¡Proletarios de todos los países, uníos!

¡VIVA EL MARXISMO-LENINISMO-MAOÍSMO, PRINCIPALMENTE MAOÍSMO!

“Es con la guerra popular que hemos comprendido más profundamente lo que implica el maoísmo y asumido el solemne compromiso de ¡Enarbolar, defender y aplicar el marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente maoísmo!; y, bregar incansablemente por coadyuvar a ponerlo como mando y guía de la revolución mundial, única rojísima e inmarcesible bandera que es garantía de triunfo para el proletariado, las naciones oprimidas y los pueblos del mundo en su inexorable marcha combatiente, de legiones de hierro hacia el dorado y por siempre resplandeciente comunismo.”

Primer Congreso del PCP, Documentos Fundamentales


Hoy, 26 de diciembre de 2003, celebramos el 110° aniversario del nacimiento del Presidente Mao, Jefe reconocido de la revolución china y de la revolución mundial. Para entender la figura del Presidente Mao basta señalar que tres gigantescos triunfos tuvo el proletariado en el siglo pasado – la Revolución de Octubre, el triunfo de la Revolución China y la Gran Revolución Cultural Proletaria -; dos corresponden al Presidente Mao, y es, pues, generador de una nueva etapa del marxismo-leninismo, el maoísmo, la tercera, nueva y superior etapa de la ideología del proletariado internacional: el marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente maoísmo. No hay mejor ocasión que ésta para reafirmarnos en nuestra ideología, hoy más que nunca porque se la ataca, se la pretende infamar, se la niega. Mantenemos un absoluto convencimiento de que es todopoderosa porque es verdadera; esto es realidad escueta pero sólida como una catedral; después de todo, toda esa palabrería idealista pasará y quedarán los hechos como realidad incontrovertible, como nos enseña nuestro Presidente Gonzalo.

En más de una oportunidad lo ha afirmado nuestro Jefe, “todos esos ataques contra el marxismo no son más que el prólogo de su nuevo desarrollo”. Todos esos ataques corresponden a la ofensiva contrarrevolucionaria general que, como hegemonista único y gran gendarme, dirige el imperialismo yanqui. Esos ataques vienen del imperialismo, del revisionismo y de la reacción, en momentos en que ellos se encuentran en la defensiva estratégica y la revolución mundial se encuentra en la ofensiva estratégica. De ahí que la reacción mundial se da cuenta de su situación, se siente que es acorralada cada vez más; por tanto se defiende más desesperadamente y está dispuesta a hundir el mundo en hecatombes, en defensa de su caduco poder. Eso es lo que confunde y amedrenta a algunos. Por eso algunos desde dentro del Movimiento Revolucionario Internacionalista (MRI), hablan del “poder colosal del imperialismo yanqui”, repitiendo así viejas tesis reaccionarias de que “las armas y no el hombre son lo decisivo”, en plena convergencia con la ofensiva contrarrevolucionaria general. Estas personas centran en el imperialismo, centran en el enemigo, no centran en el poder del pueblo, de la masa. Recordar aquí a ese asesor del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que decía que después de la Segunda Guerra Mundial la masa se ha puesto de pie y nunca más se va a arrodillar. Y eso es lo que estamos viendo en la lucha contra la agresión y ocupación imperialista en Iraq, Afganistán, Palestina y muchos otros países, pese a los triunfos baratos que fabriquen los imperialistas, para ganar elecciones y como parte de la guerra psicológica. El Presidente Gonzalo nos dice: “Ante una ofensiva contrarrevolucionaria, los hombres tenemos que actuar, más los comunistas, tenemos que transformar esa ofensiva en una contraofensiva revolucionaria; depende de la acción transformadora del hombre para que se exprese la condición de tendencia principal, que es la revolución, y los comunistas tenemos que concretar la guerra popular especificándola a las condiciones concretas de cada revolución.” Y eso es lo que se necesita para que se exprese todo el poder de nuestra ideología, el maoísmo.

