentar problemas, situaciones complejas y difíciles, pese a los reflejos externos, la dinámica ideológica, quienes están empeñados en la guerra popular tienen su vida dada a la revolución, y un comunista tiene su vida dedicada al comunismo aunque no lo vea porque realmente no lo hemos de ver, yo al menos no lo he de ver, pero ése no es el problema, no ver la meta por la cual bregamos solamente nos lleva a una reflexión, tomar los grandiosos ejemplos que nos ha dado el marxismo; en tiempos de Marx él sabía que no vería el triunfo de la revolución y ¿a qué lo llevó?, a redoblar más su esfuerzo para el avance de la revolución. Son lecciones que hemos sacado y nos hemos guiado por esos grandiosos ejemplos. Insisto una vez más no implica comparación alguna, es sólo tomar las estrellas polares siempre como rumbo, como guía.

Bien, si pensamos en la lucha armada, en la guerra popular, podemos decir que el inicio nos permitió desenvolver la guerrilla porque en el inicio pasamos de destacamento a pelotón y así abrimos las guerrillas; el plan de Desplegar nos dio los Comités Populares; el de Conquistar Bases nos ha dado Bases de Apoyo y un amplio ámbito, es bueno recordar: hemos tomado como columna vertebral para desenvolver la guerra y conquistar el Poder en todo el país la serranía, sí, la Sierra de nuestra patria y hemos cubierto un ámbito que va de una frontera a la otra, de Ecuador a Bolivia y Chile; pero también hemos desarrollado el trabajo en la ceja de Selva, en las cabeceras de la Costa y a su vez en las ciudades. Hoy podemos decir que tenemos cientos de Comités Populares y múltiples Bases; claro que hay una principal y en cada zona también.

Finalmente, de los planes cabía decir, hemos aprendido cómo manejar la guerra con un plan estratégico único aplicando el principio de centralización estratégica y descentralización táctica; nosotros manejamos la guerra mediante un plan único con partes, por campañas, con planes estratégico-operativos, planes tácticos y planes concretos para cada acción; pero la clave de todo es el plan estratégico único, es lo que permite manejar la guerra como una unidad y eso es clave en la dirección de la guerra popular. Creo que eso es lo que podría decir.

EL DIARIO: Presidente, en estos ocho años de guerra popular, ¿qué resultado ha obtenido la estrategia antisubversiva y cuáles son sus problemas actuales?

PRESIDENTE GONZALO: Es una pregunta que preferiría responderla de esta manera, en síntesis, la propia reacción dice que fracasan y siguen fracasando, ellos lo saben muy bien. “A confesión de parte, relevo de pruebas”, utilizando un término de abogados.

EL DIARIO: ¿Cuándo cree Ud. que el Ejército Guerrillero Popular estará en condiciones de desarrollar guerra convencional, de defensa de posiciones territoriales y de un abierto enfrentamiento con las fuerzas armadas? ¿Está este tipo de lucha en los planes del PCP?

PRESIDENTE GONZALO: Sobre estos problemas hemos meditado, discutido y establecido lineamientos partidariamente, ya sobre esto tratamos desde el año 81, lo hemos hecho también en otras ocasiones. Hemos partido de cómo el Presidente Mao Tsetung concibe la guerra popular a partir de la contradicción, son dos aspectos que contienden: uno parte débil y otro transitoriamente fuerte y tiene que transcurrir un tiempo de defensiva estratégica, uno segundo de equilibrio estratégico y uno tercero de ofensiva estratégica. Nosotros aún nos desenvolvemos dentro de la defensiva estratégica y, en esas condiciones, la guerra de guerrillas sigue siendo nuestra forma principal, una guerra de guerrillas generalizada, amplia tanto en campo como en ciudad, siendo el campo lo principal y la ciudad complemento, y combatimos casi en todo el país. Esto en cuanto a en qué momento estamos.

La guerra de movimientos, dentro de los términos del Presidente Mao Tsetung, la estamos comenzando a desenvolver y se desenvolverá más, conforme la reacción necesariamente tenga que llevar una guerra contrasubversiva más desarrollada; pero aún en ese caso tendremos que seguir librando la guerra de guerrillas como la principal y una guerra de movimientos como complemento y en ella sí caben algunas modalidades específicas de guerra de posiciones como está escrito en “Sobre la guerra prolongada”. Pensamos que al potenciarse la guerra popular tiene que darse necesariamente una elevación de la guerra contrasubversiva y va a tener como centro el genocidio y esto nos va a llevar en perspectiva al equilibrio estratégico, en el entendimiento, claro está, de que persistamos en tener una línea ideológica y política justas y correctas y tener en consecuencia, una línea militar justa y correcta y nosotros las tenemos. Así persistiendo en todo esto, más los planes siniestros que están elaborando y que llevarán al genocidio, en el cual quieren comprometer al pueblo peruano porque se sienten impotentes, pueblo que no podrá seguirlos porque no puede ir contra sus intereses de clase, van a llevar al equilibrio estratégico, insisto, en el entendimiento de mantener la corrección y la justeza en lo ideológico, en lo político, en lo militar y todas sus derivaciones. Es ahí dónde tenemos que plantearnos el problema de cómo desenvolver la guerra popular para la toma de ciudades y preparar la parte referente a la ofensiva estratégica. Más por hoy no podríamos plantear.

EL DIARIO: Para potenciar la guerra, como Ud. refiere ¿es necesario potenciar el armamento del Ejército Guerrillero Popular? ¿Cómo piensan resolver esto?

PRESIDENTE GONZALO: Sí, éste es un elemento. Permítannos partir de una cuestión, siempre nos hemos acostumbrado y persistimos en partir de nuestros principios, así es como iluminados por ellos podemos resolver nuestros problemas concretos. El Presidente Mao Tsetung nos dice que lo principal es el hombre, el arma es útil; entonces, nuestro problema especialmente apunta al hombre, al fortalecimiento ideológico y político, a la construcción ideológico-política del ejército en este caso, así como a su construcción militar. De ahí partimos.

En cuanto a lo referente a las armas, el Presidente nos decía que las armas las tiene el enemigo, en consecuencia el problema es arrancárselas y, eso es lo principal; y las armas modernas son necesarias pero funcionan según la ideología del hombre que las maneja, eso ya nos enseñó Lenin. Podemos afirmar que estamos desarrollando las emboscadas y la fuerza armada sabe muy bien cómo se están desenvolviendo y los duros golpes que han sufrido, me refiero solamente a una relacionada con Cayara, la emboscada de Erusco, son 25 soldados aniquilados, sólo uno se ha salvado herido. Por eso su bárbara respuesta genocida; los hechos no son como los están pintando y conste que han movido grandes fuerzas, y no han podido cazarnos y conste también que nos llevamos las armas; y, ellos muy bien que lo saben y no volamos un solo carro sino los dos carros porque fue minado todo un kilómetro de carretera y no tenían escapatoria posible; lo que nos ha presentado en la televisión y periódico ese que funge de presidente y los que han ido en esa llamada “Comisión” son, como se dice, “muñequitos en el aire”, “dibujitos en el agua”. En consecuencia, hace tiempo ya ha comenzado el creciente traspaso de armas de ellos a nosotros y ellos tienen la obligación de traérnoslas, es su obligación y llevárnoslas a donde estemos y hay que reconocer, comienzan a cumplir. ¿Por qué planteamos así? porque los hemos desperdigado, los hemos abierto en diversos puntos y los hemos hecho asentarse pasivamente, están como un elefante enfangado en un lodazal por tanto más fácilmente golpeables, esto debe pensarlo seriamente el ejército, la fuerza armada en general.

Lo que estoy diciendo no es sino aplicación de lo que el Presidente Mao enseñó cuando dijo que a Chiang Kay-shek, al término de la guerra, había que darle un premio por haberse comportado como buen furriel, como un buen portador de las armas. Así que eso ya comenzó y la fuerza armada lo sabe muy bien; y el plan que traman, todo lo que maquinan, la gran ofensiva que quieren llevar adelante, bienvenida sea, pues no impedirán el traspaso de armas y fracasarán porque no van a lograr mover al pueblo peruano en contra de sus propios intereses, y ellos son la reacción más negra y podrida hoy manejada por este gobierno aprista, fascista, corporativo encabezado por un genocida vil y miserable. El pueblo peruano, lo demostró la historia, no sigue al fascismo y no se deja corporativizar, eso ya se ha establecido y el problema no es de hoy, tiene décadas en el Perú. Entonces, las armas del enemigo, arrancándoselas, son nuestra principal fuente.

La humilde dinamita, además, seguirá cumpliendo un buen papel y las minas son armas del pueblo y nosotros, por principio, buscamos las armas más simples que toda la masa pueda manejar porque la guerra nuestra es masiva sino no es popular y la nuestra lo es. Bien, esto lleva a una segunda cuestión, la elaboración de medios; estamos esforzándonos por avanzar en la confección de medios y ya ellos, también conocen muy bien, las notificaciones directas en Palacio de Gobierno, lanzadas con morteros hechos con nuestras propias manos, con las manos del pueblo, no lo dicen pero lo sabemos.

El otro medio usual es el de la compra, porque son tres las formas: la principal arrancárselas al enemigo, la segunda confeccionarlas y el tercero comprarlas. En esto se tiene problemas por el alto costo de las armas y nosotros llevamos adelante la guerra popular más económica de la Tierra, así es porque tenemos muy escasos medios que son los que las masas nos proveen. Reitero una vez más. ¿Cómo resolver el problema? Lenin decía que tiene que conquistarse armas en grandes cantidades, cualquiera sea el costo que tal cosa demande y ya hablé de lo que el Presidente Mao nos enseñó. Esto es lo que nosotros aplicamos.

EL DIARIO: ¿Prevé Ud. que con el triunfo y avance de la revolución que Ud. dirige se desencadenará una invasión militar norteamericana? ¿qué haría en ese momento el PCP?

PRESIDENTE GONZALO: Si bien, ya está interviniendo el imperialismo yanqui, en concreto sobre la pregunta diríamos esto. Estados Unidos puede movilizar a países colindantes, no olvidemos que incluso hay pendientes reclamos territoriales y problemas fronterizos, pese a que se callan insisto; y, bien sabemos el papel que tiene asignado Brasil; puede a su vez intervenir directamente, con sus propias tropas y ya tienen aquí gente entrenándose.

Hace tiempo decidimos en el Comité Central que cualquiera sea el enemigo que venga a hollar estas tierras, lo enfrentaremos y lo derrotaremos; en esas circunstancias cambiaría la contradicción, entraría a desenvolverse como principal la contradicción: nación-imperialismo y eso nos daría más amplios márgenes para aglutinar a nuestro pueblo.

EL DIARIO: La reacción y el revisionismo y el oportunismo de la IU, dicen que están aislados de las masas. ¿Qué puede decir al respecto?

PRESIDENTE GONZALO: Creo que de todo lo que estamos diciendo se ve que hay apoyo de las masas; a quienes tal cosa dicen, a esos revisionistas y oportunistas les haríamos una pregunta ¿Cómo explicar la existencia de un movimiento que desarrolla una guerra popular durante ocho años sin ayuda internacional si no tuviera apoyo de las masas?

EL DIARIO: Durante ocho años los grupos y partidos de derecha, del revisionismo, del oportunismo y de toda la reacción han dicho y gritado que el PCP es una organización “demencial”, “mesiánica”, “sanguinaria”, “polpotiana”, “dogmática”, “sectaria”, “narcoterrorista”, el PUM agrega que ponen al campesinado entre dos fuegos, que son militaristas y, últimamente, Villanueva ha dicho que son “terroristas genocidas” y otros calificativos. ¿Qué diría Ud., de estos cargos?. ¿Y a dónde han estado dirigidos esos calificativos?

PRESIDENTE GONZALO: Para mí son infundios e incapacidad de comprender una guerra popular y los entiendo, nunca la podrán entender los enemigos de la revolución. En cuanto a que ponemos al campesino entre dos fuegos, ésa es una elucubración, porque es precisamente el campesinado la parte inmensamente mayoritaria que conforma el Ejército Guerrillero Popular; el problema está en entender que el Estado Peruano con sus fuerzas armadas y represivas quiere ahogar la revolución en sangre. Eso es nuestro entender y le recomendaríamos a estos señores que estudien un poco sobre la guerra en general, la guerra revolucionaria y principalmente sobre la guerra popular y el maoísmo, aunque dudo que lo entiendan porque para hacerlo hay que tener posición de clase.

En cuanto a lo que dice el Sr. Villanueva de “terroristas genocidas” me parece que es un burdo remedo y plagio de querer aplicarnos a nosotros el término de genocidas que a ellos les viene como anillo al dedo, ante el país y ante el mundo está claramente visto quiénes son los genocidas; son ellos, es el gobierno aprista que dirige este Estado reaccionario, es la fuerza armada reaccionaria, son las fuerzas represivas, son ellos los viles genocidas; las palabrejas nunca cambiarán los hechos, la historia ya está escrita, mañana será confirmada. Además, ¿cuánto tiempo durará Villanueva? y ¿cuál será su futuro?, sería mejor que pensara en eso.

EL DIARIO: ¿Qué cambios considera Ud. que se han producido en la política peruana, en la base económica de la sociedad y en las masas como consecuencia de ocho años de Guerra Popular?

PRESIDENTE GONZALO: La primera cuestión que se ha producido es el desarrollo de una guerra popular que avanza incontenible, lo cual implica que la revolución democrática ha pasado a hacerse realmente por vez primera en este país, eso ha cambiado todos los términos de la política peruana. De ahí que la propia reacción, sus compinches comenzando por los revisionistas y sus apoyantes de turno o lo que sean, concluyen que el primer problema y principal que tiene el Estado Peruano es la guerra popular. Así estamos cambiando el mundo en este país y se deriva lo más importante y principal que hemos logrado, el surgimiento y desarrollo de un Nuevo Poder en marcha que terminará extendiéndose en todo el país.

En la base económica, en el Nuevo Poder estamos estableciendo nuevas relaciones de producción, una muestra concreta de ésta es la forma como aplicamos la política de tierras, utilizando el trabajo colectivo y la organización de la vida social con una nueva realidad, con una dictadura conjunta, en donde por vez primera mandan obreros, campesinos y progresistas, entendiendo por tales quienes quieren transformar este país de la única manera como puede hacerse, con la guerra popular.

En cuanto a ellos, a los reaccionarios, sin recordarles el forado económico que implica la guerra popular y combatirla, estamos hundiendo el capitalismo burocrático y hace tiempo socavando la base gamonal de las relaciones semifeudales que sostienen todo este armazón, al mismo tiempo golpeando al imperialismo.

Para las masas de nuestro pueblo, esas heroicas masas, principalmente para el proletariado, clase dirigente que siempre reconoceremos, por vez primera asumen el Poder y han comenzado a saborear la miel en los labios, no se quedarán ahí, querrán todo y lo tendrán.

EL DIARIO: ¿Cómo ve la situación actual y la perspectiva de la Guerra Popular en el Perú? ¿Qué destino le depara al pueblo peruano de no triunfar a corto plazo la revolución que Ud. viene dirigiendo desde hace más de ocho años? ¿Cree Ud. que este gobierno u otro tenga alguna salida para esta grave crisis?. El PCP en el documento “Bases de Discusión” ha señalado que entramos a años decisivos, en que el Apra sigue sin un plan estratégico, ¿Acaso estarÿamos a puertas del triunfo de la revolución y la toma del Poder por el PCP?

PRESIDENTE GONZALO: El pueblo peruano cada vez se moviliza más y se agudiza la lucha de clases, eso está directamente ligado a la guerra popular, porque no somos sino continuación de la lucha de clases con las armas en la mano. ¿Qué destino le depara?, yo creo que el heroico destino de destruir el viejo Estado y el glorioso de empezar a construir una nueva sociedad, será un grandioso esfuerzo, serán tiempos de sacrificios y dificultades pero el pueblo saldrá victorioso y, al fin y al cabo, bastaría con recordar sin la guerra popular ¿dejarán de morir 60.000 niños sin llegar a un año de edad, como está ocurriendo hoy en el Perú? No, por tanto el pueblo seguirá haciendo todo el esfuerzo y atravesará dificultades pero cada día más consciente pagará el costo necesario pues sabe que va a vencer.

¿Salida? Consideramos que no tienen salida. Nuestra interpretación del proceso de la sociedad peruana contemporánea plantea que a partir del 80 ha entrado el capitalismo burocrático en destrucción y como consecuencia se viene abajo todo el sistema y no tienen salida. Y si las cosas vemos, hay una crisis grave pero se les ha juntado dos décadas, la del 80 y la del 90, ambas críticas, no tienen salida alguna.

En cuanto a años decisivos, entendemos por tales una más recia tempestad entre guerra popular y guerra contrarrevolucionaria, y creemos, reitero, que de ahí va a derivar el equilibrio estratégico.

Sobre tiempo, el Presidente Mao decía menos tiempo cuanto más y mejor combatamos, de nuestra parte es nuestra obligación hacerlo, lo hacemos y lo haremos pero tenemos condiciones objetivas extraordinarias. Las condiciones de crisis general en que ha entrado el caduco sistema de la sociedad peruana nos plantea que estos años decisivos pueden acelerar y de hecho van a acelerar poderosamente las condiciones y desarrollar la situación revolucionaria.