En el problema de cómo especificar la revolución en cada país, se expresa aún más la grandeza del Presidente Mao Tsetung. El Presidente Mao no aceptó los errores y malos consejos de la Internacional. Él enseña que no hay Partido padre, no hay bastón de mando. El Presidente Mao enseña que no hay que depender de otro ya que el otro actúa como superpotencia y te maneja según sus intereses políticos. Hoy – con las obvias diferencias fundamentales que hay en la situación que se presentó en la Internacional Comunista -, contra todo lo que enseña el maoísmo, algunos persisten en hegemonismos baratos con el claro propósito de imponer a nivel de todo el Movimiento Revolucionario Internacionalista (MRI) sus posiciones revisionistas. Más aún, vemos que otros, siguiendo malos consejos, hacen llamados a las potencias imperialistas europeas o a la China, reeditando así la teoría de “que no se puede avanzar en la revolución si no se está a la sombra de las superpotencias o no se cuenta con el apoyo de potencias”. Eso es nocivo, eso es poner una guerra popular, una lucha revolucionaria y una lucha armada como pieza de ajedrez de las superpotencias o potencias imperialistas. Contra esta teoría lacayuna que, bajo el pretexto de la “utilización” de las contradicciones interimperialistas, manejan ciertas personas, nuestro Jefe ha establecido claramente: “Algunos nos dicen: ‘Cómo van a vencer si no tienen el apoyo de nadie’. Precisamente no queremos ese apoyo que lo que hace es pasarnos de unas manos explotadoras a otras. Mañana cuando triunfemos, mantendremos la misma política. Nos van a cercar, así será, pero como en el mundo hay negocios, tienen que negociar. Siempre habrá quien tiene productos que quiera vender. Las contradicciones entre las potencias lleva a que se desarrolle más la guerra por los mercados. Será preferible pagar más en el precio que someterse a bastón de mando de nadie. Hay que tener sentido real de la revolución.”


También se está levantando hasta los cielos “las negociaciones o conversaciones de paz”, dicen “como forma de hacer avanzar la revolución”, alimentándose de la ilusión de un triunfo rápido, pensando que la revolución es un golpe de mano; pero en realidad solamente será pasar de un sistema de gobierno a otro sistema de gobierno manteniendo el mismo sistema de dictadura de clase, el viejo Estado terrateniente-burocrático; en ese caso hipotético solamente desarrollarían capitalismo. Así, se cambia el programa de la revolución, que es luchar por el triunfo cabal y completo de la revolución democrática en todo el país y culminada esta etapa, de inmediato, sin intermedio alguno, pasar a la revolución socialista para, junto al proletariado internacional y los pueblos del mundo, a través de revoluciones culturales, proseguir la marcha de la humanidad hacia su meta final, el comunismo. Con ello se marcha a cambiar guerra popular por lucha armada de “señores de la guerra” al servicio de potencias. Otros repiten estupideces como ésta: “la guerra popular es universal pero para los países atrasados, mas no es de aplicación en los países imperialistas.” Con esto van contra lo medular del materialismo dialéctico, la contradicción.
El “fundamento” de estos problemas se encuentra en la nefasta posición revisionista divulgada por el partiducho que encabeza el hegemonismo dentro del MRI; que condiciona el desarrollo de la revolución mundial a las conyunturas del imperialismo. Lo que hacen es argumentar que el imperialismo es tan poderoso que si no se encuentra en una crisis profundísima, la revolución no podría triunfar; y esto a la misma vez que niegan a toda costa que el imperialismo está en crisis, es decir, lo que hay que hacer es tirarse de panza arriba y esperar que “el momento adecuado” nos caiga del cielo cual gracia divina. Así, justifican con “el decenio de crecimento en los Estados Unidos”, que actúan como alivio radicaloide del “ala izquierda” del partido demócrata llamando a “votar en contra de la guerra” como una forma de “resistencia”. Esos son los mismos que “descubrieron” que se puede hablar de validez universal de la guerra popular, al mismo tiempo que niegan su aplicación en los países imperialistas, diciendo que sí van a hacer la guerra popular, pero comenzarían con la insurrección, eso sin ir de lo pequeño a lo grande construyendo nuevo Poder, es decir, negando lo medular de la guerra popular; en tal forma, lo último señalado por otros es una mera repetición de lo mismo pero en forma más directa y abierta. Estos puntos son necesarios de considerar y muy especialmente por los que han caído en converger con ellos. Además, jamás hay que olvidar que estos intelectualoides embrutecidos estaban en oposición sólida contra el maoísmo y que fue sólo con el avance implacable de la guerra popular en el Perú, que hoy niegan y atacan solapadamente, que tuvieron que dar pasos atrás pero sin querer autocriticarse ni aplastar sus viejas posiciones que todavía mantienen.