Nuestro problema hoy ¿cuál sería? En síntesis, más guerra popular, más Poder Nuevo, más Ejército, más incorporación de la masa y así creemos que el triunfo en perspectiva es nuestro.

EL DIARIO: Finalmente, ¿puede desarrollar su posición acerca de la guerra popular mundial? En el caso de una guerra mundial entre las superpotencias ¿cuáles serían los resultados para la humanidad?

PRESIDENTE GONZALO: ¿Puede haber una guerra mundial?, sí puede haberla; las condiciones existirán en tanto no barramos su raíz. Las superpotencias preparan la guerra y hacen grandes planes, es evidente, pero creemos que los comunistas y los revolucionarios, las masas, el pueblo, los hombres que ya no podemos consentir que haya tanta iniquidad en el mundo, tenemos que apuntar a centrar nuestra atención, no en la guerra entre las superpotencias porque de ella no va a derivar nuestra liberación, porque sería una guerra de rapiña para un nuevo reparto del mundo. La guerra mundial de las potencias es por la hegemonía, nada más eso. De ellas ¿qué podríamos esperar? grandes matanzas, grandes genocidios, cientos de millares de muertos, pero, a buen seguro, la inmensa mayoría de la humanidad subsistirá. No podemos aceptar las siniestras ideas levantando hoy las armas atómicas y todas las armas sofisticadas que exhiben, ni podemos aceptar que las usen como un chantaje para paralizarnos. Muchas veces en el mundo se ha hablado por los reaccionarios de armas decisivas y definitivas, de desaparición de la humanidad, pero siempre ha sido para aquietar, para contener, para mantener su viejo dominio. Nosotros por eso pensamos que el problema está en centrar la atención, nuestro esfuerzo, nuestra pasión, nuestra voluntad en desarrollar la guerra popular, porque de ella sí devendrá la emancipación del pueblo y del proletariado que es la definitiva y verdadera emancipación. Pensamos que una guerra popular mundial es la respuesta a una guerra mundial imperialista, pensamos que el problema es prepararla y la concebimos como que los que ya estamos en guerra popular la desarrollemos más, los que no la han iniciado comiencen a desarrollarla y así iremos demoliendo el dominio imperialista, el dominio de la reacción y los iremos barriendo de la faz del mundo.

No concebimos la guerra popular mundial como un hecho que se dé simultáneamente en un día y hora exactos, la concebimos como la proyección en perspectiva, ligada a los 50 a 100 años que estableciera el Presidente Mao Tsetung, la concebimos como grandes olas de guerra popular hasta que al fin converjan todas ellas como legiones de hierro de un gran ejército rojo mundial como dijera el propio Lenin. Así es como la concebimos, creemos que ése es el único camino a seguir; el problema, insisto, está en que la guerra mundial es un riesgo y será una inmensa matanza pero de ella solamente vendrá: miseria, iniquidad, dolor, muerte, pero más razones para acabar con ellos y la solución sólo es una, en consecuencia, la guerra popular que concebida en esas oleadas lleve a esa guerra popular mundial y a esa convergencia de las legiones de hierro del proletariado internacional, de los pueblos que, al fin y al cabo, cumpliremos con la misión histórica que nos ha correspondido en gran suerte, vivir estos decenios en los cuales el imperialismo y la reacción serán barridos porque lo que el Presidente Mao previó se cumplirá. Si no lo vemos nosotros lo verán quienes continúen porque las legiones se incrementan más y más.

El problema ¿en dónde estaría? la clave ¿cuál sería? Poner al mando el marxismo-leninismo-maoísmo y con el maoísmo principalmente asumir la guerra popular aplicable universalmente, considerando el carácter de cada revolución y las condiciones específicas de cada país.

IV. SOBRE SITUACION POLITICA NACIONAL

EL DIARIO: Presidente, ¿cuál es el análisis del PCP sobre el proceso del Estado Peruano y a dónde marcha?

PRESIDENTE GONZALO: Tenemos una comprensión del proceso de la sociedad peruana contemporánea, entendiendo por tal la que se inició en 1895, consideramos que de ahí arranca el proceso que estamos viviendo y pensamos que tiene tres momentos. Un primer momento en que sienta bases para el desenvolvimiento del capitalismo burocrático; un segundo momento después de la II Guerra Mundial porque hasta allí abarca el primero, de profundizar el capitalismo burocrático; esa profundización del capitalismo burocrático va a madurar las condiciones para la revolución y con el inicio de la guerra popular, en el año 80, entramos al tercer momento de crisis general del capitalismo burocrático; ha comenzado la destrucción de la sociedad peruana contemporánea porque ha caducado históricamente, en consecuencia, lo que vemos es su final y lo que cabe es bregar, combatir, luchar para enterrarla.

EL DIARIO: ¿Por qué Ud. considera fundamental la tesis del capitalismo burocrático?

PRESIDENTE GONZALO: Consideramos clave esta tesis del Presidente Mao Tsetung porque sin comprenderla y manejarla no es factible desarrollar una revolución democrática y menos concebir su continuación ininterrumpida como revolución socialista. Es realmente muy inconveniente que esta tesis del Presidente Mao sea soslayada y que simplemente se enrede el análisis en hablarnos de desarrollo del capitalismo en países atrasados o de capitalismo dependiente que a nada conducen sino a cambiar el carácter de la revolución; creemos que es partiendo del Presidente Mao Tsetung que nosotros vamos a entender bien la sociedad peruana y las sociedades llamadas atrasadas.

Entendemos que el capitalismo burocrático, comienza a darse en el Perú desde el 95 del siglo pasado, en los tres momentos que acabo de esbozar. Lo concebimos de esta forma, sobre una base semifeudal y bajo un dominio imperialista se desarrolla un capitalismo, un capitalismo tardío, un capitalismo que nace atado a la feudalidad y sometido al dominio imperialista, son esas condiciones las que generan lo que el Presidente Mao Tsetung ha denominado capitalismo burocrático. Pues bien, el capitalismo burocrático se desenvuelve ligado a los grandes capitales monopolistas que controlan la economía del país, capitales formados, como lo dice el Presidente Mao, por los grandes capitales de los grandes terratenientes, de los burgueses compradores y de los grandes banqueros; así se va generando el capitalismo burocrático, atado, reitero, a la feudalidad, sometido al imperialismo y monopolista, y esto hay que tomarlo en cuenta, es monopolista. Este capitalismo, llegado a cierto momento de evolución se combina con el Poder del Estado y usa los medios económicos del Estado, lo utiliza como palanca económica y este proceso genera otra facción de la gran burguesía, la burguesía burocrática; de esta manera se va a dar un desenvolvimiento del capitalismo burocrático que era ya monopolista y deviene a su vez en estatal, pero este proceso lo lleva a generar condiciones que maduran la revolución; éste es otro concepto importante, políticamente hablando, que el Presidente plantea sobre el capitalismo burocrático.

Si comprendemos el capitalismo burocrático, podemos muy bien entender cómo en el Perú se da una situación semifeudal, un capitalismo burocrático y un dominio imperialista, principalmente yanqui. Eso es lo que debemos comprender, lo cual permite entender y manejar la revolución democrática.

Ahora, ¿qué otra importancia más tiene el capitalismo burocrático? el Presidente nos dice que la revolución democrática cumple algunos avances socialistas lo cual, dice, ya se expresaba por ejemplo en la ayuda mutua que se daba en el campo, en las bases de apoyo; pues bien, para pasar de la revolución democrática a la socialista es clave, desde el punto de vista económico, la confiscación de todo el capitalismo burocrático, lo cual permite al Nuevo Estado controlar la economía, manejarla y servir a desarrollar la revolución socialista. Entendemos que este concepto estratégico es de gran importancia y, reitero, lamentablemente se le soslaya y mientras se le siga soslayando no se entenderá bien lo que es una revolución democrática, en las actuales circunstancias en que nos debatimos.

Es erróneo considerar que el capitalismo burocrático es el capitalismo que desarrolla el Estado con los medios económicos de producción que tiene en sus manos; es erróneo, eso no se compagina con la tesis del Presidente Mao Tsetung. Bastaría pensar en esto, si el capitalismo burocrático fuera solamente el estatal, se confiscaría ese capitalismo estatal y el otro, capitalismo monopolista no estatal ¿en qué manos quedaría? en las de la reacción, en las de la gran burguesía. Esa interpretación de identificar capitalismo burocrático con capitalismo monopolista estatal es una concepción revisionista y en nuestro partido fue sostenida por el liquidacionismo de izquierda. Por eso este problema, entendemos, que es muy importante.

Además, políticamente nos permite diferenciar con mucha nitidez la gran burguesía de la burguesía nacional o media; y, eso nos da instrumentos de comprensión para no ponernos a la cola de ninguna de las facciones de la gran burguesía, ni de la compradora ni de la burocrática, que es lo que en el Perú ha hecho el revisionismo y el oportunismo y siguen haciéndolo, décadas de esa siniestra política de rotular a una facción de la gran burguesía como burguesía nacional, progresista, y apoyarla. La comprensión del capitalismo burocrático nos permitió entender bien la diferenciación, reitero, entre burguesía nacional y gran burguesía y comprender la táctica correcta que teníamos que seguir, retomando precisamente lo que Mariátegui estableciera. Por eso consideramos sumamente importante la tesis del capitalismo burocrático.

EL DIARIO: ¿Cuál es en síntesis su análisis político y económico de la coyuntura actual y la perspectiva?, ¿acaso esta situación es favorable para el PCP?, ¿cómo lo es para la reacción, el revisionismo y el oportunismo?

PRESIDENTE GONZALO: Concebimos que el capitalismo brocrático ha entrado en crisis general; mas aún, pensamos que ese capitalismo burocrático nace enfermo porque es derivado de la semifeudalidad o está ligado a ella y del imperialismo, la semifeudalidad es obviamente caduca y el imperialismo agonizante; de dos padres condenados a muerte por enfermedad incurable, ¿qué tipo de hijo puede salir?, un engendro enfermo que ha entrado en su fase de destrucción. Pensamos que las crisis se agudizan cada vez más; que, incluso como dicen algunos economistas, son 30 años más o menos de crisis de la cual no podemos salir sino pequeñas ondulaciones de recuperación, o, como dice el Apra en sus propios documentos internos, es una crisis que viene desde mediados de la década del 70.

Entendemos que cada crisis nueva es peor que la anterior; y si le sumamos a esto que se le juntan dos décadas críticas, las de los 80 y 90, las situación ya está clara. ¿Que dicen ellos mismos?, que este gobierno va a dejar la situación sumamente grave y el que viniere, en el supuesto caso de que venga, en su renovación electoral, tendría que buscar subsanar los problemas dejados y que, en consecuencia, solamente a partir del 95 habría que pensar en desarrollar. Y esto, se dice, en un país en el cual tenemos 20 años de rezago; por eso creemos que su perspectiva es sumamente negra. ¿Esto es favorable a la revolución, a la guerra popular, al Partido?. Sí, sí es favorable, primero y principalmente, a la clase y al pueblo porque toda nuestra labor es para ellos, para que la clase mande, dirija, para que el pueblo ejerza su libertad y pueda pues satisfacer hambre centenaria. No vemos perspectiva alguna para la reacción y el revisionismo, creemos que están unidos, son siameses, así es que los dos marcharán a la tumba. Eso es lo que pensamos.

EL DIARIO: ¿Por qué caracterizan al gobierno aprista de fascista y corporativo? ¿cuál es la sustentación de esto? ¿Qué opina del discurso de Alán García Pérez en el Congreso de la Juventud aprista en Ayacucho y del que dio en Paita, de las medidas económicas del nuevo gabinete?

PRESIDENTE GONZALO: Sobre la caracterización del gobierno aprista, sin entrar a ver su problema histórico porque tiene otras implicancias que no necesitamos ver hoy; la situación concreta que se presentó en el Apra, cuando le entregaron por acuerdo la dirección del Estado Peruano, el Apra entró en una situación dilemática, dos tendencias se daban en ella, una de criterios fascistas y otra de criterios demoliberales. Eso es lo que se daba en el Apra y entendemos, en este caso, por criterios demoliberales, el mantenimiento de este orden constitucional reaccionario, establecido en el año 20, en el año 33 y en el año 79, eso entendemos por ese orden demoliberal.

El Apra tenía un problema, la necesidad de inversiones para poder hacer avanzar la economía o más concretamente, presentarnos una vitrina de éxitos, porque eso es lo que ha hecho, consumir lo poco que tenían para presentarnos una vitrina de éxitos tan frágil como el vidrio y la prueba la estamos viendo hoy; de ahí que no se pueda decir de modo alguno que el plan del Apra era un buen plan económico, porque de tan buen plan económico ¿cómo tan malos resultados? no tiene sentido. Bien, así el Apra tuvo que acudir a los capitales de la burguesía compradora y ésta obviamente exigió condiciones; y, en los propios documentos del Apra se dice que, a fines del año 85, ya la gran burguesía, particularmente la compradora, comenzaba a recuperar y a capitalizar. El año 86 fue su paraíso, obtuvieron miles de millones de ganancia en dólares como ellos mismos lo han dicho, creyendo que luego iban a invertir; pero ese plan no iba a funcionar, necesariamente iba a entrar en crisis y a fracasar y, por tanto, no podían invertir; desde ahí se agudizó más la pugna entre ellos, de ahí las luchas entre ambas facciones de la gran burguesía.

El Apra, por otro lado, por el lado del pueblo se encontró frente a unas inmensas necesidades insatisfechas en las masas y demagógicamente como siempre se comprometió con todos; demagógicamente, porque lo que buscaba el Apra era simplemente tratar de desarrollar, desenvolver el proceso económico reaccionario y ése no se hace sino restringiendo los ingresos del pueblo, porque ¿de dónde salen las ganancias?, de la plusvalía; entonces, tenía, pues, un problema con las masas y lo sabía, de ahí su política represiva, antipopular, antisindical, antiobrera, eso desde el comienzo se ve. Pero había otras circunstancias, la guerra popular; el Apra aunque no quisiera tenía que afrontarla y la guerra popular era ya entonces un problema principal.

Todas esas condiciones son las que van a determinar que se produzcan cambios dentro del Apra, que se defina el dilema; pero éste ¿cuándo se va a definir?, el dilema se va a definir con el genocidio del año 86, la lucha de clases de las masas, la guerra popular, principalmente y la acción genocida llevaron al Apra a definirse por el fascismo y al triunfo de la facción fascista. Ahí consideramos que se produjo y comenzó, como todos ya lo reconocen, el desprestigio y el descalabro del Apra, no solamente en el Perú sino ante el mundo.

¿Por qué le llamamos fascista? la facción fascista que ya existía en el Apra va a tomar medidas políticas para ir implementando la corporativización, aunque eso ya está en el primer discurso que presentó García Pérez en julio del 85. ¿Qué entendemos por fascista y corporativo? Para nosotros el fascismo es la negación de los principios demoliberales, es la negación de los principios demoburgueses nacidos y desarrollados en el siglo XVIII en Francia; esos principios han ido siendo abandonados por la reacción, por la burguesía en el mundo, así es como ya la Iª Guerra Mundial nos hizo ver la crisis del orden demoburgués, por eso es que posteriormente insurge el fascismo. Entonces, en el Apra lo que se da es esa negación de los principios del orden demoburgués y cotidianamente comprobamos la negación de todas las libertades y derechos constitucionalmente establecidos. Consideramos al fascismo también en el plano ideológico como un sistema ecléctico, no tiene una filosofía definida, es una posición filosófica hecha de retazos, coge de aquí y de allá lo que le conviene; esto se expresa claramente en García Pérez: cuando va a Harare en Africa es africano y saluda a los africanos, a Kenneth Kaunda, cuando va a la India saluda a Gandhi es gandiano, cuando va a Méjico saluda a Zapata es zapatista, cuando vaya a la Unión Soviética si es que fuere va a ser salvador de la Perestroika; él es así, es que ésa es la formación ideológica, filosófica del fascismo, no tiene una definida posición, es un eclecticismo, toma lo que está a la mano.

En cuanto a su corporativismo. Entendemos por corporativismo el montar el Estado en base a corporaciones, lo cual implica la negación del parlamentarismo, es una cuestión esencial que ya Mariátegui la destacó en “Historia de la crisis mundial”, él nos decía, la crisis de la democracia burguesa se expresa claramente en la crisis del parlamentarismo; si uno ve aquí el Parlamento, si bien es cierto que en las últimas décadas ha sido el Ejecutivo el que ha dado las leyes más importantes del país, es en este gobierno aprista donde más ha sido el Ejecutivo el que ha acaparado todas las leyes fundamentales que ha dado para sus fines, no hay ninguna ley importante que haya dado el Parlamento, eso es real y todo ha sido darle facultades al Ejecutivo para que haga y deshaga. Todo es una negación del parlamentarismo.

El problema del corporativismo en el país no es reciente; ya en el año 33, cuando se debatía la Constitución en la segunda reestructuración del Estado peruano de este siglo, Víctor Andrés Belaúnde ya planteó la corporativización de la sociedad peruana; Villarán que fue ponente de la Constitución, se opuso planteándo ¿cómo vamos a corporativizar si es que no hay corporaciones?, fue una manera de zafar el cuerpo; así, ya tenemos algunos antecedentes. Cabe recordar, ahora que tanto hablan de ese señor Belaúnde, cuyas obras acaban de publicar, su criterio de: frente al liberalismo que centra en el dinero y contra el comunismo que niega la persona humana, lo que cabe son los sistemas corporativos a imagen de los modelos medievales; es bueno tenerlo en cuenta para ver su filiación y su raíz, y a su vez tener muy presente que está íntimamente ligado a los planteamientos del Papado a partir del siglo pasado.