Contra todas estas posiciones revisionistas, el Presidente Gonzalo nos dice: “la guerra popular es la teoría militar completa y más alta del proletariado internacional establecida por el Presidente Mao. Una cuestión clave y decisiva es la comprensión de la validez universal de la guerra popular y su consecuente aplicación, teniendo en cuenta los diferentes tipos de revolución y las condiciones específicas de cada revolución. En los países imperialistas la revolución sólo puede concebirse como guerra revolucionaria y ésta es hoy, simplemente, guerra popular… La guerra popular es prolongada, el tiempo de duración se extenderá o acortará dentro de su carácter prolongado en la medida que más combatamos ceñidos a la línea militar proletaria, pues el derechismo es el peligro principal que puede causar serios tropiezos a la guerra.”

En el fondo de todo esto está como cuestión clave la violencia revolucionaria. La ofensiva contrarrevolucionaria general pretende barrer y negar la violencia revolucionaria, así como la dictadura del proletariado, el socialismo, y el Partido, partiendo de negar el marxismo; son cosas que como comunistas no debemos consentir. Por eso tenemos la necesidad de enarbolar, defender y aplicar el maoísmo para barrer las posiciones revisionistas que dentro y fuera del Movimiento Revolucionario Internacionalista convergen con la ofensiva contrarrevolucionaria general. El problema es la violencia revolucionaria, que no es sino la continuación de la lucha de clases con las armas en la mano; el problema es la guerra popular, destruir el viejo orden y construir el nuevo Poder, plasmarlo como República Popular y, en perspectiva, concretar la dictadura del proletariado para servir al avance de la revolución mundial. Y el Partido Comunista del Perú, desarrollando la guerra popular, cumple su solemne compromiso asumido de dirigir la contraofensiva revolucionaria marxista-leninista-maoísta, pensamiento gonzalo, para aplastar esa ofensiva contrarrevolucionaria general y hacer que brille principalmente el maoísmo, reafirmándose en los principios y, a la luz de ellos, enjuiciar las nuevas situaciones.

El Presidente Gonzalo nos llama a ser marxistas y no Jruchov, ni Gorbachov, ni tengsiaopingistas, en síntesis, no ser revisionistas, nosotros somos opuestos al revisionismo. Hoy el revisionismo está en bancarrota general, no por eso no existe; por allí pululan sus secuaces, están protegiéndose con nuevas formas para engañar a la clase y al pueblo. Por tanto, decimos nosotros, no son “neorevisionistas”, son sólo secuaces del revisionismo contemporáneo y ése está en bancarrota, está podrido para siempre .

Por todo ello, frente a todos los ataques contra nuestra ideología, nos reafirmamos en el compromiso solemne asumido por el Partido Comunista del Perú de ¡Enarbolar, defender y aplicar el marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente maoísmo! y , bregar incansablemente por coadyuvar a ponerlo como mando y guía de la revolución mundial, su única garantía de triunfo. Y esta tarea estratégica es indesligable de la defensa de la vida del Presidente Gonzalo.

El Presidente Gonzalo es el más grande marxista-leninista-maoísta viviente y en él se reafirma todo el Partido con el Comité Central como un sólo puño. Cada comunista, combatiente y masa se reafirma en dar todo de sí por la vida y la salud del Jefe del Partido y la revolución y mostrarlo tal cual es al proletariado internacional. Denunciamos el acuerdo de la reacción y las ratas de la línea oportunista de derecha, revisionista y capitulacionista (LOD) para poner a salvo a los genocidas de las Fuerzas Armadas y Policiales del viejo Estado peruano y a las cabezas de la LOD. Que el imperialismo, la reacción peruana y el revisionismo, particularmente las ratas de la LOD, están por mantener el aislamiento absoluto del Presidente Gonzalo para negar todo entronizamiento del pensamiento gonzalo en la mente del proletariado internacional y los pueblos del mundo; su presentación pública como lo exige el Partido, por más breve que fuere, sería una gran victoria para la revolución mundial y un gran golpe para el imperialismo, la reacción y el revisionismo mundial, y, más aún, para la LOD y aquellos que dentro del MRI, en plena convergencia con ellos, sólo quieren y les agrada escuchar “capitulación”. A estos miserables les aterra la revolución. Éstos no tendrán cabida en ella, lo rojo los aplastará. Por eso ellos sólo tienen oídos para los cantos de sirena de la reacción. Ellos al igual que la LOD parten de lo que dice la reacción; así nos diferenciamos nosotros porque partimos de los hechos, luego analizamos parte por parte dentro del conjunto en avance y desarrollo en zigzag y su ligazón con el desarrollo del Partido y su papel en esta parte de la historia de nuestro país y del mundo, siempre guiados por el marxismo-leninismo-maoísmo, pensamiento gonzalo, principalmente pensamiento gonzalo.
Nos corresponde desenmascarar todos esos engendros, nos corresponde defender a nuestra Jefatura contra todos los siniestros ataques, vengan de donde vengan.