Velasco también intentó corporativizar el país, por eso comenzó la conformación de corporaciones de productores agrarios por ejemplo; su propia ley agraria, la 17716, políticamente, apuntaba a establecer bases corporativas; la ley industrial también, ¿cómo? a través de la comunidad industrial; su famosa organización política que no llegó a cuajar también planteaba criterios nítidamente fascistas y la corporativización, pero eso no se pudo plasmar en el Perú. ¿Y, qué es lo que pretenden, qué quieren: la conformación de corporaciones, esto es organizar corporativamente a los productores y a todos los elementos que componen la sociedad, supongamos: productores fabriles, productores agrarios, comerciantes, profesionales, estudiantes, Iglesia, Fuerzas Armadas, Fuerzas Policiales, todos ellos nombran sus delegados y así conforman un sistema corporativo. Eso es lo que buscan y lo que el Apra está haciendo; y las regiones y microrregiones, ¿qué significan?. Todo ese plan de regiones de hoy día sirve a la corporativización del país; por eso tenemos que oponernos abiertamente, no sólo porque son manejos políticos del Apra en posiciones electoreras, sino porque es un sistema corporativo y, además, está poniendo en riesgo a un país que ni siquiera tiene una unidad nacional conformada. Son cosas sumamente serias. Por estas razones es que decimos que es un gobierno fascista y corporativo y cuyo camino lo está queriendo impulsar, de ahí su gran preocupación por las regiones que se las quiere imponer a cómo dé lugar; esto lo estamos viendo, he ahí todas esas asambleas parlamentarias extraordinarias que no han podido cumplir con lo que García dijo, el año pasado planteó: o se forman las regiones o dejo de llamarme Alán García Pérez; pasó el año, no sé cómo se llamará hoy día, porque no están formadas las regiones; ahora, dicen que a fines de este año, veremos.

En cuanto al problema de identificar fascismo con terror, con represión, nos parece que es un error, lo que pasa en este caso es lo siguiente: si uno recuerda el marxismo, el Estado es la violencia organizada, ésa es la definición que nos han dado los clásicos y todo Estado usa violencia porque es dictadura, si no ¿cómo contendría para oprimir y explotar? no podría hacerlo; lo que sucede, en consecuencia, es que el fascismo desarrolla una violencia más amplia, más refinada, más siniestra, pero no se puede identificar fascismo igual violencia, es un craso error. Esas son ideas que después de la Segunda Guerra Mundial van a desarrollarse aquí en el Perú y son ideas que ha difundido y planteado muchas veces Del Prado y son ideas que también ha planteado Dammert.

La identificación de fascismo con terror es no comprender a Mariátegui quien en “Figuras y Aspectos de la vida mundial”, cuando habla de H.G. Wells, nos dice que el Estado burgués tiene un proceso de desarrollo y que es ese proceso de desarrollo el que lo lleva a un sistema fascista y corporativo; esto se entiende muy bien si vemos las obras de Mariátegui, la citada “Historia …” o “La Escena Contemporánea”, recordemos que él lo vivió, estudió y conoció, directamente.

En el país hay que ver el fascismo en sus diversos aspectos desde su ideología, su política, su forma orgánica, ver cómo usa la violencia, su terror; hoy vemos cómo es que aplica una violencia refinada y más desarrollada, más amplia, brutal y bárbara eso es lo que se llama terror; pero, por lo demás, el terror blanco siempre ha sido aplicado ¿o no? siempre los reaccionarios cuando se han visto en dificultades han aplicado el terror blanco; así que no podríamos nunca, pues, identificar y reducir todo el fascismo a simplemente terror; debemos entender que es una violencia más refinada y que desarrolla terrorismo, sí, pero eso no es todo es un componente, es su modalidad de desenvolver la violencia reaccionaria.

En cuanto al discurso de García Pérez en el Congreso de la Juventud aprista; en síntesis, en el Apra hay una intensa lucha y tiene que ver con su próximo Congreso y el problema está en si García Pérez mantiene o no el control sobre ese Partido en función de perpetuarse en el Poder coludido con la Fuerza Armada. Hace tiempo se ve que la juventud aprista cuestiona la labor gubernamental, se ha producido grandemente en ese Congreso de Ayacucho y García Pérez ha tenido que viajar desesperado para explicar , justificarse y presentarse como el salvador; eso es lo que quiere, porque ve la importancia que tiene el ganarse a la juventud en función de sus apetitos de führer. Esa es, creo, la esencia, el problema de lo que haya hablado sobre nuestro Partido y la supuesta admiración que dice tenerle, simplemente nos revela la lucha en el Apra, porque admiración no nos puede tener quien es un genocida y un asesino cotidiano del pueblo, de los combatientes, de los comunistas; son demagógicas poses, debocados apetitos ligados al congreso del Apra y en función de sus perspectivas políticas porque él juega a muchas cartas, pues es hombre bastante joven.

De Paita, el “discurso de Paita”, en síntesis es un discurso fascista, abiertamente fascista; no es como se dice que es un tirón de orejas a los parlamentarios que hicieron un bochinche, lo cual es común entre ellos y no tiene nada de extraordinario, eso no ha sido; es un discurso estrictamente fascista, García Pérez quiere desenvolverse como führer por algo lo llaman “conductor”, muchas veces el propio diputado Roca lo llama así: “conductor” y ¿conductor no es igual a führer? quiere decir lo mismo en alemán; por eso creo que es correcto cuando algunos le dicen “aprendiz de führer”, pero al fin y al cabo lo que está demostrando es ser un demagogo barato con grandes apetitos desenfrenados, dispuesto a todo por satisfacerlos, la egolatría creo que es una de sus características.

En cuanto a las medidas económicas del nuevo gabinete, como tenía que ser, nadie está de acuerdo con ellas; claro, nadie está de acuerdo con ellas y el pueblo menos aún que es lo que nos interesa. Entonces se desenvuelve una doble contradicción: la primera, una contradicción con la burguesía compradora porque las medidas económicas son insuficientes, al gobierno aprista le piden más medidas y le exigen definición de su plan porque presenta uno para 18 meses pero en líneas generales sin concretar problemas importantes; (el Apra se va a pasar así estos 5 años de un plan de emergencia a otro plan de emergencia y a un nuevo plan de emergencia; de emergencia en emergencia, lo cual implica la descompaginación completa de los planes que pensó aplicar en su gobierno, me remito a sus propios documentos). Y a la segunda contradicción con el pueblo, obviamente como tenía que ser ajustar las correas al pueblo para que haya una recapitalización; ¿de dónde y cómo sacar capitales?, pues reduciendo el salario. Esas son, en síntesis, las medidas y por eso le crean al Apra más problemas que los que tuvo; mientras sigue, demagógicamente, posponiendo lo que el propio orden en el cual se mueve le impone y lo que él mismo hace bajo cuerda porque ya está coludido hace tiempo con Estados Unidos, con el imperialismo, su relación con el Banco Mundial es sumamente clara, su vinculación con el BID sumamente clara y esos son los instrumentos que están usando más ahora los imperialistas dado el desprestigio del FMI aunque la perspectiva es que vuelvan a su regazo. Así, pues, estas medidas económicas no salvan la situación, la van a agravar y tendremos una situación económica sumamente grave y crítica que se va a extender más recayendo drásticamente sobre las masas.

EL DIARIO: Presidente ¿Cómo enjuicia las próximas elecciones, la posibilidad de un golpe de Estado o de un autogolpe?

PRESIDENTE GONZALO: Si me permitieran, les diría que lo principal de las elecciones es boicotearlas y si es posible impedirlas. ¿Por qué planteamos esto? ¿Qué va a ganar el pueblo? Nada. Nada va a ganar con la renovación electoral, eso creo que es una cosa muy clara en la historia del país. En el documento “Desarrollar la Guerra Popular sirviendo a la Revolución Mundial” hicimos ver, hemos demostrado, y nadie lo ha desmentido, hemos demostrado cómo el porcentaje de votos de la IU es la situación que impidió que la mayoría se expresara contra las elecciones; creo que eso está demostrado, por tanto, hemos planteado, y los hechos nos demuestran, que la tendencia en el Perú es a no esperar nada de las elecciones ni de un nuevo gobierno, la tendencia es a rechazar las elecciones. El problema ¿dónde está?, en cómo el revisionismo y el oportunismo siguen traficando con las elecciones, ése es el problema, de ahí viene. Entonces el punto clave ¿cuál sería?, golpear y desenmascarar qué implica un proceso electoral, que no implica sino permitir la renovación de autoridades de este viejo y podrido orden, nada más significa; porque no nos van a decir que implica mantener el campo democrático, esos son viejos cuentos que ya nadie va a creer, son los cuentos que nos contaron los que hoy son PUM allá cuando la Constituyente, allá cuando el 80, que había campos democráticos, que se estaba en situación pre-revolucionaria y que con el uso parlamentario como tribuna pasaríamos a situación revolucionaria, para después decirnos que había que centrar en defender el orden existente. Creo que eso sería lo principal para el pueblo, que la mayoría exprese su rechazo a las elecciones, aunque fuere votando simplemente en blanco, aunque fuere simplemente así; eso es importante porque de esa manera entonces se expresará la voluntad de la masa de nuestro pueblo, la inmensa mayoría que ya comprende que por ese camino electorero no hay solución.

Creo que, han querido jugar con las elecciones adelantando ya la campaña electoral para, de esa manera, buscar que el pueblo centre su vista en los comicios; pero vemos que ese plan les ha fracasado y les ha fracasado por dos razones: una, primera, los graves problemas que tiene el pueblo y cómo aumenta su combatividad cada día, a la cual sirve la Guerra Popular; y en segundo lugar, por las propias contradicciones que han convertido en coladeras a todas sus instituciones políticas, supongamos la IU es una coladera de contradicciones, ese llamado FREDEMO es otra coladera de contradicciones y el Apra es una olla de grillos, realmente es así. Y sí su afán de desviar la atención del pueblo ha fracasado y si las condiciones son una guerra popular de gran perspectiva como realmente lo son, lo que tenemos que impulsar todos los hombres revolucionarios que queremos que este país se transforme es que el pueblo rechace ese proceso, allá ellos que vean cómo cambian sus autoridades, es su problema no el nuestro. Creemos que es así.

En cuanto a que haya un golpe de Estado, bueno, en el país siempre está lista la posibilidad de golpe de Estado; más, entendemos que ellos mismos ya se asustan planteando que el ejército no ve ninguna fuerza política capaz de enfrentar la Guerra Popular. Si así dice el ejército, quiere decir que el golpe puede darse en cualquier momento pero puede tener muchas maneras de darse, ésa es otra cuestión; podría darse algo similar como en el Uruguay con Bordaberry, quien en este caso sería García Pérez; podría producirse un autogolpe, es otra de las cartas que tiene en la manga García Pérez, porque un golpe de Estado lo sacaría como víctima no como el fracaso político que es y siendo jóven, de aquí a un tiempo, podría volver como mártir y defensor de la democracia, por eso es otra de las cartas de la baraja de ese demagogo prestidigitador. Y si pensamos más, realmente cada vez más las fuerzas armadas tienen que ir desenvolviendo una lucha contrarrevolucionaria más desarrollada que aumenta su poder, eso es así; y creemos que la contradicción marcha en la perspectiva de que tengamos que enfrentarnos por un lado, el de la revolución, el Partido Comunista del Perú dirigiendo la guerra popular y por el otro, el de la reacción, las fuerzas armadas dirigiendo la guerra contrarrevolucionaria en el Perú.

EL DIARIO: Presidente ¿Ud. aceptaría dialogar con Alán García Pérez?

PRESIDENTE GONZALO: El diálogo está siendo muy llevado y traído y es parte también del juego de las superpotencias, particularmente del socialimperialismo. Nosotros vemos de esta manera la situación, hay un momento en el que se dan relaciones y tratos diplomáticos y son una necesidad en el desarrollo de una guerra popular; por ejemplo la reunión del Presidente Mao con Chiang Kai-shek; así que es un fenómeno conocido, lo hemos visto también en el caso de Viet Nam, es una faceta del desarrollo de una guerra revolucionaria, más de una guerra popular. Pero, hay que partir de que en las reuniones diplomáticas sólo se firma en la mesa lo que está refrendado en el campo de batalla porque nadie entrega lo que no ha perdido obviamente, eso se entiende. Bien, uno se preguntaría ¿ha llegado ese momento en el Perú? No ha llegado ese momento, entonces ¿qué razón tiene el plantear el diálogo?, el diálogo simplemente apunta a frenar, a socavar la guerra popular, a eso apunta, a nada más, e insisto, la razón es que no ha llegado el momento de vínculos y tratos diplomáticos, no tienen razón de ser.

Por lo demás, creo que es una cuestión demagógica que vienen agitando desde la época de Belaunde, a raíz de una propuesta aceptada hecha por un elemento de la Izquierda Unida, el entonces presidente planteaba que no había interlocutor válido; palabras, en el fondo no era sino una demagogia barata sin ton ni son y, hoy día, sigue siendo lo mismo. ¿Y quiénes hablan de diálogo? los revisionistas, los oportunistas y los que tienen esperanzas en el Apra, en este orden demoburgués, en este orden reaccionario, son ellos; pero ¿no son a su vez los mismos que están planteando la pacificación, nuestra destrucción? ¿los que proponen cómo pacificar mejor que implica cómo barrernos porque son también sus negros sueños para saciar sus apetitos?; son los mismos, ¡qué coincidencia!, entonces, pues, ese diálogo es un siniestro tráfico. Uno se podría preguntar además ¿cómo pueden hablar de diálogo ésos que incluso habiendo pactado una amnistía con García Pérez éste nunca la cumplió?.

Por eso para mí, la cháchara sobre el diálogo no es sino, reitero, buscar socavar la guerra popular, pues no corresponde a la realidad. Cuando llegue llegue el momento necesariamente la guerra popular tendrá que desenvolver tratos diplomáticos; pero nuestra diplomacia apuntará a la conquista del Poder en todo el país, cabal y completamente, no queremos Viet Nam del Norte y Viet Nam del Sur, no queremos Corea del Norte y Corea del Sur, no queremos Perú del Norte y Perú del Sur, queremos un solo Perú. Esa es nuestra condición, la rendición cabal, completa y absoluta ¿están dispuestos a eso?; no, lo que están tramando es nuestra destrucción, así que el diálogo no es sino parte del mismo plan pese a todo su cacareo demagógico y filisteo.

EL DIARIO: ¿Qué piensa de IU y su línea política?, ¿qué destino le depara Ud. a este frente revisionista? Y sobre ANP ¿qué posición tiene el PCP?

PRESIDENTE GONZALO: Sobre eso quisiera ser escuetamente breve, primero porque, ¿cuál es la línea de Izquierda Unida en estos momentos? No la sabemos, de documentos anteriores plantea que es “un frente de masas de tendencia socialista”, y se ha centrado como es evidente en el cretinismo parlamentario. En el fondo de sus posiciones ¿qué hay? una cuestión bien simple creer que pueden tomar el gobierno y luego, como dicen ellos, el poder; pues que entiendan que no se toma el uno sin el otro, más aún, primero tomas el Poder y luego haces su gobierno, porque el problema esencial del Estado es el sistema de Estado, lo que quiere decir la dictadura que se ejerce, de qué clase es, y lo derivado de eso es el sistema de gobierno. Lo demás son elucubraciones baratas de revisionistas podridos; si uno ve sus planteamientos no están por la destrucción del Estado reaccionario sino por un gobierno que les permita seguir evolucionando este orden caduco y podrido, eso es lo que buscan proclamando que con ese gobierno y reformas pueden marchar al socialismo; y todo esto es sencillamente revisionismo desenfrenado ya condenado por Lenin.

Por otro lado, habrá que ver pues sus tesis políticas y su congreso; en cuanto a sus tesis políticas, recién las van a publicar. Creo que en la IU, que es un frente no hay que olvidarlo, lo que se ve es una reedición del viejo frentismo electorero oportunista que hemos visto muchas veces en el Perú. Ese frente es la negación de un Partido que dirija y si no hay partido del proletariado que dirija no hay transformación, no hay revolución; y la revolución nunca se ha hecho a través del Parlamento, ni se hará jamás, están reeditando con afeites nuevos viejas cuestiones ya discutidas en los años 60. A la IU, para ser sintético ¿cómo la veo? como una coladera de contradicciones, como una colusión y pugna, ¿qué los une? la colusión, afanes, seguir el camino del cretinismo parlamentario, reeditar viejos fracasos o, de usarlos la reacción como una carta, jugar papeles siniestros como Ebert en Alemania, el protervo y vil asesino de la revolución del 19. Creo que eso es lo que los une y ¿qué los divide? sus pugnas, sus bases, sus apetitos y que tienen diversos amos, por tanto dependen de cómo sus amos definan la situación, porque ahí hay revisionistas que sirven al PCUS, ahí hay revisionistas que sirven a Teng, dependen de qué dicen sus amos o los intermediarios de esos amos; y esto sin contar los vínculos con otros centros de poder.

Así que ahí está el problema. Hay cosas que a quienes verdaderamente quieren la revolución deben hacerles pensar; hay quienes tienen la obligación de pensar si realmente están por la revolución, tienen que romper ese frentismo electorero rastrero e inútil que es una rémora, y asumiendo su posición de clase, según la clase a la que defiendan, convergir en un frente verdaderamente revolucionario, que lo hagan y que converjan en los hechos; no basta decir sectarios hay que demostrar que no se es, y para demostrar que no se es primero hay que dejar de ser oportunista, hay que dejar de ser revisionista y para otros hay que dejar de querer llevarnos por inconducentes caminos de social-cristianismo. Si quieren la revolución que lo demuestren y para eso que expresen en hechos el abandono de ese camino erróneo que siguen, de estar a la cola del revisionismo soviético y chino, eso es lo primero que tendrían que hacer, aparte, reitero, de que no nos vengan con posiciones de caminos socialcristianos; que entiendan realmente el marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente el maoísmo y mientras no lo entiendan no van a avanzar; que entiendan lo que es hacer una revolución a través de una guerra popular, y que comprendan y abran los ojos, porque la verdad es machacante y no pueden negar lo que todo el mundo ve excepto ellos. Los apetitos no pueden ser tantos y que asuman claramente sus limitaciones de clase, y acepten que es el proletariado el que dirije como clase a través de un Partido Comunista y esto es lo que nos interesa principalmente.

En cuanto a la Asamblea Nacional Popular. Bueno, la ANP es una cosa interesante, por un lado, se dice “es germen de poder”, muy bien, “germen de poder”, pregunto ¿están queriendo formar soviets?, ¿están reeditando la experiencia boliviana cuando Juan José Torres? ¿puede crearse un poder así? Levantar ese supuesto “germen de poder” es simple y llanamente oponerse al Nuevo Poder que nosotros estamos construyendo real y concretamente. Por otro lado, también esta ANP, se dice, que es “un frente de masas”, ¿o sea que es competidora de la IU, también es un “frente de masas”? Bueno, que se defina qué cosa es pues, ¿es “germen de poder” o es “frente de masas”?, qué cosa es en concreto y que se plantéen claramente cómo se forja poder. ¿Qué se ve?, simplemente que la ANP es manejada por el revisionismo; pruebas al canto, sus paros siguen el rumbo y hasta las fechas que fija el revisionismo a través de la CGTP por tanto, también es ahí cabeza el revisionismo y los revolucionarios no pueden seguir a los revisionistas; y quienes realmente quieran a la revolución, reitero, que lo demuestren con hechos y entiendan, primero que nada, el proceso de guerra popular auténticamente revolucionario que aquí en el país se está dando, pues mientras no lo entiendan no van a poder cumplir el papel que muy bien pueden cumplir muchas personas que lo que tienen es simplemente buenas intenciones, pero falta absoluta de claridad pese a que ellos crean lo contrario.

EL DIARIO: Presidente ¿Cómo ve Ud. la situación de la lucha de clases de las masas? ¿cómo a las organizaciones existentes?

PRESIDENTE GONZALO: En cuanto a cómo vemos la lucha de clases de las masas, yo quisiera partir de esto: nuestro pueblo es heroico, nuestra clase, el proletariado, más aún; como todo pueblo y todo proletariado son persistentes combatientes de la lucha de clases, nunca han cejado, ni cejarán jamás, hasta que lleguemos al comunismo. Creo que lo primero que tenemos nosotros que hacer es reconocer esa grandiosidad de nuestro pueblo, de nuestro proletariado; lo segundo, es reconocer y agradecer, ver claramente y decirlo con firmeza que sin su apoyo, sin su sustento no habríamos hecho ¡nada!, ¡absolutamente nada!. Porque son las masas las que crean la historia, creemos fervientemente en ello; así como creemos que “La rebelión se justifica”, es otro principio clave de las masas.

¿Cómo vemos a las masas? Con regocijo profundo de comunistas, mi saludo a esa creciente riada de masas ascendentes que está comenzando a reeditar viejas glorias y cumpliendo nuevas páginas históricas. Las masas han entrado y seguirán en un agudo proceso de lucha de clases y el pesimismo que reina en la IU, como lo reconoce el mismo señor Moreno que dirije Patria Roja, no va a calar en las masas porque las masas no son pesimistas; recordemos que el Presidente Mao nos dijo: pesimistas solamente los revisionistas y los señores oportunistas, el proletariado y los comunistas somos siempre optimistas; porque el futuro es nuestro y está definido históricamente mientras políticamente marchamos en nuestro rumbo. Las masas no van a caer en pesimismo, nunca han caído, eso es absurdo, es infamarlas; las masas combaten pero para combatir necesitan una dirección, un Partido porque no hay movimiento de masas que pueda desenvolverse, mantenerse y menos desarrollarse sin un partido que las dirija.

Nosotros vemos con regocijo revolucionario cómo las masas están combatiendo y, cómo sus propias acciones lo demuestran, aprendiendo de esas masas ya incorporadas a la guerra popular; y cómo las masas comienzan a aplicar esa gran consigna ¡Combatir y Resistir!. No es tiempo ya solamente de recibir, hay que ser corteses, también hay que devolver y doble para ser doblemente corteses; y creo que las masas lo están haciendo dando muestras realmente ejemplares que hacen ver la brillante perspectiva que ellas mismas la verán, porque son ellas las que hacen la revolución, el Partido solamente las dirige; creo que, es un principio que todos sabemos y no está de más recordar.

En cuanto a las organizaciones, nos parece que hoy más que nunca debemos estudiar seriamente lo que enseñó Lenin, en su obra “La bancarrota de la II Internacional”, capítulo VIII; nos dice que el Estado de explotadores, el Estado burgués, el Estado reaccionario permite la existencia de organizaciones que le sustentan, le sirven para mantenerse y sobrevivir; y que esas organizaciones para mantenerse lo que hacen es vender la revolución por un plato de lentejas. Creo que les viene como anillo al dedo, pero nos dice más aún, de esas organizaciones nada va a esperar la revolución; la revolución tiene que crear sus propias organizaciones para desarrollar los tiempos de guerra, de revolución como los que estamos viviendo y viviremos más de aquí en lo inmediato y en el futuro ha de triunfar. En consecuencia, Lenin nos decía, hay que crear nuevas organizaciones que sirvan a la revolución aunque tengamos que pasar sobre la cabeza de los vendeobreros, de los traidores de la revolución. Creo que son palabras de Lenin, nos merecen a todos inmenso respeto y nos deben mover a profunda y seria reflexión, de otra manera no estaríamos sirviendo a la clase, al pueblo; y tenemos que decir la necesidad urgente de coadyuvar a que todos tomen cada vez más conciencia de clase, que se vivan como lo que son, como clase obrera o como pueblo con interés opuesto, antagónico al de los explotadores; que sientan claramente el poder que tienen cuando con una huelga paran la producción y entiendan, y sientan y lleven adelante una huelga como una Escuela de guerra, como una Escuela de comunismo y que sigan desenvolviendo sus huelgas como forma principal de lucha en el campo económico, porque lo es, pero que en las circunstancias actuales tienen que estar indesligablemente unidas a la conquista del Poder. Así pues, unamos la lucha por la reivindicación con la lucha, con la guerra popular, por la conquista del Poder, porque es la defensa de sus intereses de clase, es la defensa de los intereses del proletariado, del pueblo; eso es lo que necesitamos y creemos que nuestras masas avanzan cada vez más.

En nuestro Partido concluimos hace tiempo lo que llamamos la ley de las masas, la ley de incorporación de las masas, en la guerra, en la revolución, tal como la desenvolvemos y es lo que corresponde aquí; las masas se van incorporando por saltos, y por saltos cada vez más grandes, ése es el rumbo que estamos siguiendo y nuclearemos al 90% del pueblo peruano ¿para qué?, para que las masas hagan triunfar la revolución y culminen la obra que ellas están iniciando hace 8 años y llevando adelante con su propia sangre, porque es de ellas, de ellas ha salido, de sus entrañas; ellas, las masas, hacen la historia, insisto, el Partido solamente dirige; creo que es así.

EL DIARIO: Presidente: ¿En qué sectores políticos y sociales busca sus aliados el PCP?; ¿tienen alguna afinidad con algún grupo político del país? El oportunismo les imputa de ser sectarios ¿Cómo definen su política de frente? ¿cuál es el peso del Partido en el campo, en el movimiento obrero, en el pueblo en general?

PRESIDENTE GONZALO: Si me permiten, primero partir de cómo vemos el frente; ya hemos dicho como lo estamos llevando adelante, pero lo que necesitamos precisar aquí, es cómo concebimos el frente único del cual hablaba el Presidente Mao y digamos de paso, es él quien ha establecido las leyes del frente, las seis leyes del frente, no hubo tales leyes antes de él. Acorde con esos criterios del marximo-leninismo-maoísmo, nuestro problema es un frente de clases, del proletariado como clase dirigente, del campesinado como fuerza principal, de la pequeña burguesía como aliada a la cual debemos prestar atención y en particular a los intelectuales, porque son necesarios a la revolución, como también el Presidente Mao enseñó; y en ese frente incluso, en determinadas circunstancias y condiciones, puede participar y participa la burguesía nacional. Esto es lo que entendemos nosotros por frente único, ese frente tiene un basamento: la alianza obrero-campesina, ésta se forja en el campo, es la que nosotros estamos forjando hoy, desde hace 8 años con las armas en la mano; y ¿por qué es necesaria la alianza obrero-campesina?, porque sin ella no hay hegemonía del proletariado y todo ésto requiere un Partido Comunista que dirija ese frente, ésa es nuestra posición. Somos absolutamente opuestos a la teoría revisionista que aplican en Centroamérica, y quieren difundir a otras partes, de “todos son revolucionarios”, “todos son marxistas”, “no hay necesidad de Partido Comunista que dirija”, “basta simplemente unir a todos y basarse en un frente para conducir una revolución”; ésa es la negación del marxismo, es la negación de Marx, es la negación de Lenin, es la negación del Presidente Mao; no hay ningún marxista que haya puesto de lado la dirección del Partido, sino ¿cómo se concreta la hegemonía del proletariado?, sólo a través del Partido Comunista realmente tal, ésto es, un partido marxista-leninista-maoísta, que sirva consecuente y firmemente a los intereses de la clase y defienda los del pueblo. Así es como vemos, y eso es lo que estamos plasmando y desarrollando. Para nosotros el problema del frente tiene que ver con la consabida tesis de que siendo el Partido siempre una selección de los mejores, y siendo la necesaria dirección, pero no quien hace la revolución porque son las masas quienes la hacen, surge en consecuencia la necesidad del frente para aglutinar al 90% de la población, a la inmensa mayoría, eso es lo que buscamos, eso es lo que perseguimos y eso es lo que estamos haciendo.

En cuanto a organismos, hemos tenido, en diversas ocasiones vinculaciones con organizaciones y cuando las hemos tenido los hemos tratado como corresponde, de igual a igual, y hemos intercambiado experiencias; en algunos casos, han pedido que el Partido les ayude políticamente y lo hemos hecho, son varios casos de esos, pero nombres por ahora mejor no.

Sobre si somos sectarios, disculpen que lea lo que dice el documento “Desarrollar la guerra popular sirviendo a la revolución mundial”, son las palabras de nuestro fundador y las usamos precisamente éstas, porque quienes se dicen mariateguistas deben serlo de verdad, pero no se puede ser seguidor de Mariátegui sin ser marxista-leninista-maoísta, decía Mariátegui: “Vivimos en un período de plena beligerancia ideológica. Los hombres que representan una fuerza de renovación no pueden concertarse ni confundirse, ni aún eventual o fortuitamente, con los que representan una fuerza de conservación o de regresión. Los separa un abismo histórico. Hablan un lenguaje diverso y no tienen una intuición común de la historia”.

“Pienso que hay que juntar a los afines no a los dispares. Que hay que aproximar a los que la historia quiere que estén próximos. Que hay que solidarizar a los que la historia quiere que sean solidarios. Esta me parece la única coordinación posible. La sola inteligencia con un preciso y efectivo sentido histórico”.

“Soy revolucionario pero creo que entre hombres de pensamiento neto y posición definida es fácil entenderse y apreciarse, aún combatiéndose. Con el sector político que no me entenderé nunca es el otro: el del reformismo mediocre, el del socialismo domesticado, el de la democracia farisea”.

A eso nos atenemos. No somos sectarios, no hay ninguna acción nuestra que lo demuestre; lo que nadie nos puede exigir es que vayamos a la charca. Lenin nos enseñó: si algunos deciden y quieren ir a la charca, tienen derecho a hacerlo, pero no a llamarnos a que vayamos al mismo fango; Lenin decía, nosotros debemos seguir nuestro camino, empinado difícil hasta la cumbre y, en otras frases, tenemos que afrontar la metralla del enemigo pero seguiremos avanzando. No somos, pues, sectarios ni dogmáticos, somos simplemente comunistas y nos sujetamos a estas sabias palabras de Mariátegui, más bien, demandamos, a quienes se dicen seguirlo que realmente lo sigan y que lo prueben.

En cuanto al peso del Partido en el campo, concretamente lo que les podríamos decir, es que, la mayoría de nuestra militancia es campesina, la inmensa mayoría; y, una limitación que tenemos es el insuficiente número de obreros, es una seria limitación pero hacemos y haremos más esfuerzos para subsanarla porque necesitamos comunistas proletarios, obreros, pues dan temple, dan su acero, porque lo tienen como clase.

Sabemos, además, cómo en el pueblo en general, nuestra fuerza y repercusión crecen; podemos decir que el Ejército Guerrillero Popular está formado por masas, por campesinos, por obreros, intelectuales, pequeño burgueses, son miles de hombres; tenemos cientos de Comités Populares organizados en Bases de Apoyo y ejercemos Poder sobre decenas de miles de personas. Esa es nuestra realidad, la influencia del Partido está creciendo, estamos repercutiendo cada vez más en las masas; aplicamos, como plantea el marxismo, enseñar al proletariado, al pueblo, a las masas con hechos contundentes para con ellos remachar las ideas en la mente. Creemos que nuestro crecimiento en las masas ha empezado un gran salto, eso es lo que les podemos decir, deseamos y es una tarea nuestra y parte de nuestro plan dar un gran salto en el trabajo de masas. Las masas en el país necesitan la dirección del Partido Comunista; esperamos, con más teoría y práctica revolucionaria, con más acciones armadas, con más guerra popular, con más Poder llegar al corazón mismo de la clase y del pueblo y realmente ganarlo, ¿para qué? para servirlo. Eso es lo que queremos.

EL DIARIO: Presidente, otras organizaciones o no definen o vagamente hablan de revolución socialista para el Perú ¿cuáles son las razones por las que el PCP define que la revolución peruana tiene etapas? ¿cómo es esta revolución democrática? ¿cómo será la revolución socialista y cómo serán las Revoluciones Culturales Proletarias que impulsará el PCP al triunfo y derrota de las fuerzas contrarrevolucionarias? ¿Serán éstas similares a las que desarrolló el Presidente Mao en China?

PRESIDENTE GONZALO: Un problema clave es definir el carácter de la revolución, para nosotros, siguiendo lo que estableciera el propio Congreso del Partido, la revolución es democrática. Tomando el maoísmo hemos podido desarrollar una comprensión un poco más amplia de la situación en nuestro país, consideramos que la sociedad peruana es una sociedad semifeudal y semicolonial sobre la cual se desarrolla un capitalismo burocrático, en consecuencia, la revolución es democrática. Consideramos que esta revolución democrática tiene tres montañas a las cuales enfrentar: el imperialismo principalmente yanqui, el capitalismo burocrático y la semifeudalidad. Esta revolución democrática demanda emprender una guerra popular, por eso nos hemos empeñado en ella, esta guerra popular es la que nos permitirá destruir esas tres montañas y conquistar el Poder en todo el país en una perspectiva, a nuestro juicio, no tan lejana; en fin, eso depende del esfuerzo mayor que empeñemos todos los que combatimos en la guerra popular y de que las masas vayan adhiriéndose más y más a ella. Esta revolución democrática debe ser seguida ininterrumpidamente por una revolución socialista, sobre esto quisiéramos precisar, tomando lo que el Presidente Mao nos enseñara con mucha clarividencia pensando en las cosas que podrían surgir; él nos dice que la revolución democrática termina el mismo día en que se toma el Poder en todo el país y se funda la República Popular, ese mismo día y hora comienza la revolución socialista y en ella tenemos que desenvolver una dictadura del proletariado y así llevar adelante las transformaciones básicas para desenvolver el socialismo.