Darle un gran impulso a la tarea de la reconstitución de los Partidos Comunistas. Nos corresponde oponer el maoísmo a esa ofensiva contrarrevolucionaria general y sus convergencias dentro de nuestro Movimiento, sabedores de que sólo con guerra popular la podemos enfrentar y para eso necesitamos Partido Comunista. Eso nos plantea darle un gran impulso a la reconstitución de los Partidos Comunistas como Partidos marxista-leninista-maoístas militarizados para llevar adelante la revolución mundial mediante la guerra popular, para dirigir la nueva gran ola de la revolución mundial, a la que hemos entrado. Partidos de nuevo tipo y depurados del revisionismo, preparados para iniciar la guerra popular y dirigirla hasta el comunismo. Partidos que apliquen con firmeza la independencia, la autodecisión y el autosostenimiento. Partidos que,como parte de ese proceso, generen un Jefe y, como fundamento de esa Jefatura, un pensamiento guía, como resultado de la aplicación de la verdad universal de la ideología del proletariado internacional a las condiciones concretas de cada revolución; pensamiento guía indispensable para alcanzar la victoria y conquistar el Poder y, más aún, para continuar la revolución y mantener el rumbo siempre hacia la única grandiosa meta, el comunismo. Todo esto desarrollado a través de una persistente, firme y sagaz lucha de dos líneas, defendiendo la línea proletaria y derrotando líneas contrarias, en medio de la lucha de clases.

Los comunistas del mundo deben ya reconstituir los Partidos; no es cuestión de ir acumulando fuerzas o juntar grupúsculos de toda ralea: la cuestión es que, contando con un puñado de comunistas, tomando el mismo ejemplo del Presidente Mao y del Presidente Gonzalo, constituir o reconstituir el Partido para iniciar lo más pronto posible la guerra popular en todos los países, y esto en el Oeste y el Este, de Sur a Norte, en país frío o país caliente; en todas partes, la guerra popular mundial esta a la orden del día: constituir o reconstituir los Partidos e iniciar la guerra popular, ésta es la tarea de los comunistas, así de simple.

Estamos por la unidad del movimiento comunista internacional y por hacer avanzar el MRI. Pero, somos firmes practicantes de lo que nos enseña el Presidente Mao, de que la unidad se sustenta sobre los principios, sobre la ideología marxista-leninista-maoísta en torno a la situación actual y nuestras tareas, y si no partimos de la unificación ideológica, no habrá base de unificación; si no hay unidad de comprensión, no hay base de partida. Y sobre la unidad de comprensión se levanta la unificación en política; sólo comprendiendo igual estableceremos política igual y todas las demás unificaciones. Ya es tiempo de decirlo, que las tendencias hegemonistas se vienen plasmando en planes escisionistas. Nosotros planteamos unirnos bajo el maoísmo y, a la luz de él, ver todas las situaciones que se nos presenten. Por tanto, estamos por hacer avanzar el MRI en su conjunto y por aplastar las tendencias hegemonistas y sus tentativas escisionistas.

Y lo tenemos que hacer, porque el Presidente Mao llama a unirse a los maoístas porque el maoísmo es tercera, nueva y superior etapa, es la ideología que une a los comunistas del mundo. Llama a los pueblos de las naciones oprimidas, que constituyen la inmensa masa creciente de la población en el mundo, donde más se expresa el peso de la masa. Pero también llama a los pueblos de los países imperialistas. Así, llama a los comunistas y revolucionarios del mundo a unirse, a que las inmensas masas expresen su poderío sobre la Tierra. ¡Unirse para derrocar al imperialismo, al revisionismo y la reacción mundiales, esto hoy día es plenamente vigente!

¡Gloria eterna al Presidente Mao!
¡Viva el maoísmo, abajo el revisionismo!
¡Exigimos la presentación pública y personal del Presidente Gonzalo, en vivo y directo ante la TV y la prensa nacional e internacional, y que se le permita pronunciarse!
¡Defender la vida del Presidente Gonzalo con guerra popular hasta el comunismo!


Movimiento Popular Perú
26 de diciembre de 2003