Consideramos que hay un tercer tipo de revolución. Estudiando al Presidente Mao Tsetung y los acuerdos del PCCh estamos comprendiendo cada vez más la importancia de la gran revolución cultural proletaria como continuación de la revolución bajo la dictadura del proletariado y su carácter de indispensable; sin ella la revolución no puede proseguir su marcha al comunismo. Consideramos que serán sucesivas revoluciones culturales pero pensamos que esa revolución cultural tendrá que ser especificada; si bien hemos de tomar la tesis del Presidente y la grandiosa experiencia del PCCh, tenemos que aplicar a nuestra propia realidad -en eso también somos antidogmáticos, no podemos ser mecanicistas, estaríamos contra el maoísmo-. Pensamos como Partido Comunista que nuestra meta es una: el comunismo, pero que a él -y disculpen que reitere- solamente habremos de llegar todos en la Tierra o nadie entra al comunismo; somos absolutamente opuestos a las tesis revisionistas de Jruschov quien nos habló del comunismo en la URSS para el año 80; el Presidente Mao Tsetung reafirmó una vez más que todos o nadie entraríamos al comunismo, por eso es que nuestra revolución está indesligablemente unida a la revolución mundial; ésa es nuestra meta final y definitiva, las demás son etapas, pasos, momentos y creemos que la perspectiva para llegar al comunismo es larga, nos parece que la proyección del Presidente Mao Tsetung es certera.

EL DIARIO: Se dice que el PCP al conquistar el Poder en el país confiscará todo tipo de propiedad. ¿Es ésto cierto, cómo actuará con la deuda externa?

PRESIDENTE GONZALO: El programa del Partido ya vemos que aclara estas cuestiones. Una revolución democrática como la que estamos llevando adelante apunta contra las tres montañas ya aludidas, o sea que estamos por romper el dominio del imperialismo principalmente yanqui pero a su vez bregamos para no permitir jamás que el socialimperialismo ni cualquier potencia imperialista ejerza su dominio sobre nosotros; estamos por destruir la semifeudalidad aplicando el gran lema que sigue siendo válido, -esto es bueno destacarlo porque muchas cosas se dicen-, “la tierra para quien la trabaja”, el Presidente Mao volvió a reafirmarse en este lema que para nosotros esto implica destruir la propiedad semifeudal y entregar la tierra al campesinado en propiedad principalmente al pobre; y estamos por confiscar el capitalismo burocrático y, volviendo a repetir, es muy importante porque eso da base económica al Nuevo Poder para dirigir la economía y enrumbar al socialismo. Estamos contra esas tres montañas. En cuanto a la burguesía nacional o media, el problema es respetar sus derechos, a eso nos atenemos, más allá no podemos ir, sería cambiar el carácter de la revolución. La idea de “confiscar toda propiedad” no es sino parte de los infundios y las mentiras que siempre han pregonado contra los comunistas; como magistralmente nos enseñara Marx, para oponerse al comunismo siempre la reacción y los enemigos de la revolución han elaborado falsedades y mentiras; si ese grandioso fundador del marxismo en el mundo sufrió todas esas infamias, mentiras y tergiversaciones de sus sabios planteamientos, creemos que lo que se dice contra nuestro Partido no es sino la continuación de la vieja escuela reaccionaria y de los enemigos de la revolución.

EL DIARIO: ¿Cómo actuará con la deuda externa el Partido?

PRESIDENTE GONZALO: Siendo propiedad imperialista será confiscada y, creo que podríamos agregar, es la única forma de barrer realmente con este peso inmenso que está agobiando a tantos países y esquilmando naciones y pueblos, sólo con la revolución, no hay otra forma; todos los demás, medios y criterios que se plantean son simplemente quererles sacar las castañas del fuego al imperialismo y creemos que ésa es la experiencia histórica, además.

EL DIARIO: Y el Partido Comunista, ¿cómo está resolviendo el problema de la tierra y qué planes aplica el Apra y el PUM?

PRESIDENTE GONZALO: El problema de la tierra, fundamental porque realmente es este problema el que se resuelve en la revolución democrática aparte de las otras cuestiones ya conocidas. Lo que aplicamos es la destrucción de las relaciones semifeudales de explotación y la entrega de la tierra a los campesinos pobres principalmente y luego a los campesinos medios y, si hubiera o fuera conveniente, puede darse a los campesinos ricos así como también si es conveniente o necesario podemos quitarles, si es que faltaran tierras; incluso con los terratenientes, como el Presidente ha enseñado, si ellos quieren trabajar que ganen, como se dice, el pan con el sudor de su frente y que aprendan lo que es labrar la tierra y no vivir simplemente de la renta. Seguimos esa política.

La política del Partido se ha ido desarrollando en este problema; una de las cuestiones importantes que hemos hecho ha sido el impulsar un movimiento de invasión de tierras, muy importante, en el departamento de La Libertad, ahí han sido repartidas más de 300.000 has. y se han movilizado 160.000 campesinos; viendo el conjunto de movilizaciones que hemos tenido ésa es la que más masa ha logrado mover; este movimiento se impulsó para socavar los planes del Apra y también lo aplicamos en Puno, y somos nosotros los que hemos empezado las invasiones de tierras también en Puno mientras el PUM discutía con el Apra sobre qué y cómo hacer, ésa es la pura y simple realidad; luego el gobierno se ha visto obligado a dar disposiciones para Puno en particular, disposiciones que no las ha cumplido. En este caso, como en otros de la Sierra, el Apra ha apuntado a aplicar el redimensionamiento que planteara Morales Bermúdez cuando fue presidente y la disputa con el PUM ha sido cómo hacerlo, si lo hacía sólo el gobierno o participaban las organizaciones.

¿Qué han buscado el gobierno y el PUM? Bajar la presión de las aguas, eso es lo que han buscado y una vez más vemos reeditar lo que hicieron el 74, cuando eran “Vanguardia Revolucionaria”, con las “tomas de tierra” en Apurímac donde fueron movilizados miles de campesinos y llevados ¿a qué? a acogerse y a pactar dentro de la ley 17716, ley corporativa del fascismo de Velasco, como prueba están las actas famosas de Toxama y Huancahuacho. Alguien debe responder por ello, sería bueno recordarles la memoria; ¿sirvieron o no al régimen? sirvieron porque aplicaban entonces el criterio de que la ley 17716 era buena, y que su error era no ser socialista; lo cual es una estupidez política porque el problema de la tierra es una reivindicación democrática elemental, sino habría que corregir el marxismo. Eso es lo que han reeditado hoy en colusión con el Apra; bien, hay cosas que mucho se dicen, pero sería bueno que siendo como son, se pongan la mano al pecho, hagan acto de contrición y vean si no han servido, incluso delatando para que sean golpeadas nuestras fuerzas, sería bueno que meditaran. Está probado y lo sabemos desde los años sesentas y por un nuevo estudio que hiciéramos en los años setentas, que la simple consecución de la tierra, si no está ligada a una guerra popular, a una lucha por la conquista del Poder, lo que genera es simplemente un acoplamiento al sistema, y se deviene en un sostén del mismo, y se sigue en el mismo proceso vegetativo semifeudal, pruebas al canto: Pomacocha y Ccaccamarca, en el departamento de Ayacucho, creo que ésas son cosas que tenemos que pensar; las experiencias de Apurímac el 74, las “tomas de tierra” de Vanguardia ¿a qué sirvieron?, a que se montara un sistema corporativo, desarrollando las formas asociativas, eso ¿era o no lo que quería Velasco?. En consecuencia acoplarse al sistema, evolucionar la feudalidad cuando el problema es arrasarla, destruírla, eso es lo que el PUM hasta hoy no entiende, ni va a entender; se requiere pensar desde otra ideología, desde la marxista, para entender cómo se conquista y cómo se defiende la tierra, con armas en la mano, ése es el hecho.

El Apra además, sigue otros planes; particularmente, hay que prestar atención muy importante a los planes que tienen para las tierras eriazas de la Costa con los últimos decretos y los “planes de desarrollo” para quien tenga capacidad de invertir en función de generar productos de exportación; y eso está llevando a una repartija, a una rebatiña de tierras en Lambayeque, en La Libertad, en Ica, y en la Costa peruana en general. Con sus últimas disposiciones se pueden entregar hasta 450 hectáreas, ¿van a ser los pobres los que van a adquirir esas tierras?, ¿con qué dinero podrían hacer pozos tubulares, por ejemplo para extraer agua?, imposible. Son suculentos planes cuyo resultado ya quedó claro, es la repartija ¿qué están haciendo sino en La Libertad? ¿en beneficio de quiénes? del Apra, sus dirigentes y asociados, entre los cuales juega un papel muy destacado y económico, el señor ministro Remigio Morales Bermúdez, socio de grandes empresas monopolistas. Eso no beneficia al campesinado y en la Costa también hay campesinado que necesita tierras, y las tierras deben ser para ellos; de ahí el escándalo que hemos visto no hace mucho en La Libertad con motivo de denuncios de tierras de las futuras irrigaciones.

Otros problemas. La entrega de tierras en la Selva: 30 mil hectáreas, ¿quién las podrá manejar?: Dionisio Romero u otro similar; no las podrá controlar ni menos se las darán a un campesino pobre, pero la tierra es para quien la trabaja, principalmente para el campesinado pobre. Por otro lado, el Apra ha fracasado rotundamente en sus planes contrarrevolucionarios sobre el llamado trapecio andino; y abiertamente le decimos que, como otros incluso le han dicho antes, nosotros hemos hecho ver que existía la Sierra en el Perú, es sobre eso que García Pérez ha redescubierto su trapecio andino para hacer su propia vitrina, pero sus planes siniestros han fracasado, están deshechos y paralizados. Sino, ¿qué pasa con el plan del Cachi en Ayacucho?, inaugurado por el que funge de presidente, yendo en helicóptero y gran propaganda a explicar desde las punas lo que no sabe ni entiende; o ¿qué es del plan de Rasuwilca?, lo hemos deshecho por contrasubversivo y porque no podemos consentir que las tierras no sean para los campesinos que las necesitan, principalmente los pobres.

Pero también creo que merecería decir por lo menos algo sobre otras cosas: las rondas, las rondas campesinas; ¿qué han hecho de esas creaciones que las masas generaron para defenderse?, organismos que hoy día están bajo el control del Estado, de las fuerzas armadas y policiales, eso es lo claro y concreto; y son ellos, los de la IU, los que con orgullo aprobaron la famosa ley y hoy día están pataleando contra el reglamento de la misma, pero el reglamento no es sino derivación de la ley, si aprobaste la ley aguántate el reglamento. En el fondo, lo que han hecho es simplemente coadyuvar a lo que el ejército, las fuerzas armadas exigían, una ley que convalidara las mesnadas o los “comités de defensa” que ellos montaban, decían no hay una ley que los ampare, pues bien esa ley es la que se llama ley de rondas campesinas. ¿Las usan o no las fuerzas policiales, las usa o no el ejército, las usa o no el gamonalismo?, ésa es la realidad, de eso deberían respondernos, dar cuenta; esto ya sin entrar a cómo son, pues, sus estatutos, ¿realmente son marxistas?, ¿están hechos desde un punto de vista de la clase, del pueblo? ¿no encierran un trasnochado incaísmo? ¿no expresan una posición de personalismo cristiano? ¿no trabajan ligados a la Iglesia? sino ¿por qué le publican sus documentos? y cuando hablo de la Iglesia, hablo de la jerarquía eclesiástica. Sería bueno que cuando tengan tiempo, como que se distraen, lean esos reglamentos, son sumamente expresivos.

Denunciamos, también, el plan del Apra en el Alto Huallaga que con el pretexto de combatir el narcotráfico permite el uso de los insecticidas mortíferos “spike” que los propios monopolios yanquis dicen son como pequeñas bombas atómicas.

EL DIARIO: Presidente, ¿cuáles van a ser las características principales de la República Popular de Nueva Democracia que proponen usted y su Partido?

PRESIDENTE GONZALO: Las características son sustancialmente las de una dictadura conjunta; insisto en esto porque en el Perú debe pensarse seriamente sobre el problema del Estado y analizarlo desde el marxismo-leninismo-maoísmo; y el problema del Estado lo primero que nos plantea es la cuestión del sistema de Estado o la dictadura de clase que se ejerce, en nuestro caso es una dictadura conjunta. En la actualidad solamente de tres: de proletariado, de campesinado y de progresistas (pequeña burguesía); no participa la burguesía nacional pero respetamos sus derechos, eso sí. El sistema de gobierno que se deriva de lo anterior es un sistema basado en Asambleas Populares, ¿cómo lo concretamos? como Comités, y esos Comités Populares agrupados forman las Bases de Apoyo, y el conjunto de las bases de apoyo la República Popular de Nueva Democracia, eso es lo que estamos desenvolviéndo, y es lo que desenvolveremos hasta el término de la revolución democrática. Lo que quisiera insistir es en que el Partido ha decidido “Sembrar Poder” para que el pueblo empiece a ejercerlo, aprenda a manejar el Estado, porque una vez que aprenda a manejar el Estado aprenderá que ése Estado sólo se mantiene por el Poder de las armas, que así como se le conquista se le defiende. “Sembrar Poder” nos lleva a ir sembrando en la mente la necesidad del Nuevo Poder y que lo vean en los hechos, eso es lo que estamos haciendo. Como cuestiones de República Popular de Nueva Democracia se cumplen funciones generales de dirección, de construcción y de planificación. Creo que eso sería suficiente sobre este punto, porque otras cosas están explicadas ya en los documentos.

V. POLITICA INTERNACIONAL

EL DIARIO: Presidente, hablemos ahora de política internacional, siendo vuestra meta el comunismo, ¿cómo ve las condiciones para la revolución mundial, y qué problemas deben resolver los comunistas?.

PRESIDENTE GONZALO: Partimos de que la revolución es la tendencia principal y sigue siendo así, lo que el Presidente Mao afirmó sigue desarrollándose. Consideramos que después de la II Guerra Mundial no ha habido estabilidad, ni relativa siquiera, todo el mundo ha sido removido por grandes tormentas revolucionarias; en oleadas, de acuerdo, así es, porque no podría ser de otra manera.

Consideramos que existen tres contradicciones fundamentales en esta situación de perspectiva en que nos estamos desenvolviendo: primera y principal contradicción, entre naciones oprimidas, por un lado, y superpotencias imperialistas y potencias imperialistas, por otro lado, -aunque sea redundancia, preferimos enumerarlas de esa manera para que quede claro-; tal contradicción se resuelve mediante la revolución democrática a través de la guerra popular. Una segunda contradicción fundamental es proletariado-burguesía, ésta se resuelve a través de revoluciones socialistas y revoluciones culturales proletarias, también mediante la guerra popular, reitero, considerando el tipo de revolución y las condiciones específicas de cada país. Una tercera contradicción es la interimperialista, entre las superpotencias, entre las superpotencias y potencias imperialistas, y entre las propias potencias imperialistas; esas contradicciones entre ellos, se resuelven a través de agresiones, de guerras imperialistas, y tienden a definir la hegemonía de dominio sobre el mundo a través de una III Guerra Mundial.

Las ponemos en ese orden ¿por qué?, porque consideramos que en ese orden es su importancia; nosotros insistimos en que la contradicción naciones oprimidas, por un lado, y, por el otro, superpotencias imperialistas y potencias imperialistas es la principal y de gran trascendencia para la revolución mundial; tiene que ver, a nuestro juicio, con el peso de la masa en la historia, es evidente que la inmensa mayoría de las masas que pueblan la Tierra viven en las naciomes oprimidas; es evidente, también, que éstas crecen cuatro veces más rápidamente de lo que crecen las poblaciones que viven en países imperialistas. Si aplicamos el principio de las masas hacen la historia, si tenemos en cuenta que la II Guerra Mundial ha puesto a las masas de pie políticamente (cómo, incluso, reconocen hasta asesores reaccionarios de los EE.UU.), pensamos que la contradicción interimperialista al generar una guerra mundial, ésta sería una nueva guerra interimperialista por la hegemonía mundial y repartirse la Tierra; en consecuencia, es por repartirse el botín y el botín son las naciones oprimidas y por tanto, tendrían que pasar a ocupar para dominarnos, y así nuevamente vuelve a ser principal la contradicción naciones oprimidas, de un lado, y superpotencias imperialistas y potencias imperialistas, del otro.

Creemos firmemente en esto y no es por un chauvinismo de ser pertenecientes, como dicen algunos, a países o naciones oprimidas, no es eso; ésa es la tendencia que se ve en la historia y ése es el peso de la masa en la historia y es que los hechos, además, vienen demostrando que donde se está hundiendo y socavando más y más el imperialismo es en la lucha que se libra en las naciones oprimidas; son hechos irrebatibles, por lo tanto, consideramos que esa contradicción principal es de gran trascendencia y va a definir el barrimiento del imperialismo y de la reacción de la faz de la Tierra, siempre y cuando se ponga como mando y guía de la revolución mundial el marxismo-leninismo-maoísmo, que se desarrollen partidos comunistas sobre esa ideología y que se asuma la guerra popular, una vez más, según el tipo de revolución y las condiciones específicas.

En este sentido pensamos la gran importancia de la contradicción principal que planteamos. Hay quienes no creen así y piensan que en el fondo no creemos en la revolución en los países imperialistas; creemos que estas revoluciones son una necesidad histórica y que el desarrollo de la contradicción principal les da condiciones mejores, y que hasta una guerra mundial dará mejores condiciones para que hagan la revolución y se hará porque es una necesidad; al fin y al cabo, tienen que confluir las dos grandes fuerzas, las dos grandes revoluciones: la revolución democrática y la revolución socialista para que triunfe la revolución en el mundo, sino no se podría barrer al imperialismo ni a la reacción de todo el globo. Eso es lo que pensamos.

Para nosotros, se nos plantea, cuál es el punto clave: es el marxismo-leninismo-maoísmo porque el problema es tener una línea ideológica y política justas y correctas, y no puede haber línea política justa y correcta si no hay justa y correcta ideología; por eso creemos que la clave de todo es la ideología: el marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente el maoísmo. En segundo lugar: desarrollar partidos comunistas, ¿por qué?, porque las masas están sedientas de revolución, las masas están expeditas y claman revolución; así que el problema no está en ellas, el proletariado clama revolución, las naciones oprimidas, los pueblos del mundo claman revolución, entonces necesitamos desarrollar partidos comunistas, el resto, reitero, lo hacen las masas que son la que hacen la historia y van a barrer al imperialismo y a la reacción mundial con guerra popular.

EL DIARIO: ¿Qué papel está jugando el imperialismo norteamericano en el mundo? ¿qué opina de la “guerra de las galaxias”? ¿qué de los llamados planes de desarme entre USA-URSS y otros países europeos?

PRESIDENTE GONZALO: En síntesis, el imperialismo norteamericano después de la II Guerra Mundial insurgió como gendarme de la reacción en el mundo, pero después ha entrado en contienda por la hegemonía mundial con el socialimperialismo, así ambos son quienes elaboran grandes planes en pro de su hegemonía. A eso está ligado el problema de la “guerra de las galaxias”, o en otras palabras “la iniciativa de defensa estratégica” que es su nombre oficial.

El gobierno norteamericano y particularmente con Reagan, ha comenzado a elaborar grandes planes estratégicos que abarcan decenios del próximo siglo; o sea, están pensando en su supervivencia y en cómo mantener su hegemonía y derrotar al socialimperialismo; dentro de esto, la “guerra de las galaxias”, no es sino un plan que pretende tender un escudo que impida llegar a sus ciudades cohetes con cargas atómicas y a su vez les permita protegerse si descargan ataque atómico contra el socialimperialismo. Pero éstos son planes y deseos, porque frente a un plan hay otro; no hace mucho los soviéticos respondieron que habían formas de superar el supuesto escudo y que de esa manera no habría, en consecuencia, la supuesta invulnerabilidad de EE.UU.

En cuanto a la cuestión de los planes de desarme entre las superpotencias, Estados Unidos y la Unión Soviética, debemos partir de lo que el marxismo enseña y también nuestro propio fundador: cuanto más hablan de paz, más se preparan para la guerra. Mucha palabrería, mucha demagogia embaucadora se está haciendo en torno a los planes de desarme que han firmado para la retirada de cohetes en Europa, de cohetes de alcance intermedio; porque lo que se desarma es el cohete, o sea el vehículo, pero se mantiene la carga para usarla cada quien según le convenga. Esa es la esencia de la farsa.

Las potencias europeas, obviamente, se encuadran dentro del marco de ambas superpotencias y quisieran impedir que la guerra se libre en Europa de darse una guerra mundial; eso es lo que quisieran, porque en el fondo sus afanes son, así como los del Japón, que se pelearan dos tigres para luego uno de ellos insurgir como gran potencia, como el dominante supremo, eso sueña Japón, Alemania Federal, etc., son sus sueños. Pero una guerra mundial también se libraría en Europa y las dos superpotencias saben bien de estos afanes; así el problema lleva a contradicciones entre las potencias y las superpotencias que se desenvuelven, no puede ser de otra manera, en complejas colusiones y pugnas. Es evidente, también, como las potencias bregan por plasmar sus sueños: Japón con su dominio sobre Asia y América del Sur, Europa con el suyo sobre Africa y América Latina; y su acción no sólo en esas regiones, de ahí sus ajetreos y sus intermediaciones, de ahí sus políticas propias y discordantes en cuanto defienden sus propios intereses.

Creemos que todo esto son debates demagógicos que solamente tienden a encubrir grandes planes para contender por la hegemonía mundial; eso es lo que creemos, porque el imperialismo no dejará de serlo hasta que lo barramos, su esencia es explotar y oprimir, reducir a las naciones a la condición de semicolonias y de ser posible colonias; y, de paso, es tiempo ya que volvamos a usar estos términos, son términos científicamente establecidos por Lenin. Pero la cuestión es que frente a estos planes lo principal no es simplemente desenmascararlos, sino prepararse contra ellos y no hay sino una forma de hacerlo, prepararse mediante la guerra popular; el Presidente Mao nos decía: hay que prepararse y prepararse desde ahora contra una guerra imperialista y principalmente contra una guerra atómica; cómo les vamos a responder, pues, sólo con guerra popular, de otra manera no, eso es lo principal. Desenmascararlos es parte de hacer una campaña de propaganda que muestre ante el mundo sus siniestros y macabros planes de genocidio mayúsculo, pero eso nunca detiene una guerra, claramente lo dijo Stalin; esas campañas nunca paran una guerra, así lo único que cabría, si queremos impedir una guerra, es desarrollar la revolución. Como enseñó el Presidente: o la revolución impide la guerra mundial o ésta atiza la revolución. Esa es creo la situación que podríamos plantear.

EL DIARIO: Presidente, ¿qué piensa usted del Estado Soviético? últimamente se habla mucho de la Perestroika ¿cómo ve usted este problema?, ¿qué opina de los ataques a Stalin?

PRESIDENTE GONZALO: La Perestroika últimamente es un tema llevado y traído. La Perestroika hasta donde he podido ver, porque creo que hay que estudiarlo con detenimiento y ver toda la podre revisionista que encierra, es parte de esa nueva ofensiva del revisionismo contemporáneo que los comunistas enfrentamos. Gorbachov es un revisionista de cabo a rabo, de la cabeza a los pies. El plantea que un hecho histórico de transcendencia en la URSS fue el XX Congreso del PCUS, ese nefasto Congreso en el cual se atacó a la dictadura del proletariado tras el pretexto de combatir a Stalin; él admira a Jruschov, lo pinta como un gran hombre, audaz, decidido, cuyo problema, dice, estuvo en que cayó en subjetivismo, no elaboró planes correctos sino planes excesivos, inaplicables y fracasaron. Jruschov es maestro de Gorbachov y éste saca lecciones de aquél, así como también las ha sacado de su otro maestro Brezhnev, aunque él quiera distanciarse.

De la Perestroika hay que sacar una cuestión central; el mismo Gorbachov dice: de muchas maneras puede definirse a la Perestroika, pero si elegimos “la clave que exprese su esencia más exactamente, entonces podemos decir así: perestroika es una revolución”, pero hay quienes no quieren verla de esa manera. Hay que prestar suma atención a esto, no es una revolución es más bien un desarrollo de la contrarrevolución, es un desenvolvimiento de la restauración del capitalismo más desenfrenado para barrer lo poco que quede y que pueda servir a la clase y al pueblo para combatir el socialimperialismo. El dice: es una revolución porque se plantea una aceleración en el plano económico-social, cambio radical y una marcha a un nuevo tipo de Estado; ¿cuál sería ese nuevo tipo de Estado? , un Estado más descaradamente burgués, estructurado de una nueva modalidad que aún no atinan a precisar porque no la han precisado ni siquiera en su última Conferencia. Tiene toda esta desvergüenza; por eso es conveniente llamar la atención sobre ese término pues por lo general se dice “perestroika es una reestructuración” y punto; pero Gorbachov dice que el término que perfectamente le corresponde es “revolución”, y eso es una irrisión, un sarcasmo, una burla inaudita.

¿Qué otra cosa nos plantea este individuo?. Está desarrollando posiciones de Jruschov. Escojamos el problema de la guerra. El dice que una guerra mundial lleva a la desaparición de la humanidad; en sus propias palabras: “en esa guerra no habrá ni vencedores ni vencidos. Es que no habrá sobrevivientes”, “si estalla una guerra nuclear toda cosa viviente será borrada de la faz de la Tierra” y “en un conflicto nuclear global no habrá ni ganadores ni perdedores: la civilización del mundo perecerá inevitablemente”. Pero ¿qué agrega?, permítanme leer: “La política debe basarse en realidades. Y hoy, la más formidable realidad mundial son los vastos arsenales militares, tanto convencionales como nucleares, de los Estados Unidos y de la Unión Soviética. Eso otorga una responsabilidad especial a nuestros dos países frente a todo el mundo”. ¿Qué es esto? descaradamente nos está diciendo que su poderío se basa en el poder bélico y lo enarbola junto al poder bélico del imperialismo yanqui vociferando que son la gran realidad de la Tierra. En consecuencia, de ellos dependemos; eso es lo que plantea, la más descarada y desenfrenada política de superpotencias que hemos visto. Pero no sólo una guerra atómica pone en riesgo a la humanidad, sino que, según él, también una guerra convencional, dados los instrumentos mortíferos y sofisticados que hoy existen puede cumplir igual fin. Así Gorbachov pretende imponernos la más monstruosa política del sometimiento, frente a la cual enarbolamos más aún “La rebelión se justifica” del Presidente Mao Tsetung.

Sus elucubraciones revisionistas llevan al jerarca ruso a plantear “un nuevo pensamiento”, ¡ojo!; un “nuevo pensamiento” que “tenga en cuenta, por encima de las ideologías y las diferencias, el interés supremo de la humanidad”; ¿dónde quedó el recuerdo formal del criterio de clase? ¿no es una reedición al más alto nivel de lo que predicó Jruschov?, evidentemente. Y parte sustantiva de ese “pensamiento” es que la guerra ya no es la continuación de la política por medios bélicos; en sus propios términos: “el aforismo de Clausewitz, de que ‘la guerra es una continuación de la política, sólo que con diferentes medios’, que fue clásico en su tiempo, resulta ahora cada vez más desesperadamente anticuado. Está destinado a las bibliotecas”. Pero ésta es tesis sostenida por Lenin y reiterada por el Presidente Mao en este siglo y es clave en la teoría militar del proletariado, y a ella nos atenemos en la guerra popular. Así, Gorbachov choca abiertamente con Lenin, como chocó Jruschov; y las llamadas “nuevas condiciones” que llevan a revisar principios del marxismo es un antiguo cuento que viene desde el viejo revisionismo; y que no le sirva de consuelo a este nuevo gonfalón revisionista el que según dice: “menos mal tanto en el Oeste como en el Este surgen nuevos pensamientos, nuevos hombres que ya están viendo cómo pueden ponerse de acuedo porque lo único que cabe es la cooperación”; la colusión, decimos nosotros, entre las dos superpotencias mientras no haya condiciones para lidiar en una tercera guerra mundial si no los barremos antes. Ese es el fondo; y, creo que es necesario destacar bastante como Gorbachov siniestramente yendo contra Lenin tiene la artería desvergonzada de llamarse “seguidor de Lenin”, que está aplicando “una vuelta a Lenin” y “haber aprendido mucho de Lenin”, pues es lo que nos dice y creo que son cosas muy corrosivas.

Por otro lado, luego de plantear “basar la política internacional en normas morales y éticas comunes a todo el género humano”, Gorbachov dice: “¿Qué ocurrirá con el complejo industrial-militar?, preguntan… para empezar, cada trabajo en el complejo industrial-militar cuesta dos o tres veces más que en una industria civil. En su lugar se podrían crear tres puestos de trabajo. En segundo lugar, los sectores actuales de la economía militar están conectados con la economía civil y hacen mucho por esta última. Este es un punto de partida para utilizar sus posibilidades con propósitos pacíficos. En tercer término, la Unión Soviética y los Estados Unidos podrían realizar extensos programas conjuntos, combinando recursos y potenciales científicos e intelectuales para resolver los más diversos problemas en beneficio de la humanidad”. Así replica como Jruschov y va contra cómo concibió Lenin el imperialismo y el proceso económico; aquí también es anti-leninista, lo es en todo, como se ve en sus criterios, similares a los de Teng, de separar partido de Estado o impulsar el crecimiento económico más y más al servicio de la burguesía y del imperialismo.

Asimismo, como los demás imperialistas, el socialimperialista Gorbachov plantea combatir el llamado terrorismo, y se compromete a hacerlo y a usar las Naciones Unidas también para este objetivo.

Merece, creo, finalmente decir algo sobre cómo ve América Latina y Nicaragua en particular; que en Nicaragua una dictadura, la de Somoza, fue derrocada por una revolución popular, ratifica entonces los criterios que han guiado y guían el proceso nicaragüense, esto es sumamente expresivo. Y de América Latina que los soviéticos no tienen interés en perturbar el dominio, o como dicen, las relaciones entre Estados Unidos y América Latina, esto nos atañe directamente.

¿Qué quieren los socialimperialistas de la URSS? Están en una etapa de ver cómo resolver problemas urgentes, en un momento de colusión como principal y por ello buscan contener o desaguar puntos conflictivos a fin de abocarse a desarrollar sus sistemas económicos, mientras siguen preparando sus grandes planes para contender por la hegemonía mundial. La colusión es transitoria, la pugna como la lucha, es lo absoluto.

En conclusión, la perestroika es un siniestro plan de continuación del revisionismo contemporáneo que Jruschov iniciara, es una nueva ofensiva contrarrevolucionaria del revisionismo.

En cuanto al ataque a Stalin Jruschov lo hizo, Gorbachov también pero yendo más a fondo y rehabilitando a quienes Stalin condenara. Una de las cosas que debe hacer pensar bastante es la rehabilitación de Bujarín, así como la de otros, y hasta reconocida su condición de militante; habría que preguntarse ¿quién falta? Trotsky, ya no falta sino ése. El ataque a Stalin sigue siendo lo mismo, es utilizarlo como pretexto para profundizar la restauración del capitalismo, desarrollar sus planes políticos y barrer, pues, con todo lo que quede y pudiera servir a que el pueblo vuelva a hacer la revolución, ese es su sueño, pero no será sino un simple sueño.

Del camarada Stalin mucho se habla y se le ataca pero es lamentable que otros también lo hagan, imputándole multitud de errores y denigrándolo. Creemos que el camarada Stalin es un gran marxista-leninista. Lo que el Presidente Mao dijera de él es correcto, erró en un 30 por ciento y la raíz de ese error estuvo en sus limitaciones del manejo de la dialéctica; pero nadie puede negar su condición de gran marxista. Los ataques de Gorbachov y sus secuaces a Stalin deben hacer pensar, pues, a otros que diciéndose comunistas también atacan y denigran al camarada Stalin; deben pensar bien en esas coincidencias, no son simples ataques.

EL DIARIO: ¿Cómo enjuicia a la actual dirección en China? ¿Estarán en el campo de la contrarrevolución?. ¿Cuál será la salida del pueblo chino?

PRESIDENTE GONZALO: La actual dirección de China es una dirección revisionista y dirigida realmente por un siniestro personaje, un viejo y podrido revisionista, Teng Siao Ping; éste fue claramente desenmascarado en la Gran Revolución Cultural Proletaria y ante el mundo quedó como lo que fue y sigue siendo, un redomado revisionista, el segundón de Liu Shao Chi. Es Teng quien está llevando a China, la que fue socialista, a una acelerada y desenfrenada restauración del capitalismo; y es pertinente advertir, incluso, que cuestiones planteandas por Gorbachov las planteó Teng antes, según sus condiciones.

¿En qué campos están? China actúa como potencia, ésa es la política que desarrolla, coludida y pugnando con potencias y superpotencias. Su sueño, ser superpotencia en el próximo siglo; ése es su sueño. La salida, en éste como en otros casos, la revolución, la guerra popular. Recordemos que el Presidente Mao, en la parte final de su luminosa vida, planteó a la camarada Chiang Ching que ella podría llevar la bandera de la revolucion y alcanzar la cumbre, señalándole: si no lo logras te despeñarás, tu cuerpo se destrozará, tus huesos se quebrantarán, entonces habrá que hacer una vez más la guerra de guerrillas; él nos dio la solución. Es parte de un poema, no recuerdo bien el texto, pero esas son las ideas. Ahí lo central es habrá que hacer nuevamente la guerra de guerrillas, la guerra popular.

EL DIARIO: Presidente ¿considera que hay países socialistas en la actualidad?

PRESIDENTE GONZALO: Simplemente no, no creo. Hay quienes creen, por ejemplo, que Albania lo es. Yo les diría, a quienes creen que Albania es socialista, que estudien bien por ejemplo el VIII Congreso del Partido del Trabajo de Albania, sería bueno, ahí se dice que el centro de la reacción mundial es el imperialismo norteamericano, ¿y el soviético?, ¿dónde quedó son dos los enemigos que se debe combatir? Siempre fueron palabras; en el propio Hoxha fueron palabras, porque siempre dedicó más párrafos a combatir el imperialismo yanqui que el socialimperialismo.

También, dice el mismo Congreso, que nunca ha estado la humanidad más cerca de su exterminio. Repite igual que los otros, lo cual no es mera coincidencia; pero ¿qué nos propone hacer?, concretamente desenmascararlos. Esa no es la solución, el desenmascaramiento no frena una guerra mundial; la solución es desarrollar la revolución haciendo la guerra popular.

Y si uno ve todo lo que allí está dicho sobre los serios problemas económicos que tienen, a las claras se ve cuál es el camino al que Albania ha entrado; pero no ha sido Ramiz Alía, su actual dirigente, quien lo inició sino el mismo Hoxha, éste el año 78, en un discurso ante el electorado, planteó que en Albania no había clases antagónicas. Sabemos muy bien lo que esto implica pues la cuestión ha sido dilucidada perfectamente por el Presidente Mao Tsetung; y si sumamos sus arteros ataques al Presidente Mao, al desarrollo del marxismo, ¿qué es? un revisionista. Así, Albania no es socialista.

Si uno ve Vietnam, el camino que sigue es de un instrumento de la Unión Soviética que hoy clama por ayuda del imperialismo, con una economía en crisis y desecha; tanta sangre ¿para qué?. Es que ahí hubo un Ho Chi Minh, un indefinido, como se comprueba en su famoso testamento donde dice que le duele ver cómo se contiende en el seno del Movimiento Comunista Internacional, cuando el problema era de qué lado estar en la lucha entre marxismo y revisionismo y un comunista no tiene sino una solución, ponerse de lado del marxismo; Ho Chi Minh nunca lo hizo. Después vino Le Duan un podrido revisionista. De ahí la situación actual de Vietnam.

Por esto pienso que no hay países socialistas hoy. Todo lo cual hace reflexionar seriamente y entender el problema de la restauración y la contrarrestauración, no es problema de lamentación ni de jeremiadas quejumbrosas como algunos tratan de difundir; el problema es afrontar la realidad y comprenderla, y la comprendemos si tomamos la cuestión de la restauración y la contrarrestauración que el propio Lenin ya planteara y que el Presidente Mao magistralmente desarrolló. Ninguna clase nueva en la historia se asentó de una sola vez en el Poder; lo conquistó y lo perdió, lo recuperó y volvió a perderlo hasta que, en medio de grandes luchas y contiendas, lograba afirmarse en el Poder, igual cosa pasa con el proletariado, pero grandes lecciones nos han dejado, incluso en la construcción socialista, por tanto es una grandiosa experiencia.

Al fin y al cabo es el proceso de la historia y lo que debe preocuparnos es cómo prevenir la restauración del capitalismo, y toda revolución que está en marcha debe pensar, como se nos enseñara, en los largos años por delante, en los largos años por venir y estar seguros de que el proceso de desarrollo del proletariado en la conquista del Poder, en el establecimiento de la dictadura del proletariado, en su defensa y conducción de la revolución ya están definidos, que ya hay grandes hitos históricos y que, en consecuencia, la perspectiva es que la clase, sacando lecciones, va a conquistar el Poder y establecer la dictadura del proletariado en todo el orbe; y que el proletariado ya no será derrocado sino que proseguirá su camino de transformación hasta extinguir el Estado cuando nos adentremos en el comunismo.

EL DIARIO: Presidente. Con el triunfo de la revolución ¿cómo sería la relación internacional del Nuevo Estado con los gobiernos burgueses, principalmente con el Estado yanqui y con el socialimperialismo?

PRESIDENTE GONZALO: Es concreta la situación. Nosotros tenemos que acabar con la dominación del imperialismo yanqui sobre nuestro país, a su vez conjurar que se introduzca el dominio del socialimperialismo, como también conjurar que pueda introducirse el dominio de potencia alguna; eso es en síntesis.

EL DIARIO: Presidente. ¿No habría el peligro de un aislamiento total que haría peligrar el Nuevo Estado?

PRESIDENTE GONZALO: Creemos lo siguiente, tenemos que seguir un camino que nos lleve a la emancipación de la clase, que nos lleve al comunismo y ese camino nos demanda mantener nuestra independencia para plasmar los intereses del proletariado dentro de la revolución mundial. Creemos que, como es conocido, hay contiendas, contradicciones interimperialistas y ellas pueden ser utilizadas por ejemplo para la adquisición de algunos medios; como el mercado es cada vez más estrecho y hay una concreta guerra comercial, encontraremos quién nos pueda vender, claro que nos sacará la pepita del alma, le pagaremos con nuestras maldiciones como decía Lenin. Pero a su vez existen naciones oprimidas, revoluciones en marcha, existe proletariado internacional, hay pueblo en todo el orbe, Partidos Comunistas, ellos nos ayudarán y tenemos que aprender, porque por internacionalismo proletario acudirán a nuestro llamado y serán bien recibidos; ya vemos cómo se abren vínculos entre países atrasados, incluso como se utiliza el trueque. Encontraremos las formas adecuadas.

Este problema aún no lo hemos estudiado lo suficiente porque son problemas venideros, tenemos lineamientos generales pero seguimos en lo que Lenin dijo: ¿quieres saber cómo es la guerra? hazla; y tengamos inagotable confianza en el proletariado internacional, en las naciones oprimidas, en los pueblos de la Tierra; y, muy particularmente, en los comunistas, en los partidos y en las organizaciones cualquiera que fuere su grado de desarrollo, tengamos confianza en ellos y aferrándonos a nuestra ideología al marxismo-leninismo-maoísmo, saldremos adelante, aunque comencemos dando pasos de ciego, encontrando soluciones transitorias o para la circunstancia o para un momento, hasta encontrar la definitiva, pues, como nos enseñara Lenin: ninguna revolución puede ser concebida totalmente desde el comienzo y muchas veces se da pasos a ciegas, y se camina a tientas y se encuentran soluciones transitorias o para un momento, pero así se avanza. Partimos de esto porque nuestra arma fundamental es la ideología; partimos de lo que dijo Marx: qué fácil sería entrar a la revolución teniendo la seguridad absoluta de vencer y todo el problema resuelto, fácil sería pero así no es la revolución. El problema es asumirla y llevarla adelante, cualquiera que fuera el costo, el esfuerzo que tengamos que hacer y cómo las masas crean la historia, nuestro pueblo lo hará y como hemos de armar al pueblo aplicando el armamento general que nos enseñara Marx, entonces defenderemos nuestro Estado porque nos mantendremos por la fuerza de nuestras armas, porque ningún Estado revolucionario se mantiene con la bendición del imperialismo y de la reacción; y de esa manera, con esa firmeza, con esa decisión, con esa convicción que da el marxismo-leninismo-maoísmo, el maoísmo principalmente, encontraremos caminos y nuevos caminos.

El Presidente Mao nos ha enseñado que debemos pensar de otra manera y generar nuevas formas, es una cuestión fundamental; él nos planteó en el problema económico la cuestión se reduce a esto: una línea política clara, aparatos orgánicos y un gran esfuerzo. En todos los problemas, especialmente en los no resueltos que enfrentaremos, partir de la firme convicción maoísta de que mientras haya Partidos Comunistas y masas todos los milagros serán hechos.

EL DIARIO: ¿Cómo ve el PCP el internacionalismo proletario hoy y en perspectiva?

PRESIDENTE GONZALO: Primeramente como un principio, un gran principio, reitero nuevamente, porque el proletariado es una clase internacional y los comunistas somos internacionalistas porque de otra manera no podríamos servir al comunismo. Nuestro partido siempre se ha preocupado por forjar a su militancia, a los combatientes y a las masas en el internacionalismo proletario; educarlos en el marxismo-leninismo-maoísmo, en servir a la revolución mundial y en luchar incansable e indoblegablemente porque el comunismo florezca en la Tierra.

Durante un tiempo perdimos vínculos con otros partidos; posteriormente, se han restablecido y así estamos coadyuvando a bregar por el Movimiento Comunista Internacional, de ahí que seamos miembros del Movimiento Revolucionario Internacionalista al cual consideramos un paso en la reagrupación de los auténticos comunistas. Creemos que su perspectiva es compleja, porque si complejo y difícil es formar un Partido y llevarlo adelante, cuán complejo será pugnar para que los comunistas, a través de sus diversos partidos y organizaciones, se unan. Sabemos que es una tarea ingente pero indispensable, creemos que hay quienes concurren, combaten y combatimos -diré también-, con todas las limitaciones que podamos tener, por servir a que el internacionalismo proletario nos vuelva a unir a los comunistas en el mundo y juntos bregar porque nuestra meta definitiva sea plasmada. Comprendemos que el problema es sumamente complejo y difícil pero los comunistas estamos hechos para ese tipo de tareas.

EL DIARIO: ¿Cómo analiza el Presidente Gonzalo las diversas luchas que se libran hoy en las naciones oprimidas, qué de las acciones armadas en Europa y de los movimientos nacionalistas?

PRESIDENTE GONZALO: En las naciones oprimidas hay múltiples luchas, tenemos luchas en Africa, en América Latina, en Asia, una zona de tanta importancia y peso en el mundo. Asia nos debe merecer siempre especialísima atención, por el peso de la masa en la historia y por lo que nos ha enseñado el propio marxismo. Creemos que el problema de las luchas en naciones oprimidas está en la carencia o insuficiente desarrollo de los Partidos Comunistas; sí, realmente hay partidos que van a tener que cumplir con grandes aportes. Creemos, por otro lado, que la cuestión está en que no se desarrollan guerras populares. En consecuencia, pensamos en la necesidad de coadyuvar tesoneramente a que el marxismo-leninismo-maoísmo sea mando y guía de la revolución mundial, a que sobre esa base se formen y desarrollen poderosos partidos, llevando adelante guerras populares. Nos parece que ésa es la gran limitación.

Hay movimientos nacionalistas en Medio Oriente, Palestina en concreto, en Sudáfrica, etc.; pero creemos que las revoluciones, para seguir realmente la senda abierta por la nueva era que inició la Revolución de Octubre, necesitan desarrollar partidos comunistas, porque si no los hay se hacen revoluciones a medias. De éstas Africa nos da varias muestras, Argelia, por ejemplo; allí hubo lucha armada y muy dura, pero no se construyó el socialismo porque faltó partido comunista para dirigir una verdadera lucha revolucionaria. Sin partidos comunistas se desarrollan movimientos nacionalistas que buscan simplemente ser reconocidos como naciones, para pasar de colonias a semi-colonias y quedar dependiendo del imperialismo o, en otros casos, cambiar de amo. Lo hemos visto en diversos movimientos ligados a Inglaterra o Francia, por ejemplo. En otros casos se desarrollan luchas armadas para que las Naciones Unidas resuelvan y definan la situación, como en Chipre. En consecuencia, el problema no es simplemente la lucha armada, en el fondo, el problema es guerra popular, Partido Comunista y marxismo-leninismo-maoísmo; sin embargo, todos esos movimientos suman fuerzas para la lucha contra el imperialismo, pero sólo podrán servir radicalmente a barrerlo si es un Partido Comunista con guerra popular quien los dirige.

En cuanto a las acciones armadas en Europa, vemos largas luchas armadas; son expresión de una realidad objetiva, en consecuencia, la cuestión no es condenar sino comprender, estudiar, analizar y ver cómo están expresando también que en la vieja Europa hay situación revolucionaria; más aún, que hay hombres que toman las armas entendiendo que es la única forma de conquistar el Poder; esto es un duro golpe al revisionismo, porque en la propia Europa, considerada uno de sus bastiones, el revisionismo comienza a ser abandonado, cualquiera sea el grado alcanzado y los problemas pendientes, es innegable un importante avance.

En algunos se trata de cuestiones nacionales como Irlanda, en otros casos se plantean cómo hacer sus revoluciones. Creemos que estas luchas deben ser seriamente estudiadas, que el problema está en ver qué ideología tienen, qué política les guía, a qué clase sirven, cómo enfrentan el problema de las superpotencias. Creemos que nos deben merecer mucha atención, máxime cuando hay organizaciones que se plantean volver a Mao Tsetung, o que comienzan a plantearse la necesidad del Partido, o que es insuficiente la simple lucha armada. Debemos ver esto como un nuevo despertar y comprender que se pueden cometer muchos errores, al fin y al cabo quién no los comete, pero ellos mismos irán sacando lecciones de sus errores como lo están haciendo, avanzarán, cogerán el marxismo-leninismo-maoísmo y formarán sus partidos y harán sus guerras populares, según el carácter socialista de su revolución y según sus condiciones específicas.

En síntesis, es una muestra, reitero, de que en Europa también hay situación revolucionaria en desarrollo desigual, que hay hombres hastiados del podrido revisionismo y que, en condiciones tan difíciles, en las entrañas imperialistas donde la lucha es compleja, dura, toman los fusiles para cambiar el mundo, la única forma de hacerlo. Esto da más esperanza y sirve a ver cómo la tendencia principal es la revolución, y cómo Europa también se orienta hacia la revolución. Veamos incluso que, después de ser pioneros, están abriendo brecha y, al fin y al cabo, más esperanza; y más comprensión nos merecen cuando hay quienes ya se preocupan por Partido y por volver a Mao Tsetung, eso es querer volver al marxismo, a cogerlo a fondo como marxismo-leninismo-maoísmo. En Europa se libran estas luchas que tienen también limitaciones y errores, como todas; pero debemos verlas como una expresión de la marcha incontenible de la revolución, y cómo cada vez más países y pueblos, expresan tomar fusiles para derrocar el orden existente, sacan experiencia y se enrumban hacia el Partido y la ideología del proletariado, el marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente maoísmo.

Para mí es motivo de alegría ver que en Europa comienza a abrirse paso la revolución y cualquiera que sean los encontronazos, los traspies que puedan darse, hay que tener confianza en las masas y en los pueblos; confianza en que así como en otras partes se da la revolución con las armas en la mano, siguiendo el marxismo, allí también se dará, eso debemos pensar. Insisto, deberíamos ver con dimensión histórica, ver a más largo plazo, estudiar seriamente estos movimientos y alentar todo lo que sea enrumbarse hacia el marxismo-leninismo-maoísmo, a forjar Partido y a desarrollar guerra popular.

EL DIARIO: ¿Qué opina de Nicaragua, qué de Cuba?.

PRESIDENTE GONZALO: Quisiera reiterar que en una ocasión conversaba con unos amigos sobre estos problemas. Nicaragua hizo una revolución inconclusa y su problema está en que allí no se ha destruido el Poder de toda la gran burguesía, se han centrado en antisomocismo, creo que ése es un problema. Una revolución democrática tiene que barrer las tres montañas y allí no se ha hecho; por otro lado, se desarrolla dentro de criterios cubanistas reajustados en los últimos tiempos y eso simplemente lleva a depender, en último término, de la Unión Soviética. ¿Cómo se comprueba esto?, porque en las conversaciones entre los representantes diplomáticos de las dos superpotencias es donde se trata, se ve y se maneja la situación de Nicaragua, como la de Afganistan o la de Medio Oriente, son muy sintomáticos los pasos de marchas y contramarchas que han dado y muy coincidentes reuniones y acuerdos de las superpotencias las medidas que luego se toman en Nicaragua, en su relación con la “contra”.

Nos parece que Nicaragua, como bien merece ese heroico pueblo, para seguir el camino correcto tiene que desarrollar la revolución democrática completamente y eso le va a demandar una guerra popular, tiene que romper con el bastón de mando de la Unión Soviética, asumir en sus manos su propio destino y defender su independencia de clase y esto demanda un Partido y, obviamente, sujetarse a la concepción del proletariado; de otra manera seguirá siendo ficha de ajedrez y eso es lamentable. Creemos que ese pueblo ha dado muestra de gran combatividad y su destino histórico no puede sino desarrollar la revolución como corresponde, con Partido basado en el marxismo-leninismo-maoísmo y guerra popular, y desarrollarse independientemente sin tutelaje alguno, de nadie, ni cercano ni lejano.

De Cuba sólo podría decir esto en concreto, juega un papel al servicio de la Unión Soviética: no sólo en América Latina, lo cumple en Angola por ejemplo y en otros puntos. Pasó de una mano a otra mano, de un amo a otro; proceso presentado como un “caso excepcional” por los propios cubanos. Hay que recordar bien los criterios que han planteado como guía de su lucha: que no están bien diferenciadas las clases y lo que cabe, en síntesis, es un conjunto de salvadores para redimir oprimidos, criterios que, como los cuatro siguientes, también vemos en documentos que circulan en el Perú, es el problema de no partir de la lucha de clases; “revolución socialista o caricatura de revolución”, es plantear una sola revolución en las naciones oprimidas; frente único de tres clases, sin burguesía nacional; no necesidad del Partido Comunista, es poner de lado la dirección del proletariado; y, negación de la guerra popular partiendo de rechazar las bases de apoyo. Son nefastos criterios que ha difundido el cubanismo.

Cuba tiene una alta responsabilidad en América porque fue una esperanza; pero hay que recordar muy bien qué pasó el año 70, Fidel Castro dijo que había fracasado la estrategia de la lucha armada, buscando abandonarla, dejar lo que había incentivado y apoyado. Douglas Bravo le salió al frente replicando que no había fallado la estrategia sino la táctica castrista, pero también lamentablemente después Bravo se acogió a la amnistía. Creemos que esas situaciones han generado muchos problemas en América, pero hoy día esos mismos criterios reajustados según la voz del amo socialimperialista se están difundiendo y presentándoseles como un nuevo desarrollo revolucionario que se concretaría en Nicaragua. Es una falsedad. Lo que debemos afirmar y afirmamos es que América Latina ya está madura para la guerra popular y ése es su camino. América Latina tiene un papel importante que cumplir, no olvidemos “el traspatio de Estados Unidos”, según dicho del insolente imperialismo yanqui. América Latina tiene importancia también en el mundo, la cumplirá si es que coge la ideología del proletariado, el marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente el maoísmo, si forja partidos comunistas y si lleva adelante guerras populares dentro de la revolución mundial.

Los latinoamericanos seremos a fines de siglo más de 500 millones de personas; tenemos muchas cosas que nos unen y debemos bregar juntos hasta por cercanía, lo cual no quiere decir que nos desliguemos de la revolución mundial, porque solamente cumpliremos nuestra tarea como parte de la revolución mundial; no basta con América Latina, el comunismo es para todo el Mundo o para nadie.

EL DIARIO: ¿Cuál es el aporte del Partido Comunista del Perú a la revolución mundial?

PRESIDENTE GONZALO: El principal aporte es plantear el maoísmo como nueva, tercera y superior etapa del marxismo; asumiendo servir y coadyuvar a que esta ideología se constituya en mando y guía de la revolución mundial. Cuestión derivada de esto es mostrar la validez, la perspectiva trascendental del maoísmo. También el mostrar que apoyándose principalmente en los propios esfuerzos, sin seguir bastón de mando de superpotencia ni potencia imperialista alguna, es posible hacer la revolución, y, más aún, es necesario hacerla así; y demostrar la potencialidad de la guerra popular que se expresa pese a todas nuestras limitaciones. Y si cabe, ser como algunos dicen una esperanza, lo cual implica responsabilidad y ser una antorcha para la revolución mundial, un ejemplo que puede servir a otros comunistas. De esta manera estamos sirviendo a la revolución mundial.

OTROS PUNTOS

EL DIARIO: Presidente, hemos llegado al fin de esta entrevista, más de 12 horas conversando con Ud., ahora quisiéramos hablar sobre su persona, sobre el Dr. Abimael Guzmán Reinoso. ¿Hubo alguien entre su familia o amigos que influyó a desarrollar su vocación y capacidad política?

PRESIDENTE GONZALO: Yo diría que lo que ha ido forjando en mí el enrumbarme ha sido la lucha del pueblo. He podido ver la combatividad del pueblo en Arequipa en el levantamiento del 50, cómo la masa ante un atropello bárbaro de asesinar jóvenes responde con furia incontenible, cómo se han batido contra el ejército y lo han hecho replegarse a sus cuarteles, teniendo que traer fuerzas de otras partes para poder aplastarlos. Es un hecho que podría decir, lo tengo bastante grabado. Porque ahí, después de entender a Lenin, comprendí cómo el pueblo, la clase, cuando toma las calles y marcha hace temblar a la reacción pese a todo su poder. Otro hecho, las luchas del 56, el pueblo combatió, otros traficaron, bueno eso es lo que hacen la reacción y los oportunistas; pero el pueblo combatió e impuso condiciones y hubo movimientos masivos, con fuerza. Esos hechos, por ejemplo, han servido para hacerme entender el poder de las masas, que ellas hacen la historia.

También he tenido ocasión, retrotrayendo, de vivir el levantamiento del 48 en el Callao, ver con mis propios ojos la bravura y cómo el pueblo derrocha heroicidad y cómo trafican los dirigentes. Y remontando más en recuerdos, creo que la II Guerra Mundial me ha marcado profundamente, sí, recuerdo como en sueños, si cabe, no muy claramente, cuando se inició la guerra en setiembre de 1939, el alboroto y las noticias de los antiguos radios, recuerdo los bombardeos, las grandes noticias, recuerdo también el término de la guerra y cómo fue celebrada, entonces un gran pitar de barcos, de bocinas, un gran alboroto, una alegría por el final de la II Guerra Mundial.

Tuve ocasión de ver en los periódicos a los llamados cinco grandes, al camarada Stalin entre ellos, por eso diría que estos hechos han ido marcándome, e imprimiéndome la idea del poder, de las masas y de la capacidad transformadora de la guerra; de una forma elemental, confusa, pero son huellas que a uno le van modelando. Creo que como todo comunista soy hijo de la lucha de clases y del Partido.

EL DIARIO: ¿A qué edad abraza el marxismo?. ¿Fue esto en su etapa escolar o universitaria?

PRESIDENTE GONZALO: Mi interés por la política comienza a desenvolverse en la parte final de la secundaria, a raíz de los hechos del 50; de los siguientes años, recuerdo que junto con otros compañeros formamos un círculo para estudiar las ideas políticas, teníamos un gran afán para estudiar todas las ideas políticas, ¿se imaginan en qué momento estaba?; ahí comencé. Ya en la universidad, la propia lucha universitaria, he vivido grandes huelgas, enfrentamientos entre apristas y comunistas y debates. Así fue despertándose mi deseo de conocer libros, alguien tuvo a bien prestarme uno, creo que fue “Un paso adelante, dos pasos atrás”, me gustó; de ahí ya comencé a estudiar libros marxistas. Luego ha marcado en mí bastante la figura del camarada Stalin; por entonces, las personas que se acercaban al comunismo y que lograban la militancia nos formábamos en “Cuestiones del leninismo”, era libro de cabecera, lo estudié como corresponde, seriamente, dada su importancia. Me interesó la vida de Stalin, era para nosotros un ejemplo de la revolución. Tuve problemas para ingresar al Partido Comunista, había un criterio absurdo: para militar había que ser hijo de obrero, y yo no lo era; pero otros tenían otro criterio y así pude ingresar al Partido. He participado en la defensa de Stalin, quitárnoslo entonces era como quitarnos el alma; en esa época se difundía más las obras de Stalin que las de Lenin, así eran esos tiempos.

Luego mi viaje a Ayacucho por razones de trabajo y por un tiempo corto a mi entender, un tiempo corto que duró años, pensaba que iba a ser un año, porque así estaban las circunstancias, pero uno se propone y la clase dispone, la masa y el pueblo hace de uno muchas cosas. Ayacucho me sirvió para descubrir al campesinado; entonces Ayacucho era un pueblo muy pequeño, mayormente campo, si uno va a las barriadas, incluso hoy, hay campesinos y si uno sale un cuarto de hora ya está en el campo. Ahí también empecé a entender al Presidente Mao Tsetung, avancé en comprender el marxismo; la contienda entre marxismo y revisionismo ha tenido mucha importancia en mi formación.

Alguien tuvo la mala suerte de prestarme la famosa Carta China, la “Proposición acerca de la línea general del Movimiento Comunista Internacional”, me la prestó con la obligación de devolvérsela, obviamente el hurto era comprensible. La carta me llevó a adentrarme en la gran lucha entre marxismo y revisionismo.

Me aboqué a trabajar en el Partido y barrer el revisionismo; creo que junto con otros camaradas lo logramos, dejamos uno o dos para remedio como dicen, eran ya invariablemente revisionistas. Ayacucho ha tenido para mí trascendental importancia, tiene que ver con el camino de la revolución y lo que el Presidente Mao enseña. Así me fui haciendo marxista y el Partido me fue modelando con temple, con paciencia creo.

EL DIARIO: Se conoce que Ud. estuvo en China ¿Conoció al Presidente Mao?

PRESIDENTE GONZALO: No tuve esa gran suerte, solamente pude verlo de lejos; pero vi lo que es el reconocimiento y cariño profundo de un pueblo a un gran jefe, extraordinario marxista, a una cumbre del marxismo. No tuve la suerte de conocerlo, repito; la delegación en la que me cupo estar cometió muchos errores y necias petulancias, creo que eso determinó que no se nos confiera ese privilegio.

Si he estado en China. En China tuve la posibilidad, que yo deseara para muchos, de estar en una Escuela donde se enseñaba primero política, desde cuestiones internacionales hasta filosofía marxista, eran magistrales lecciones dadas por revolucionarios probados y altamente competentes, grandes maestros. Entre ellos podría recordar al maestro que nos enseñó trabajo abierto y secreto, un hombre que toda su vida la había dedicado al Partido, absolutamente a él, de muchos años, un ejemplo vivo, extraordinario maestro; él nos enseñó muchas cosas, quiso enseñarnos más pero algunos no quisieron, en fin, de todo hay en la vida. Luego nos enseñaban cuestiones militares, pero también se comenzaba por política, la guerra popular, luego construcción de las fuerzas armadas y estrategia y táctica; y la parte práctica correspondiente emboscadas, asaltos, desplazamientos, así como preparar artefactos de demolición. Cuando manejábamos elementos químicos muy delicados, nos recomendaban tener la ideología presente siempre y que ésta nos haría capaces de hacer todo y hacerlo bien; y aprendimos a hacer nuestras primeras cargas para demoler. Para mí es ejemplo y recuerdo imborrable, una gran lección; y un gran paso en mi formación, el haberme formado en la más alta Escuela de marxismo que ha tenido la Tierra.

Bueno, si quieren una anécdota, aquí tienen una: cuando terminábamos el curso de explosivos, nos dijeron que todo se podía explosionar; entonces, en la parte final cogíamos el lapicero reventaba, nos sentábamos también reventaba, era una especie de cohetería general, eran cosas perfectamente medidas para hacernos ver que todo podía ser volado si uno se ingeniaba para hacerlo. Muchas veces preguntábamos ¿cómo hacemos esto? ¿cómo hacemos lo otro?; nos respondían, no se preocupen, no se preocupen, ya han aprendido suficiente, piensen que todo lo hacen las masas y ellas tienen un ingenio inagotable, lo que les hemos enseñado las masas lo harán y les volverán a enseñar; así nos decían. Esa Escuela ha servido bastante a mi formación y para comenzar a valorar al Presidente Mao Tsetung.

Luego estudié un poco más, he buscado aplicar, y creo que me falta aprender mucho del Presidente Mao Tsetung, del maoísmo, como de su propia acción. No es pretender compararse, es simplemente tomar grandes cumbres como rumbos para nuestros objetivos. Mi estadía en China ha sido una experiencia imborrable. También he estado en otra ocasión, cuando la Gran Revolución Cultural Proletaria comenzaba, solicitamos se nos explicara el Pensamiento Mao Tsetung, según entonces se decía; nos han enseñado nuevamente y eso me ayudó a comprender más o un poco más, mejor diría. Hay una cosa que parece irónica, he comenzado a apreciar y valorar a Mariátegui al entender al Presidente Mao Tsetung; como él nos exige aplicar con creatividad, volví a estudiar a Mariátegui y comprendí que teníamos un marxista-leninista de primera línea, había analizado a fondo nuestra sociedad. Parece irónico, pero es verdad.

EL DIARIO: ¿Qué se siente ser el hombre más buscado por las fuerzas represivas de este gobierno?

PRESIDENTE GONZALO: Que uno está cumpliendo una responsabilidad y que se esfuerza por cumplir su tarea; el resto es tener más responsabilidad con la revolución, el Partido, el marxismo-leninismo-maoísmo, con la clase, el pueblo y las masas. Y pensar siempre que la vida la llevamos en la punta de los dedos, sino no podríamos ser comunistas. En consecuencia, tendrán sus razones; las mías son las que el Partido establece, a ellas espero ser cada vez más fiel y más útil, pues, la vida se queda enredada en cualquier vericueto del camino, además tiene comienzo y tiene fin, tiempo más, tiempo menos.

EL DIARIO: ¿Tiene Ud. algún tipo de temor?

PRESIDENTE GONZALO: ¿Temor?. Creo que es una contradicción, temer y no temer; el problema es tomar la ideología y potenciar en nosotros el valor, es la ideología la que nos hace valientes, la que nos da valor. A mi juicio, nadie nace valiente, es la sociedad, la lucha de clases las que hacen valientes a los hombres y a los comunistas, la lucha de clases, el proletariado, el Partido y la ideología. ¿Cuál podría ser el máximo temor?, ¿morir?; como materialista creo que la vida termina algún día, lo que prima en mí es ser optimista, con la convicción de que la labor a la cual sirvo otros la han de proseguir la llevarán hasta el cumplimiento de nuestras tareas definitivas, el comunismo. Porque el temor que podría tener sería el que no se prosiguiera, pero ese temor se disuelve cuando uno confía en las masas. El peor temor, al fin y al cabo, es no confiar en las masas, es creerse indispensable, centro del mundo, creo que eso es, y si uno es formado por el Partido con la ideología del proletariado, con el maoísmo principalmente, comprende que las masas hacen la historia, que el Partido hace la revolución, que la marcha de la historia está definida, que la revolución es la tendencia principal, se le esfuma el temor y solamente le queda la satisfacción de ser argamasa y, junto a otras argamasas, servir a poner cimientos para que algún día brille el comunismo e ilumine toda la Tierra.

EL DIARIO: ¿Qué hace el Presidente Gonzalo cuando deja la política y la guerra?. ¿Qué libros lee?

PRESIDENTE GONZALO: Muchas veces no tengo tiempo para leer lo que quisiera. ¿Qué me gusta leer?. Biografías leo bastante; la literatura me parece una gran expresión del arte, por ejemplo me gusta leer a Shakespeare, sí, y estudiarlo, estudiándolo se encuentran problemas políticos, bien claras lecciones en “Julio César”, por ejemplo, en “Macbeth”. Me gusta la literatura, pero siempre me gana la política y me lleva a buscar el sentido político, qué hay en el fondo, al fin y al cabo tras todo gran artista hay un político, hay un hombre de su tiempo que contiende en la lucha de clases. Novelas peruanas también he leído, a veces releo.

Una vez leí una pequeña obra de Tomás Mann sobre Moisés luego la utilizamos para la interpretación política de la lucha que entonces teníamos. Una parte de esa obra dice se puede quebrantar la ley, pero no negarla; ¿Cómo interpreté?, así: quebrantar la ley es chocar con el marxismo, desviarse, tener ideas erróneas, eso es permisible, pero no se puede consentir negar el marxismo. Creo que muchas cosas se aprenden. He leído “El mundo es ancho y ajeno”, “Todas las sangres”, y las he estudiado también. Me gusta la literatura; la música, antes me gustaba más, ahora menos. ¿Qué otras aficiones? libros de ciencia. Me gusta la ciencia, en mis tiempos iniciales, universitarios, me matriculé en abogacía porque debía tener una profesión, pero me gustaba la filosofía y me aboqué a ella y en la filosofía descubrí la ciencia, me dediqué bastante a estudiar cuestiones de matemáticas, de física; la física me parece una ciencia extraordinaria, bien puesto está cuando se dice que es “aventura del pensamiento”. El problema de la ciencia está en que los científicos, cuyo punto de partida es materialista, son buenos mientras se mantienen dentro de la ciencia, pero cuando quieren ir hacia la filosofía u otros terrenos, si no son materialistas desbarran en idealismo, hasta a Einstein le ha pasado eso. Me gusta la ciencia, me parece una cosa extraordinaria; esta afición por la ciencia se puede ver en la tesis que hice para el bachillerato en filosofía, es un análisis del tiempo y el espacio en Kant desde el punto de vista del marxismo, utilizando la matemática y la física, me gustaría volver a leerla, porque no hay tiempo ahora para volver a estudiar todo eso, pero no tengo ni un ejemplar.

EL DIARIO: ¿Le gusta también la poesía?

PRESIDENTE GONZALO: Sí, en un tiempo he recorrido la poesía mundial en una antología; y la he estudiado, había en la biblioteca de la universidad unas obras que lo permitieron. Me gusta la poesía, es una de las cosas que también admiro en el Presidente Mao quien era un extraordinario poeta. Sobre la poesía peruana, para mí, Vallejo; sí es nuestro, además él era comunista.

EL DIARIO: Algunos dicen que sus discursos: La Bandera e ILA 80, son hermosos poemas políticos de guerra. ¿Qué dice de esto Presidente?

PRESIDENTE GONZALO: Yo diría a veces en la política hay que soltar el alma para que la pasión, el profundo sentimiento, impulse nuestra voluntad; en esas circunstancias habla el corazón como se dice, creo que sale la pasión revolucionaria que es indispensable para la guerra. Qué valor tengan literariamente no podría precisarlo.

EL DIARIO: ¿Alguna vez Ud. se deprime?

PRESIDENTE GONZALO: No. creo que tengo optimismo casi orgánico; y, me muevo más en problemas de comprensión y voluntad, que en problemas de sentimientos y depresión. Al contrario, creo que soy bastante optimista, es el marxismo; el Presidente Mao quien nos ha hecho entender que los hombres, los comunistas en especial somos optimistas. Siempre que me encuentro en momentos difíciles, me esfuerzo por encontrar qué hay de positivo, o qué es lo poquísimo, incluso, que puede tener un momento para desarrollarse; porque nunca todo puede ser negro, ni todo puede ser rojo. Incluso si hubiera, aunque no hayamos tenido hasta hoy una gran derrota, siempre habría una parte buena; el problema está en sacar la lección y sobre eso bueno seguir trabajando; siempre encontrarás quien apoye, quien dé calor intenso, ayudando en el combate porque el comunismo une.

EL DIARIO: ¿Tiene amigos?

PRESIDENTE GONZALO: No tengo; camaradas sí, y estoy muy orgulloso de tener los camaradas que tengo.

EL DIARIO: Presidente hemos llegado al fin de esta entrevista.

PRESIDENTE GONZALO: Hemos trabajado bastante y les agradezco profundamente sus esfuerzos, las peripecies que han tenido que pasar para poder reunirnos y ofrecer esta primera entrevista, entrevista que puede ser llevada al pueblo por un periódico como El Diario que brega tenazmente por servir al pueblo. Muchas gracias.

EL DIARIO: Gracias a Ud. Presidente.


INDICE

OBJETIVOS 3

I. CUESTIONES DE IDEOLOGIA 7

EL PARTIDO 21

III. GUERRA POPULAR 45

IV. SITUACION POLITICA NACIONAL 75

V. POLITICA INTERNACIONAL 105

OTROS PUNTOS 127

INDICE 137


Julio, 1988

PCP-COMITE CENTRAL